¿Por qué gastar en alimentos procesados y enlatados con bajo contenido nutricional cuando podemos hacer conservas en casa? Puede sonar complicado, pero no lo es. En este artículo te compartimos todo lo que necesitás saber para aprender a hacer conservas caseras.
¡Son deliciosas, nutritivas y duran mucho tiempo! Es cierto que resulta práctico ir al supermercado y adquirir todo lo que necesitamos para nuestra alimentación. Sin embargo no es la mejor opción para nuestra salud.
Te compartimos algunas claves para que ahorres un poco de dinero y prepares tus propias conservas, una tradición que se mantiene vigente en la cocina.
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Preparar conservas requiere de práctica, pero sobre todo de interés por aprender. Una vez que adquieras la práctica y el conocimiento necesarios y realices tu primera conserva, te aseguramos que jamás volverás a comprar enlatados o alimentos procesados.
Vas a notar que carecen de sabor y de frescura. Y, a largo plazo, ponen en riesgo la salud de tu familia.
Un enlatado adecuado requiere controlar el proceso, mantener ciertas precauciones y monitorear lo que sucede en cada paso.
Tipos de conservas
Lo primero que debemos saber antes de preparar conservas caseras es qué son y qué tipos existen. Se trata de un producto (frutas y verduras de temporada) acondicionado en un líquido, ya sea agua o aceite, que se guarda en un recipiente hermético.
Para ello se requieren altas temperaturas y un embalaje estanco de vidrio. Un enlatado adecuado requiere controlar el proceso, mantener ciertas precauciones y monitorear lo que sucede en cada paso.
Ni siquiera Nicolas Appert, quien inventó las conservas por ensayo y error hace unos siglos, lo sabía. No fue hasta años después que, gracias al trabajo de Louis Pasteur, se descubrieron los fundamentos de la conservación de los alimentos.
El enlatado casero más sencillo consiste en lavar y trocear los alimentos, ponerlos en botes de líquido (agua con sal o aceite), cerrar los recipientes y calentarlos al baño maría.
Después de un cierto tiempo, se retiran para que se enfríen boca abajo. Siempre asegurándose de que estén bien sellados. Esta técnica se ha transmitido de boca en boca durante generaciones.
Algunos tipos de conservas incluyen:
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Conservas en vinagre, como encurtidos y escabeche.
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Conservas en azúcar, como mermeladas, pulpas y frutas en almíbar.
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Conservas naturales, como conservas de frutas y verduras en agua.
También existen otro tipo de conservas caseras. De productos lácteos, aderezos, frutos en alcohol y bebidas. La kombucha, por ejemplo, es un fermento que se realiza a partir del té negro o té verde con azúcar.
Este tipo de conservas nos permiten aprovechar los alimentos al máximo, preservando su sabor durante todo el año. Ahorramos así tiempo y dinero.
Lo más importante de las conservas caseras es que nos permiten mantener los productos listos para comer durante meses. Podemos disfrutarlos incluso cuando están fuera de temporada.
Cuánto duran las conservas
Generalmente, la duración de las conservas es muy elevada. En teoría, los botes de conservas pueden durar hasta un año desde el momento en el que han sido endosados.
Para ello hay que asegurarse de que el envase está cerrado en todo momento. Si se abre es importante colocarlo en la heladera y consumirlo en el plazo de los siguientes tres días.
Recordá que las temperaturas adecuadas son clave para lograr una buena conserva casera. Las condiciones del tratamiento térmico están determinadas por la acidez del alimento, ya que las esporas de Clostridium botulinum pueden germinar en ambientes poco ácidos.
Eso significa que los alimentos poco ácidos (por ejemplo, carne, pescado o legumbres) requieren una atención especial. De hecho, se recomienda que el calentamiento se haga en olla a presión, ya que permite una temperatura superior a los 100ºC.
Cómo hacer conservas
El “secreto” de hacer conservas tiene que ver con dos puntos. En primer lugar, el calor aplicado durante el proceso. ¿Por qué? Pues, el calor elimina los microorganismos presentes (principalmente bacterias), que pueden estropear los alimentos y enfermarnos.
En segundo lugar, el envase debe estar cerrado herméticamente para evitar que las conservas se contaminen. Si no se hace correctamente, pueden contaminarse con patógenos.
La contaminación más preocupante es Clostridium botulinum, una bacteria extremadamente peligrosa que es altamente resistente al calor. Por eso, puede sobrevivir a un procedimiento casero si no se hace bien.
La bacteria puede desarrollar formas de esporas que son resistentes a condiciones que son adversas para la mayoría de las bacterias, como la falta de oxígeno. También es muy resistente a las altas temperaturas.
La mayoría de las bacterias se eliminan fácilmente a temperaturas superiores a los 100 ºC. Pero las formas de esporas de C. botulinum pueden resistir hasta los 120 ºC.
Para preparar conservas caseras, los frascos y las tapas deben estar limpios, desinfectados y secos.
Es posible envasar comida en casa de forma segura. Para hacerlo hay algunas cosas importantes a tener en cuenta. En primer lugar, es fundamental mantener unas condiciones higiénicas adecuadas.
A continuación, te compartimos algunos pasos a seguir para preparar conservas caseras:
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Las manos, los utensilios y las superficies de la cocina deben estar limpios y secos.
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Los frascos y las tapas deben estar limpios, desinfectados y secos. Para desinfectarlos, se recomienda sumergirlos en agua hirviendo durante 15 minutos.
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Los alimentos deben estar limpios y en buenas condiciones. En el caso de productos hortofrutícolas (frutas, verduras, verduras), se recomienda lavarlos y desinfectarlos.
Lo siguiente que debemos hacer es preparar los ingredientes (cortar, pelar, etc.) y ponerlos en los tarros, dejando un espacio de unos dos o tres centímetros en la parte superior. Esto, al final del proceso, va a crear un cierre hermético.
Una vez que hemos cerrado los botes con las tapas, llega la etapa más importante: calentar. A la hora de aplicar un tratamiento térmico es necesario tener en cuenta dos factores: el tiempo y la temperatura.
Si la temperatura que aplicamos es muy alta, el tratamiento requerirá poco tiempo, y viceversa.
Una vez terminado el calentamiento, sacamos los botes y los ponemos boca abajo sobre una superficie plana mientras se enfrían. Esto lo hacemos para asegurarnos de que el cierre sea hermético.
Cuando finaliza el proceso, es recomendable etiquetar cada tarro con el contenido y, sobre todo, la fecha de elaboración. Se estima que las conservas caseras tienen una vida útil de un año.
Conservas de frutas
Ahora que sabés cómo hacer conservas caseras, te explicamos cómo preparar conserva de fruta. Seguramente las conozcas como confituras. Según el procedimiento, resulta en fruta glaseada, mermelada o compota.
La receta más fácil y popular es en almíbar. Te la explicamos a continuación. Necesitás los siguientes ingredientes:
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1 litro de agua
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1 kilo de fruta de temporada en su punto perfecto de maduración
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1 kilo de azúcar
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El jugo de dos limones
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Especias al gusto
Una vez que tenés todos los ingredientes y te encargaste de lavar muy bien la fruta para después picarla en trozos pequeños, debés conseguir los siguientes materiales: dos tarros de vidrio con tapa de boca grande (asegúrate de que soporte altas temperaturas), dos toallas de fibra natural, unas pinzas y una cazuela grande y profunda para esterilizar los tarros de vidrio.
Para preparar frutas en conserva te invitamos a seguir los siguientes pasos:
- Limpiá muy bien las frutas, eliminá la piel y las semillas. Si lo preferís, podés dejarlas enteras.
- Lavá muy bien los tarros de vidrio con agua y jabón. Después hervilos (al igual que las tapas) en la misma cazuela por 15 minutos pero separados. Dejá que el agua los cubra por completo.
- En una olla, herví el agua con las especias elegidas. Luego, colocá el azúcar y el jugo de limón. Revolvé hasta disolver.
- Una vez que colocaste el azúcar y el jugo de limón, revolvé muy bien hasta que adquiera una consistencia sólida, parecida a la miel. Luego, agregá la fruta picada.
- Una vez que incorpores la fruta, revolvé todos los ingredientes con una cuchara de madera y retirá del fuego tras diez minutos. Después, solo hay que dejar que se enfríe a temperatura ambiente.
- El último paso para tener lista nuestra conserva casera de frutas consiste en envasar el producto. Para ello, utilizá un cucharón de plástico para llenar los tarros previamente esterilizados.
- Agregá primero la fruta, seguida del almíbar y dejá un pequeño espacio entre la preparación y la tapa. Recordá que, si lo llenas demasiado, puede estallar.
Conservas al vacío
Para hacer conservas al vacío, recordá esterilizar los frascos previamente, separando el frasco de la tapa. Existen dos formas de envasar al vacío: empleando el baño María o envasando directamente el alimento caliente. El baño María es el más común y permite que el alimento quede envasado a temperatura ambiente.
La técnica de conservas al vacío consiste en extraer el aire que rodea al producto, dejando una cantidad de oxígeno residual menor al 1 % (si se realiza adecuadamente).
El método industrial (como el que se utiliza en las conservas comerciales) se puede llevar a cabo en varios tipos de contenedores como plásticos y enlatados.
Cómo hacer conservas en baño María
Debemos introducir los botes y cubrirlos completamente con agua, dejando espacio entre la superficie del agua y la tapa de la olla. Una vez cerrado, se recomienda cocinar de 20 a 60 minutos desde que empieza a salir vapor por la válvula (el tiempo depende del tamaño del recipiente).
Una vez llenos los tarros con la conserva, cerrarlos herméticamente. Al finalizar el llenado, limpiá la abertura y los bordes del tarro con un paño limpio y humedecido con agua caliente.
Cerrá con fuerza, pero sin excederte, para no dañar la tapa ( no debe tener abolladuras o maltratos).
La técnica de conservas al vacío consiste en extraer el aire que rodea al producto
En el caso de alimentos ácidos, como los cítricos o los tomates, podemos calentarlos al baño maría. ¿Cómo? Sumergiendo los tarros en vertical en agua hirviendo (100ºC) durante una o dos horas, según el tamaño de la jarra. Siempre es más recomendable utilizar la olla a presión.
Para finalizar, etiquetá los tarros una vez listos. Indicá el peso, la fecha de envasado y el tipo de conserva. Así, tendrás un control de tus productos. Sabrás qué contiene cada frasco y cuándo es el tiempo ideal para consumirlos.
Cómo hacer conservas de verdura
Para hacer conservas de verdura seguimos los mismos pasos de las conservas de fruta, agregando vegetales frescos en vez de fruta. Luego de lavarlas muy bien y de cortarlas, se cocinan en una cazuela y se le agrega una cucharada de sal. A este paso se le llama blanqueado.
Una vez que “blanqueaste las verduras”, colócalas en un cuenco y agregá el líquido de la cocción. Sacá los vegetales de la cazuela y ponelos en el cuenco. Recuerda que algunas verduras contienen vitaminas beneficiosas para la salud.
Luego, vertí un poco más de 3/4 partes del líquido del blanqueado, rellená el resto con vinagre y agregá una cucharada de sal. Remové un poco y deja enfriar.
Conclusión
Como ves, preparar conservas caseras es relativamente fácil si seguís todos los pasos que te compartimos en este artículo. Recordá que este método es seguro y puede ser la mejor opción para vos y tu familia.
Antes de consumir una conserva casera, recordá calentar la comida durante 10 minutos a 80ºC, ya que el calor destruye las toxinas. Otro detalle que debés tener en cuenta es que, una vez abierta la conserva, hay que guardarla en la heladera.
Ya sean frutas o verduras, las conservas son una gran opción para degustar tus alimentos favoritos frescos y deliciosos en cualquier época del año. Te invitamos a seguir estos sencillos pasos para preparar tu propia conserva casera y disfrutarla con orgullo.
Para seguir aprendiendo recetas simples y útiles, no dejes de leer El Destape.