El mal de amores es un síntoma común al que -probablemente- toda la población humana se sometió alguna vez. Terminar un vínculo amoroso puede ser uno de los momentos más duros de la vida de alguien y trae consigo muchas consecuencias. Hasta hace un tiempo, no existía respuesta a esta problemática, pero con el avance de la tecnología y los tratamientos hoy se conocen diversas propuestas para sanar un corazón roto.
En las últimas horas, el diario estadounidense The New Yorker dio a conocer diferentes "servicios" que se ofrecen para que curar el desamor. Uno de ellos es la aplicación Mend que brinda varios cursos virtuales, estructurados en módulos, para superar una dolorosa ruptura. Por otro lado, existen retiros espirituales que combinan psicoterapia, ejercicios físicos y sesiones de coaching. Estos tratamientos incluyen equipos de profesionales como terapeutas y especialistas en fisiología emocional.
Recientemente, se conoció un procedimiento controversial que se lleva a cabo en algunas clínicas de Estados Unidos, donde administran inyecciones de ketamina para tratar síntomas depresivos relacionados con rupturas sentimentales. Según el Dr. Syed Ali “la ketamina puede aliviar síntomas de ansiedad y depresión en horas”. Sin embargo, estos tratamientos no están aprobados por organismos reguladores y pueden ser peligrosos para la salud.
El desamor no solo afecta nuestras emociones, sino también nuestra salud física. La ciencia identificó un padecimiento denominado "síndrome del corazón roto" o cardiomiopatía de Takotsubo, una condición que simula un infarto pero cuyos efectos suelen ser transitorios. Según el Dr. Ilan Wittstein, investigador de la Universidad Johns Hopkins, este síndrome surge cuando "un impacto emocional intenso genera una disfunción temporal en el ventrículo izquierdo del corazón".
Reconocido oficialmente por la Asociación Médica Americana en 2005, este trastorno afecta principalmente a mujeres en la postmenopausia, aunque también se observó en personas jóvenes que atraviesan rupturas amorosas inesperadas. "Es como si el corazón literalmente se rompiera, aunque la recuperación sea posible", afirma Wittstein, quien lleva décadas estudiando este fenómeno.
Qué significa sentir el olor de la persona que te gusta, según la ciencia
La atracción entre dos personas es un proceso complejo que involucra una combinación de factores, como la personalidad, el sentido del humor, los valores compartidos y el aspecto físico. Sin embargo, uno de los elementos que a menudo pasa desapercibido pero tiene un gran impacto es el olor. Para muchas personas, el aroma de su pareja es un factor clave en la atracción que sienten, desde el primer momento hasta el desarrollo de una relación a largo plazo.
Aunque no siempre somos conscientes de ello, el olor de una persona juega un papel crucial en cómo nos sentimos atraídos por alguien. Muchas personas identifican el aroma característico de su pareja e incluso lo encuentran reconfortante o embriagador, al punto de asociar ese olor con sentimientos de amor, seguridad y conexión emocional.
Esto se debe a que el olfato está estrechamente vinculado con el sistema límbico del cerebro, el cual está relacionado con nuestras emociones y recuerdos. Sin embargo, el atractivo del olor no es solo una cuestión de fragancias o perfumes. Va más allá de los productos que una persona utiliza en su día a día, como el desodorante, el shampoo o el jabón. El verdadero "olor" que nos atrae está relacionado con la biología, específicamente con nuestros genes.
La ciencia detrás del olor: HLA y la atracción genética
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Dresden, Alemania, cada persona tiene un conjunto único de proteínas llamadas antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés). Estos antígenos forman parte del sistema inmunológico y juegan un papel fundamental en la atracción que sentimos por otros. De hecho, los HLA influyen en cómo percibimos el olor de las personas a nivel subconsciente.
El estudio demostró que nos sentimos más atraídos por personas que tienen un perfil de HLA distinto al nuestro. Esta diferencia genética es importante porque, desde un punto de vista evolutivo, el emparejamiento con alguien que tiene un HLA diferente al nuestro aumenta las probabilidades de tener hijos con un sistema inmunológico más fuerte y diverso, lo que mejora sus posibilidades de sobrevivir a enfermedades.
Este proceso de selección genética es completamente subconsciente. Aunque podríamos pensar que elegimos a nuestra pareja en función de características visibles, como el carisma o el físico, en realidad nuestro cuerpo está tomando en cuenta factores biológicos más profundos. Nuestro olfato actúa como un sensor que capta la compatibilidad genética, permitiéndonos seleccionar a la persona que podría ofrecer la mejor combinación genética para futuras generaciones.