La madre de María Soledad Morales dijo que sabe "quiénes son los que encubrieron el crimen"

El caso de María Soledad estuvo lleno de irregularidades y encubrimientos, y su madre, Ada Rizzardo, asegura saber quiénes fueron los responsables.   

15 de octubre, 2024 | 17.01

El 8 de septiembre de 1990, hace más de 34 años, María Soledad Morales fue violada y brutalmente asesinada en Catamarca. Por el femicidio, que en aquel momento intentó definirse como “crimen pasional” y estuvo plagado de encubrimientos, sólo hubo dos detenidos que no cumplieron pena completa y muchos hijos del poder que salieron inmunes. La madre de la joven asegura saber “quiénes encubrieron el crimen”

El caso de María Soledad tuvo muchísima corrupción, recién en el año 1994 la causa se elevó a juicio y en febrero de 1996 comenzó el debate oral, la cantidad de inconsistencias que se dieron a lo largo de las audiencias derivaron en la anulación del debate que se volvió a hacer en 1997, y el veredicto del juicio se conoció en febrero de 1998. Guillermo Luque y Luis Tula fueron condenados a 21 y 9 años de prisión respectivamente. Se estableció que Tula entregó a María Soledad a Guillermo Luque y sus amigos para drogarla, violarla y asesinarla. Sin embargo, los demás involucrados quedaron fuera de la causa.

Se cree, aunque la Justicia no lo determinó así, que además de Guillermo Daniel Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque, se encontraban el hijo y los sobrinos de José Jalil, el entonces intendente de la capital provincial, y el hijo del jefe de la policía provincial.

Han quedado muchas cosas sin aclarar, el engaño, la mentira, tan solo se condenó a dos personas y uno sabe”, sostuvo Ada Rizzardo, madre de María Soledad, en una entrevista que brindó a Radio Ancasti en septiembre del año pasado donde señaló que a veces se entera “de muchas cosas sueltas que en el camino no quisieron tratarlas y miraron para otro lado”. 

En ese sentido aseguró: “Yo sé quiénes son los que encubrieron, su papá (Elías Morales) ya no está. Tengo que ser fuerte porque el sostén mío ya no está". "Son siete hijos, tengo seis nietos y tres bisnietos, y viene una nieta en camino. Pero siempre está la ausencia de mi hija en alguna reunión, en el día de la madre o en el cumpleaños de alguno de ellos yo los miro y represento a mi hija y a mi esposo que están ausentes”, expresó Ada.

El femicidio de María Soledad Morales

La madre de María Soledad Morales dijo que sabe "quiénes son los que encubrieron el crimen".

María Soledad tenía 17 años, pertenecía a una familia humilde y planeaba irse de viaje de egresados junto a sus compañeras de 5º año. Para eso, sus amigas habían organizado una fiesta aquel 7 de septiembre con el objetivo de recaudar fondos y ayudar a quienes, como ella, no podían pagar el viaje.  La joven participó en la puerta del baile vendiendo entradas y le dijo a su mamá que después de la fiesta se iba a dormir a lo de una amiga pero, en realidad, había quedado en verse con Luis Tula, un hombre más grande con quien ella tenía una relación romántica hacía un tiempo. Tula debía pasarla a buscar al finalizar el baile para irse juntos. Sin embargo, pasó por el lugar antes de lo acordado para cancelarle. 

Entonces, al terminar la fiesta la adolescente se fue a la parada a esperar el colectivo, pero mientras esperaba pasaron cuatro hombres en un auto, Luis Tula y tres chicos más que la llevaron a Clivus, otro boliche más alejado. Entre los asistentes se encontraban los denominados “hijos del poder”: Guillermo Daniel Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque; el hijo y los sobrinos de José Jalil, el entonces intendente de la capital provincial, y el hijo del jefe de la policía provincial.

El 10 de septiembre, tres días después, el cuerpo de María Soledad fue encontrado desfigurado y semidesnudo junto a la ruta Nº 38, a seis kilómetros del centro de San Fernando del Valle de Catamarca. Se pudo establecer tras la autopsia que la joven fue drogada, violada en reiteradas ocasiones y luego asesinada. Su cuerpo presentaba altas dosis de cocaína que no podrían haber sido inhaladas de manera voluntaria.

A lo largo de la investigación, un colectivero declaró haber visto a tres hombres que arrojaban el cuerpo en ese lugar pero nunca se los pudo identificar. Al cadáver le faltaba parte del cabello, las orejas y un ojo. La investigación estuvo plagada de inconsistencias, irregularidades y encubrimientos, sólo quedaron Luque y Tula detenidos.