La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) trabaja en la instalación de un parque solar para abastecer al 100% su demanda energética. El objetivo principal del proyecto, que se puso en marcha esta semana, es poder inyectar a la red eléctrica al menos la misma cantidad de energía que consumen todas sus facultades e institutos. De lograr la meta, podría convertirse en la primera universidad energéticamente autosustentable de América Latina.
“La universidad es pionera en utilizar energías renovables a gran escala. El parque que estamos proyectando ocupará unas diez hectáreas y tendrá una capacidad de cinco megavatios, equivalente a lo que se necesita para darle energía a una ciudad de diez mil habitantes. Como la universidad tiene muchas facultades, si queremos hacerla sustentable en materia energética necesitamos montar un parque de estas dimensiones”, explicó a TSS Nicolás Bardella, prosecretario de Posgrado de la Facultad de Ingeniería y coordinador del proyecto.
Un antecedente en el uso de energías renovables es que la Facultad de Informática de la UNLP instaló hace un tiempo paneles solares para abastecimiento propio. Sin embargo, en este nuevo proyecto no será necesario instalar paneles solares en cada facultad ni adaptar los edificios con equipamiento para poder convertir la energía solar en eléctrica, sino que esa generación estará concentrada en un parque que inyectará energía a la red en una cantidad suficiente para compensar la utilizada por las distintas dependencias de la UNLP.
La idea se viene gestando desde hace varios años, por iniciativa del vicepresidente Fernando Tauber y el decano de la Facultad de Ingeniería, Marcos Actis. En el armado del proyecto técnico participan especialistas de cuatro facultades: Ingeniería, Arquitectura, Derecho y Económicas, pero la iniciativa será transversal a todas las facultades. Si bien se analizaron distintas alternativas en torno al uso de energías renovables, se concluyó que la mejor opción era apostar por el uso de energía solar fotovoltaica a través de un proyecto a gran escala.
“Hay pocas universidades en el mundo que tienen abastecimiento del 100% con energías renovables, entre ellas, la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y la de Queensland (Australia). A nivel latinoamericano, hay pocos proyectos a gran escala. Muchos consisten en la instalación de paneles solares en el techo para abastecer a un instituto. Para dar una idea de la escala, en la Argentina, la UCA (Universidad Católica Argentina) es una de las que más paneles tiene y son unos 9.000, mientras que nuestro parque solar tendrá unos 180.000”, destaca Bardella.
Un parque solar fotovoltaico es una instalación a gran escala compuesta por una gran cantidad de paneles solares, varios equipos inversores (encargados de transformar la corriente continua recibida del sol en corriente alterna para poder utilizarla en dispositivos eléctricos), una sala de control centralizada y transformadores de alta tensión. Básicamente, las celdas de los paneles captan la energía solar y ésta circula por inversores y transformadores hasta inyectarse a la red eléctrica.
El lugar de emplazamiento del parque todavía se está definiendo en base al análisis de distintas variables técnicas pero será dentro de los terrenos pertenecientes a la UNLP. En cuanto a los paneles, para esta primera etapa serán importados pero otro objetivo de la universidad es que más adelante se pueda ampliar el parque desarrollando tecnología local. Otra posibilidad es importar las celdas y ensamblar los paneles acá.
“Ya en la primera etapa planeamos tener una capacidad para inyectar los cinco megas proyectados y abastecer el equivalente a la energía que utiliza la universidad. Si después, además, podemos desarrollar paneles para inyectar más energía y poder contribuir al entramado energético argentino, sería ideal. Para eso, se podría generar una asociación, como se ha hecho en otros proyectos de la UNLP, como la fábrica de baterías de litio con Y-TEC o la fábrica de vacunas con el Ministerio de Ciencia”, plantea el investigador.
Actualmente, los especialistas se encuentran trabajando en terminar el proyecto ejecutivo para poder llamar a licitación y apuntan a que eso sucederá en los próximos cuatro o seis meses. Una vez otorgadas las licitaciones, estiman que la construcción del parque llevará de 12 a 15 meses. En cuanto a la inversión necesaria para montarlo, el investigador señala que, teniendo como referencia las tarifas actuales de electricidad (que pueden variar), el costo se amortizaría en unos 10 o 12 años.
“De todos modos, el objetivo principal de la universidad no es recuperar la inversión, como podría ser el de una empresa, sino que apunta más a otros objetivos, como promover una mirada sustentable en la comunidad educativa, fortalecer la transferencia de tecnología, impulsar nuevas carreras y hasta pensar en hacer una fábrica de paneles en el futuro. Es un disparador para muchos otros proyectos que seguramente van a venir”, finalizó Bardella.
Con información de la Agencia TSS