Una broma (muy frecuentada y probablemente apócrifa que se atribuye al físico danés Niels Bohr, uno de los padres de la física cuántica) asegura que “es muy difícil hacer predicciones… especialmente si son sobre el futuro”. Si esto vale para todo, es especialmente cierto en el ámbito de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), cuyos avances nos sorprenden a ritmo de vértigo desde hace décadas.
El país tiene una masa crítica de especialistas de muy alto nivel y muy requeridos por las empresas en este tema. Entre enero de 2021 y el mismo mes de 2023 se sumaron más de 25 mil empleos en empresas de software y servicios informáticos. Esto representa un crecimiento del 21,5% (un 150% más que el sector privado en general). También son cada vez más los profesionales contratados desde el exterior. El conocimiento de esos científicos y de los que se están formando es un recurso tan valioso como la soja o el litio, y su cotización está en alza. Para aprovecharlo de la mejor manera, cabe preguntarse cuáles deberían ser las áreas prioritarias de investigación en este campo. Es decir, ensayar un ejercicio de prospectiva que permita prepararse para el futuro.
Esto es precisamente lo que hizo la Fundación Sadosky: convocó a un grupo de casi 130 referentes del ámbito académico y empresario para conocer sus opiniones sobre cuáles deberían ser los temas de investigación y desarrollo en la Argentina en el mediano plazo. Las tecnologías elegidas como las más relevantes fueron la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la ciencia de datos y la bioinformática. Y las áreas estratégicas que estimaron como aquellas en las que deberían aplicarse son la agricultura, la energía y la transformación digital del sector productivo. El trabajo puede leerse completo en https://fundacionsadosky.org.ar/wp-content/uploads/2024/02/Informe-Prospectiva-ID-2023.pdf
MÁS INFO
“En el país, el sector de software y servicios informáticos es muy vibrante, con más de 5.000 empresas, cerca de 200.000 empleados y una gran capacidad exportadora. Hay amplio consenso en que es de vital importancia que esos productos que se exportan sean cada vez de mayor valor agregado, y en eso el sistema científico tiene un rol clave –dice Fernando Schapachnik, director ejecutivo de la Fundación Sadosky–. ¿Cómo alinear los intereses de investigación, que tienen que ver más con el conocimiento básico, que desde la perspectiva científica no puede dejarse de lado, con otras prioridades que es imprescindible tener en cuenta para una vinculación virtuosa? Para responder a esa pregunta, encuestamos a cerca de 150 representantes, tanto de la industria como de la academia, para generar una especie de brújula que nos indique cuáles serían los caminos por los que orientar la investigación en informática en los próximos años”.
Además de servir como guía para la orientación de líneas de investigación y financiamiento en el sistema científico, el estudio es una herramienta útil para que las empresas de software y servicios informáticos definan estrategias de investigación y desarrollo, y concentren esfuerzos de inversión en áreas que les permitan obtener mayores beneficios, destacan los autores.
Para realizar este informe, Ricardo Medel y Cintia Callamullo León, del área de Vinculación Tecnológica de la Fundación, se basaron en metodologías de prospectiva que permitieron generar un consenso entre las opiniones de las 128 personas consultadas, que fueron seleccionadas por su pertenencia al sector privado y a instituciones académicas, privadas y públicas.
“Combinamos y adaptamos varios métodos para poder obtener un consenso entre expertos en busca de una visión en conjunto de cómo debería ser el futuro de estas tecnologías”, dice Medel, en la introducción.
El ejercicio se organizó en torno de dos rondas de cuestionarios que permitieron desarrollar una herramienta valiosa para trabajos futuros. Como las preguntas fueron abiertas, fue necesario un minucioso trabajo de interpretación, lectura y curación para identificar las tecnologías y normalizar sus términos y estructura.
Para la segunda ronda de consulta, se enfocaron en 17 tecnologías y nueve aplicaciones que fueron las más mencionadas en el primer cuestionario. De todas ellas, eligieron cinco tecnologías y tres aplicaciones.
Entre las seleccionadas, la inteligencia artificial y sus aplicaciones, fue, por mucho, la temática más mencionada y priorizada como más importante. Se la considera una herramienta estratégica fundamental en la evolución de diversos sectores, que puede abrir oportunidades sin precedente para la innovación y el desarrollo.
Otra mencionada múltiples veces en las respuestas fue la ciberseguridad, que en los últimos años pasó a ser un conocimiento crítico por los ataques cibernéticos cada vez más sofisticados que amenazan la digitalización de la vida diaria. “Al mismo tiempo, los desafíos de la autenticación, por medios biométricos u otros, requeridos para las operaciones digitales y físicas, representa una oportunidad invalorable en un mundo cada vez más interconectado –afirman los autores–. Inicialmente centrada en la protección contra intrusos digitales, la ciberseguridad se expandió para abarcar aspectos cruciales como la higiene digital para la población general y el desarrollo de sistemas seguros para el Estado”.
La ciencia de datos se consideró clave en el actual panorama tecnológico, ya que sectores tan diversos como el agro, la energía y la transformación digital de los servicios y la producción exigen capacidades de obtención, procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos.
La bioinformática es una disciplina relativamente joven, que une biología e informática, y también se consideró fundamental por sus aplicaciones, que van desde la salud a la producción agropecuaria.
Por último, el informe también incluye la legislación y regulación del uso indiscriminado de las TIC, algo en lo que estamos atrasados respecto al resto de los países centrales. “El no contar con esas regulaciones podría en breve también ser un obstáculo para nuestras exportaciones tecnológicas –escriben los autores–. En particular, se debe analizar el impacto social de la IA para establecer regulaciones en su aplicación, ya que el potencial de crecimiento que abre su aplicación tiene como contrapartida el surgimiento de nuevos problemas. Además, es posible aprovechar la diversidad cultural de nuestro país para ser referentes en una IA libre de sesgos”.
Un capítulo aparte merece la formación y retención de recursos humanos en estas disciplinas, que también figuraron como una importante preocupación de los participantes en este estudio. Más, si se tiene en cuenta que en el ámbito público la cantidad de investigadores/as en ciencias exactas disminuyó entre 2018 y 2022 de 14.520 a 14.333, y que los del área de ingeniería apenas crecieron de de 9.963 a 10.479 en el mismo lapso, según datos de la Dirección Nacional de Información Científica (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, 2023).
En cuanto a las tres aplicaciones consideradas de mayor prioridad para la I+D en tecnologías de la información y la comunicación son las que involucran a la agricultura, la ganadería, la pesca y la producción de alimentos (incluyendo el uso de drones, sensores, análisis de datos y otras tecnologías para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la producción agrícola); la transición energética y la transformación digital del sector productivo.
Varias de estas líneas de investigación están incluidas en el Plan Nacional de Ciencia 2030, promulgado por ley en octubre del año pasado. Esta norma plantea diez desafíos nacionales (o misiones) a partir de distintas agendas que se trabajarán en conjunto con todas las jurisdicciones del país. Uno es “promover la industria informática y de las tecnologías de la información para la innovación productiva y la transformación digital”.
“La prospectiva, como disciplina para anticipar los futuros posibles, resulta una herramienta clave en la planificación estratégica y la toma de decisiones. Al aplicar este análisis, se busca no solo prever escenarios, sino también influir activamente en su desarrollo para alinearlos con nuestros intereses y objetivos”, destacan Medel y Calamullo León.