¿Qué relación existe entre la interconexión digital y un ternero que acaba de dar sus primeros pasos? Puede sonar a broma pero el “internet de las vacas” es una realidad. El traslado de la tecnología al entorno rural indica que la revolución digital también llegó a los animales y, específicamente, a la ganadería de precisión.
Para muestra, vale el caso de la pyme argentina Digirodeo, que brinda soluciones de trazabilidad para la industria ganadera. Con caravanas electrónicas y pistolas de vacunación conectadas a la nube, logra aumentar la trazabilidad nutricional y sanitaria de los rodeos. ¿Cómo lo hace? Desarrollando una tecnología basada en “internet de las cosas”, que permite recolectar y analizar los datos sobre las vacas y maximizar la producción. “Desarrollamos dispositivos de internet de las cosas, tanto hardware como software, que los usamos para capturar los datos a campo y transformar esos datos en información útil para el productor”, cuenta a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, Ignacio Iturriaga, director de Digirodeo.
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Según explica, en la base de las herramientas que desarrollan hacen hincapié en la inocuidad de los alimentos. Es el caso de la jeringa inteligente que recaba todos los tratamientos que se le hacen a los animales y controla, entre otras cosas, los periodos de carencia, es decir, los días que tienen que pasar después del tratamiento para que se pueda enviar el animal a faena. Además, al capturar todos los eventos que tiene un animal, la tecnología permite blindar el dato y lo vuelve inequívoco, sin errores de transcripción.
¿Cómo funciona la jeringa inteligente?
A partir de dispositivos de lectura animal, la pistola vacunadora “cargada con internet 4.0” permite crear datos de un proceso productivo ganadero e integrar la información alojada en los dispositivos con una aplicación móvil. Así, el productor puede acceder a todos los datos de la hacienda en una plataforma online, libre de errores.
“Se hace todo el procedimiento con la pistola: al recabar la información quedan registradas las condiciones ambientales, quién vacunó, las coordenadas del lugar donde se vacunó, el medicamento que se usó, quién fue el técnico a cargo… Es decir, todo lo que le pasa al animal se transforma en información automáticamente”, apunta. De esta manera, una vez que se recabaron los datos a campo se suben a la plataforma de big data que funciona en la nube y esos datos permiten analizar la performance del animal. Luego, va a un tablero que controla la producción y brinda indicadores automáticos, por ejemplo, si hay deficiencia en la alimentación, o eficiencia de preñez de un rodeo.
Finalmente, ese tablero de control se puede conectar con algún sistema de gestión financiera o alguna plataforma de blockchain.
Con herramientas inteligentes se capturan todos los eventos que tiene un animal y se puede analizar desde cualquier computadora.Si bien en Argentina no es obligatoria, la trazabilidad animal va en camino a ser una condición obligatoria. ¿De qué se trata? Es la relación ininterrumpida desde el nacimiento del animal hasta los productos derivados de la faena del animal, comercializados y puestos a disposición del consumidor. En esa línea, si bien la trazabilidad no es sinónimo de calidad, constituye el primer paso para lograrla. Por eso, las herramientas que brinda Digirodeo son clave para la gestión ganadera que, cada vez más, explora los posibles beneficios de la incorporación de las TIC en toda su cadena de valor.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas