A menos de un mes de que se confirmara el primer caso de la variante Ómicron en la Argentina, ya se propagó a varias de las jurisdicciones más pobladas del país, según estimaciones preliminares del Instituto Malbrán, el programa PAIS de monitoreo genómico y detecciones realizadas con una técnica desarrollada por el investigador del Conicet Maxi Juri Ayub.
El primer paciente que llegó a la Argentina con esta descendiente del virus original regresó a San Luis el 30 de noviembre después de desarrollar una actividad laboral en Sudáfrica. Tenía el esquema de vacunación completo y ya había contraído la enfermedad en marzo de 2021, pero el 2 de diciembre se enteró de que personas con las cuales había estado en contacto habían sido diagnosticados con Covid y consultó al sistema de salud para que le hicieran el test, que arrojó resultados positivos.
Desde entonces, se supo de eventos de “supercontagio” de Ómicron en Córdoba y se dictaminó el inicio de la transmisión comunitaria en esa provincia. Pero aunque no se dio información del resto, el aumento vertiginoso de casos notificados en las últimas dos semanas (con un crecimiento de hasta el 1200%) y detecciones realizadas por diversos grupos indican que la variante ya está propagándose en buena parte del país. Con mayores precisiones, esto se confirmará en los próximos días en el nuevo reporte que dará a conocer el consorcio PAIS.
“Datos completos todavía hay pocos –explica Josefina Campos, directora de la Unidad de Genómica del Anlis-Malbrán–. Aunque estamos secuenciando, tenemos una foto un poco desfasada porque las muestras que recibimos llegan con diez días o dos semanas de retraso. Estamos viendo que viene aumentando en todas las regiones, pero no tanto como en Córdoba. Por otro lado, observamos que aunque por ahora no es la variante predominante, de acuerdo con varias muestras que secuenciamos de manera urgente sí se está registrando un crecimiento rápido en CABA y en la Provincia de Buenos Aires (PBA). Creo que en dos semanas vamos a ver un desplazamiento de Delta”.
Casi todas las jurisdicciones hacen PCR de variantes (tamizaje o screening) y luego envían algunos casos a confirmar por secuenciación. “Nosotros no secuenciamos, pero tenemos un kit que diferencia Ómicron de Delta [la variante dominante hasta ahora] y para confirmar esos resultados la primera vez que lo usamos enviamos todo a secuenciar –cuenta el inmunólogo Jorge Geffner, vicedirector del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs)–. Nos dio perfecto, o sea que podemos diferenciar sin problema. Hoy por hoy, en tres días distintos, sobre 30 positivos de CABA nos está dando entre un 80 y un 90% de Ómicron. Nos impresionó, desplazó casi totalmente a Delta. Esto es lo que explica el enorme aumento de notificaciones que está teniendo la ciudad. Y en PBA pasaría algo similar. La Argentina, en ese sentido, se parecería a Sudáfrica, porque en Europa están coexistiendo Ómicron y Delta 50 y 50, o 60 y 40 más o menos”.
En un trabajo conjunto entre la Unidad Covid y el Laboratorio de Virus Emergentes de la Universidad Nacional de Quilmes, Juan Manuel Carballeda y Leopoldo Gebhard emplean la técnica de real time desarrollada por Ayub en San Luis. “Desde la semana del 12 a la del 19 de diciembre pasamos de encontrar dos muestras de Ómicron a que fueran la mayoría –dice Carballeda–. Vemos que ésta se va a llevar todo. Aún no hay datos de secuencias, pero los esperamos pronto”.
Algo similar ocurre en Santa Fe. En el último informe de la Dirección de Bioquímica y Red de Laboratorios sobre casos del 14 al 30 de diciembre, también registran un aumento veloz de positivos correspondientes a la última variante de preocupación. Ana Laura Cavatorta, investigadora del Conicet en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario, destaca que en su laboratorio están viendo entre un 90 y un 95% de muestras de Ómicron.
En San Luis, Ayub, investigador del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas y docente de la Universidad Nacional de San Luis, y Juan Talla, director de Salud Pública Provincial, estiman que Ómicron estaría causando más del 70% de los casos positivos.
Mariana Viegas, coordinadora del proyecto PAIS, anticipa que está muy próximo a darse a conocer el último reporte del grupo, que reúne a más de un centenar de investigadores de todo el territorio nacional. El documento tendrá las precisiones que arroja el monitoreo jurisdicción por jurisdicción, pero a grandes rasgos se puede decir que confirma que hasta la semana epidemiológica 51 (la del 25 de diciembre), Ómicron y Delta estaban peleando “cuerpo a cuerpo”, y que la primera ya está distribuida en varias localidades de PBA y subiendo.
Especialistas locales e internacionales se declaran anonadados por la velocidad de propagación de esta variante. Un artículo publicado ayer en El País, de España, y firmado por Manuel Ansede, sostiene que Ómicron es el virus que más rápido se transmite en la historia. Y cita el cálculo de un experto en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, en los Estados Unidos, Roby Bhattacharyya, que imagina una carrera entre esta variante del coronavirus y el sarampión, uno de los virus más contagiosos que se conocen.
“Una persona con sarampión infecta a otras 15 en promedio en ausencia de vacunación, frente a los seis contagiados que asume Bhattacharyya para Ómicron –escribe Ansede–. La clave, sin embargo, está en el llamado tiempo de ‘generación’: los días que transcurren desde que la primera persona es infectiva hasta que los contagiados por ella también lo son. Con el sarampión pasan unos 12 días. En el caso de este coronavirus, solo hacen falta cuatro o cinco. Es explosivo. “Un caso de sarampión daría lugar a 15 casos a los 12 días. Un caso de Ómicron originaría otros seis a los cuatro días, 36 a los ocho días y 216 a los 12 días”, ilustra. Pero enseguida agrega que, en el mundo real, y gracias a las vacunas y la inmunidad natural, cada contagiado por Ómicron infecta solamente a otros tres individuos, cifra similar a la del virus original de Wuhan. Así y todo, se las arregló para dar la vuelta al mundo ¡en apenas un mes!
En efecto, “La rápida reproducción en un tiempo breve hace que uno contagie muy rápido –explica Campos–. Antes, los síntomas tardaban un poquito más en aparecer; con Ómicron es rapidísimo y por eso el contagio vuela. Sumado a que, si bien en el país tenemos una tasa altísima de vacunación, eso no impide [totalmente] que la transmitamos”.