A un mes de que 17 presos se escapen de una comisaría de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Liniers, un grupo de ocho detenidos de una alcaidía de Villa Lugano rompió la pared de una celda para realizar un boquete y darse a la fuga. Sin embargo, el intento de escape fue frustrado este miércoles por efectivos que durante una vigilancia de rutina detectaron "actividades sospechosas" y "ruidos inusuales".
"Los celadores durante su rutina de vigilancia detectaron actividades sospechosas y una serie de ruidos inusuales por lo que se activo el protocolo de seguridad", indicó una fuente policial a El Destape. Se trata de una celda dentro de la Alcaldía 8 Bis de la Policía de la Ciudad, ubicada en las intersecciones de Delfo Cabrera y 23 De Junio, en Lugano.
Por la sobrepoblación penitenciaria, las fugas en comisarías y alcaidías en el distrito comandado por Jorge Macri están ocurriendo con mayor frecuencia: a lo largo del 2024, se registraron un total de 14.
A diferencia de lo ocurrido hace un mes atrás, cuando un grupo de presos logró hacer un agujero de 30 centímetros de diámetro y escapar, el personal policial pudo visualizar el pequeño boquete y dar aviso a la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA). En aquella oportunidad, fueron imputados cinco efectivos a cargo de la custodia y el Gobierno porteño decidió remover a la cúpula de la Policía de la Ciudad.
Según la "minuciosa inspección" que realizó la policía en la alcaidía de Lugano, fueron encontrados "dos pequeños orificios que aparentemente serían el inicio de un posible boquete de fuga y se secuestró una punta de hierro de 8 pulgadas con la que se hacía el hueco". Además, se confirmó la presencia de marihuana y cocaína en el lugar, que se desconoce cómo fue ingresada.
Para prevenir otro intento de escape, el protocolo iniciado por los efectivos tuvo una "revisión exhaustiva" que incluyó paredes, techos, puertas y rejas para descartar otras irregularidades en la alcaidía.
Cómo fue la última fuga de presos
El 24 de diciembre pasado, en plena víspera de Navidad, 17 internos se escaparon de la Alcaidía 9 de Liniers, ubicada en Gana al 400. La fuga se concretó luego de que los presos. 11 argentinos y seis chilenos, lograran realizar un agujero en una de las paredes de las celdas. Según la última información conocida, aún quedan ocho reclusos que son buscados.
La fuga desató cambios profundos en la fuerza de seguridad y Jorge Macri decidió remover al jefe y subjefe de la Policía, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, respectivamente. "No vamos a permitir incapacidad ni connivencia", advirtió en su momento el ministro de Seguridad, Waldo Wolff.
Un mes antes de este hecho, a fines de noviembre, 11 detenidos se escaparon por los techos de la Alcaidía 4 Bis de la Policía de la Ciudad, ubicada en Barracas. Más tarde, otros dos detenidos se fugaron del Centro de Contraventores en Pompeya. Tras dichos hechos, el ministro Wolff había desplazado a Sebastián Vela, responsable civil del ministerio, y Martín Ochoa, director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad.