La intención de reacondicionar una boca de tormenta en Ciudad Jardín, Lomas del Palomar, terminó destapando un enigma sin resolver en el barrio ubicado en Tres de Febrero. Es que, cuando los empleados de la cuadrilla procedieron a reparar el daño de sus calles, se encontraron con que había algo más que una simple red cloacal: en las inmediaciones, hallaron túneles secretos de los que se desconoce, hasta hoy, su fabricación, uso, antiguedad y realización.
No es un dato menor en una ciudad que ha sido tildada como "barrio nazi" durante de la Segunda Guerra Mundial. Las especulaciones, junto con las leyendas y mitos de sus calles, no tardaron en llegar. Fundada en 1944, la localidad es conocida por sus orígenes alemanes: Erick Zeyen, empresario alemán, fue quien diseñó un modelo urbanístico en el que se priorizara la presencia de los árboles y los espacios verdes. Un colegio militar y nombres de calles que remiten a aviadores de Alemania refuerzan esta idea en un distrito en el que, además, se produjo la Batalla de Caseros.
MÁS INFO
Lo que se sabe es que, si bien la obra se hizo en un pasaje en la calle Alas Argentinas, que da a la parte de atrás de dos colegios públicos, los túneles estarían bajo ambos establecimientos ubicados en Aviador Matienzo: la Escuela Secundaria N° 2 Bernardino Rivadavia y la Escuela Primaria n° 17. El rumor corrió rápido entre los habitantes, incluso hubo vecinos que presenciaron el descubrimiento. Tanto ellos, como las autoridades de las instituciones que presentan estos pasadizos en lo subterráneo, quedaron a la espera de que alguien -un empleado municipal, un ingeniero o una cuadrilla- baje con una linterna a echar luz sobre este hallazgo, pero aún, nadie lo hizo. Incluso, desde la municipalidad de Tres de Febrero, manifestaron desconocer el hallazgo.
Desde la municipalidad de Tres de Febrero manifestaron desconocer el hallazgo.
Si bien es extraño, no sería inaudito. Durante la época colonial es sabido que en la Ciudad de Buenos Aires, y también en el interior de la provincia, las distintas construcciones de caserones de la gente adinerada presentaban pasadizos que funcionaban como una suerte de escape, almacenamiento o escondite. De hecho, la mayoría de los edificios de la época los tienen. Sin embargo, esta zona no es reconocida por haber tenido casas, ni siquiera estaba el Colegio Militar, ubicado a 400 metros. A pesar de esto, una vecina confirmó a El Destape que no es la primera vez que se encuentran estructuras sin nombre, sin repercusión y sin dueño: “Esto ya se había visto, cuando se hizo el bajo nivel se encontraron túneles y tampoco se supo de qué eran", afirma.
“Esto ya se había visto, cuando se hizo el bajo nivel se encontraron túneles y tampoco se supo de qué eran", afirma una vecina a El Destape.
El origen de estas estructuras, al parecer, se remonta al pasado, en la época de la fundación del barrio. Un diario íntimo de su creador, Zeyen, arroja precisiones al respecto, tal como explican Cecilia y Eugenia Rodríguez Berisso, dos hermanas vecinas de la localidad, fundadoras del museo taller "La Montaña", que busca preservar la memoria de Ciudad Jardín. Ellas, en su afán por recopilar información sobre los inicios, restauraron aquel diario personal de quien diseñó el barrio, consiguió los capitales y lo construyó: "Eran terrenos de diferentes personajes de la vida colonial de Buenos Aires y estas tierras, puntualmente, fueron adquiridas por la familia Pereyra Iraola", cuentan, a El Destape.
"Ciudad Jardín tenía terrenos de diferentes personajes de la vida colonial de Buenos Aires y estas tierras, puntualmente, fueron adquiridas por la familia Pereyra Iraola", afirman Cecilia y Eugenia Rodríguez Berisso, fundadoras del museo "La Montaña", que busca preservar la memoria del barrio
En las primeras páginas del diario íntimo, Zeyen relata el origen de la tierra y cómo fue, de a poco, construyendo el barrio con la empresa F.I.N.C.A., la constructora con la que emprendió su edificación. Para ellas, en esas páginas queda en claro que, donde hoy existe Ciudad Jardín, solo había campos y tierras, por lo que consideran que hay pocas chances de que los túneles se traten de una construcción de la época colonial: "Los fundadores crearon un himno, una bandera, quisieron poner nuevos valores en protagonismo, como el del espacio verde. Acá, donde está Ciudad Jardín, el uso que tenía era de un parque, el Parque Richmond, porque era en homenaje al de Londres. Las tierras podían ser alquiladas y eran de quinteros, se plantaban espárragos", repasan.
En el recorrido por la historia de Ciudad Jardín, las hermanas Rodríguez Berisso destacan que desde aquel entonces también la empresa F.I.N.C.A. era tildada como nazi, algo que el propio fundador, en su diario, desmiente. “Hay muchos alemanes, pero el trabajo de nuestro museo es echar luz sobre todas las otras personas que hicieron el barrio. Las carpinterías, por ejemplo, eran de italianos, y se ve la presencia de muchos países. Había un artista judío que trabajó con la gente de F.I.N.C.A y que se salvó de que la Gestapo lo agarre, por ejempo”, enfatizan.
MÁS INFO
No obstante, afirmaron que en el campo comprado por la familia Pereyra Iraola había una laguna, y esta podría ser una de las respuestas. En la zona que abarca los colegios, incluso confirmado en el mismo diario íntimo, había un depósito natural de agua que debió ser tapado para la construcción del barrio. Pero durante la investigación periodística se encontró un dato que acercaría de forma más certera a la verdad: los túneles podrían pertenecer a una de las primeras plantas industriales del lugar.
Casi sobre el final del libro, un apartado arroja luz sobre este tema. Titulado como Historia de las Escuelas, hay un subtítulo que relata la construcción de la Escuela N°74 - República del Perú: "La escuela empezó sus enseñanzas en el edificio de la Escuela 51. Más adelante se trasladaron al edificio construido por F.I.N.C.A en los extalleres de la planta Industrial". Y detalla: "En el año 1957, el Gobierno firmó el contrato para la edificación de un grandioso edificio. Para acelerar, se comenzó con la demolición del viejo edificio. Provisionalmente la escuela se trasladó a barracas de la Escuela 51. Después, el Gobierno nos comunicó que no contaba con medios para el pago del nuevo edificio escolar. Entonces por medio de la ayuda de F.I.N.C.A y de la asociación de padres, se volvieron a levantar las ruinas y la escuela volvió a funcionar en la calle Aviador Matienzo".
Desde el colegio confirmaron que la escuela primaria N°17 lleva por nombre República del Perú, al igual que la escuela N° 74 -la cual no aparece en los buscadores- y está ubicada en la misma calle. La hipótesis a la que se puede llegar tras la información revelada, y que sostienen Cecilia y Eugenia Rodríguez Berisso, es que los túneles encontrados formaban parte de los extalleres de la planta industrial F.I.N.C.A, y que en determinado momento se cambió la numeración de los colegios de la zona.
MÁS INFO
Estos túneles, de confirmarse la hipótesis de la investigación, formarían parte fundamental de la historia de Ciudad Jardín como una de las primeras plantas industriales del lugar, que luego fue sepultada para darle espacio a la educación del barrio. Pero como quien no quiere desaparecer del todo, se mantuvo en la oscuridad, en silencio, esperando casi 70 años en ver la luz nuevamente.