Importante reconocimiento internacional a científicos argentinos por herramientas diseñadas para controlar la pandemia

Fueron galardonados en la Conferencia Mundial de Investigación Operativa, un área en la que convergen la matemática, la computación y la ciencia de datos

16 de julio, 2023 | 00.05

Por los instrumentos matemáticos que desarrollaron para orientar la toma de decisiones de política pública a lo largo de la pandemia, un grupo interdisciplinario de científicos argentinos fue distinguido en la Conferencia Mundial de Investigación Operativa, que acaba de finalizar en Santiago de Chile. Quedaron en segundo lugar y llegaron “cabeza a cabeza” con un equipo de Taiwán, que presentó herramientas matemáticas para enfrentar desastres naturales.

"Se trata de una conferencia que se hace cada tres años y esta vez asistieron más de mil científicos de todo el mundo –cuenta Rodrigo Castro, que lideró la presentación, recién llegado desde Chile–. En general, se centra en temas de 'optimización', logística, un área en la que convergen la matemática, los algoritmos y la simulación, que es lo que nosotros hicimos".

En su presentación, un trabajo de 25 páginas, los científicos describieron varias de las herramientas que crearon utilizando su know-how específico, algo así como un ecosistema de modelos matemáticos versátiles que pudieran utilizarse rápidamente bajo presión y en un escenario en continuo cambio.

"Como suele mencionarse, los modelos utilizados en simulación y optimización sirven para enfrentar preguntas muy bien definidas –explica Castro–. Distintos problemas planteados en diferentes escalas espaciales y temporales pueden exigir diferentes modelos. La pandemia era un fenómeno desconocido, por lo que muy pronto resultó obvio que las preguntas iban a cambiar y así deberían hacerlo los instrumentos para contestarlas".

Ya en julio de 2020, una las estrategias que surgió de múltiples ejercicios de simulación fue la llamada “Aislamiento Selectivo Planificado e Intermitente” (ASPI, en contraposición con ASPO: aislamiento social preventivo y obligatorio), elaborada en conjunto con científicos sociales, que planteaba la conveniencia de realizar confinamientos estrictos seguidos de aperturas en una sucesión de ciclos conocidos de antemano. Se buscaba así otorgar una previsibilidad a los aislamientos para contribuir a una reactivación económica mientras los casos fueran descendiendo y avanzara la vacunación.

Algunas de las publicaciones a que dieron origen estos trabajos

La idea fue organizar cierres y aperturas en distintos esquemas, como por ejemplo cerrar nueve días para cortar la propagación y abrir 20 para estimular la economía, o 9 días de cierre y 5 de apertura, o 9 de cierre y 12 de apertura, según se estimara conveniente.

La estrategia fue pensada para demoler una curva alta y llevarla a niveles lo suficientemente bajos como para que se pudiera eliminar la circulación comunitaria, manteniendo controlada la cantidad de casos mediante rastreo y aislamiento de contactos estrechos, explicó en aquel momento Castro. 

En esta ocasión, Castro estuvo a cargo de la exposición de estos y otros modelos durante la conferencia. Entre ellos, novedosos trabajos sobre la campaña de vacunación contra el Covid y su efectividad en diferentes grupos poblacionales de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de estudios observacionales del impacto de las campañas de vacunación realizados durante 2021 en términos de la probabilidad de muerte de personas contagiadas. Estos análisis son de gran importancia para entender tasas de reducción de mortalidad en función de variables como edad, sexo, distrito de residencia, esquema de vacunación y fecha de contagio. Guillermo Durán (Decano de Exactas-UBA), Jemina García y Daniela Parada (Instituto de Cálculo, UBA-Conicet) expusieron estos resultados, sumando a Soledad González en representación del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en calidad de entidad adoptante de los resultados producidos por el grupo de trabajo.

Felicitación del ministro Filmus

El equipo estuvo liderado por el Laboratorio de Simulación de Eventos Discretos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, cuyos integrantes trabajaron de lunes a lunes para poner a punto estos instrumentos, y reunió a investigadores de diferentes especialidades, del Conicet y de las universidades de Tres de Febrero, de Rosario y de San Martín: los ingenieros, matemáticos, especialistas en ciencias de datos y de la computación, en simulación, sociólogos, médicos y sanitaristas Rodrigo Castro, Daniel Feierstein, Ernesto Kofman, Rafael Grimson, Ezequiel Pecker-Marcosig, Guillermo Durán, Daniela Parada, Andrés Farall, Jemina García, y Soledad González y Nicolás Kreplak, del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Además, contaron con la colaboración de una treintena de investigadores de todo el país.

Hubo también múltiples actividades para difundir las propuestas

La Federación Internacional de Sociedades de Investigación Operativa es una organización que agrupa a las sociedades nacionales de esta disciplina y fue creada hace 60 años. La integran unos 50 países de cuatro regiones geográficas: Asia Pacífico, Europa, América del Norte y América del Sur.

Más allá de la distinción, el saldo de este esfuerzo fue altamente positivo. “Esta experiencia nos deja la certeza de que, cuando están alineadas las voluntades, el sector científico y la universidad pública tienen mucho para sumar a la caja de herramientas de la que disponen los decisores de políticas públicas para mejorar la calidad de vida de la sociedad. También dejó el aprendizaje de que es necesario fortalecer los espacios de cooperación en la interfaz ciencia-política pública, ya que muchas de las vinculaciones exitosas que logramos se basaron en redes de vinculaciones gestionados a pulmón, más que en espacios institucionales preexistentes. Hay mucho trabajo por hacer ahí, capitalizando el aprendizaje. Quedaron muchas herramientas (modelos, algoritmos de análisis de datos en tiempo real, etcétera) que están en proceso de ser transferidos a organismos de gestión pública de la salud, para ser adaptados al control de otros tipos de epidemias, y para estar mejor preparados en caso de que suceda lo que nadie desea, pero tampoco podemos descartar, una nueva pandemia".