Después de varias jornadas de testimonios, inspecciones y en último lugar de los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa de los acusados, se llevó a cabo el cierre del segundo juicio que se lleva a cabo por el femicidio de Lucía Pérez, ocurrido a principios de octubre del 2016 en la ciudad de Mar del Plata, donde Matías Farías (29) y Juan Pablo Offidani (47), están acusados de abusar sexualmente y asesinar a la adolescente. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de la localidad balnearia definió que la audiencia de lectura del fallo se realizará el próximo viernes 17 de marzo, a partir de las 12 hs.
El pasado 23 de febrero, luego de los feriados por Carnaval y el obstáculo que estos produjeron al desarrollo del proceso, se llevaron a cabo los alegatos por parte de la fiscalía y la querella. En primer lugar, el fiscal Leandro Arévalo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 7 aseguró que el principal acusado -Farías- tenía la intención de venderle estupefacientes a la joven con el objetivo de "tener sexo con ella del modo que fuera", un accionar que reproducía con otras jóvenes del lugar.
Mientras que, por otro lado, en relación al rol de Offidani, aseguró que "ni era remis ni nada que se le parezca" de Farías, sino que "era socio" al momento del crimen y que juntos vendían drogas en las inmediaciones de escuelas de la zona. En esa línea, el fiscal planteó la importancia de aplicar una perspectiva de género en el segundo juicio "ya que es reconocer la asimetría de poder, la desproporción entre Lucía y Farías está probada".
Tras dos horas de alegato, el fiscal Arévalo solicitó la pena de prisión perpetua para el principal acusado de abusar sexualmente a Lucía y asesinarla posteriormente; mientras que solicitó 20 años de cárcel acumulativos y no composicional (es decir, que los ocho que lleva preso no deben computarse) para el segundo hombre imputado como "presunto cómplice del hecho". Según sus argumentos, en el debate quedó acreditada la responsabilidad de Farías y Offidani por el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio".
Sobre el cierre, pidió "disculpas en nombre del Ministerio Público Fiscal" a causa de las "falencias" de la instrucción inicial del caso, a cargo de la fiscal María Isabel Sánchez que "derivaron en un perjuicio para las pretensiones de la familia de la víctima". Tras las actuaciones de la primera fiscal, se perdieron elementos de prueba y se dejó ir a Farías tras el traslado del cuerpo de la víctima. Posteriormente, el TOC 1 de Mar del Plata determinó que los acusados eran culpables por tenencia y venta de drogas, pero no por el asesinato de Lucía.
La querella, representando a la familia -Marta Montero y Guillermo Pérez, ambos presentes en cada una de las audiencias-, también basó sus alegatos centrados en el consentimiento y en la perspectiva de género para demostrar que Lucía fue víctima de abuso y de una muerte agravada. "Más allá de toda duda razonable hemos probado que Lucía no pudo consentir ninguna relación sexual, tenía 16 años y Matías era un transa de 23. Fue Farías quien le dio la cocaína, está comprobado que Lucía quería pagar la deuda que tenía con él", expresó Florencia Piermarini, una de las abogadas.
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Tanto Piermarini como Verónica Heredia sostuvieron su alegato en la perspectiva de género y remarcaron la importancia de analizar el hecho teniendo en cuenta tres dimensiones claras: el género, la edad de la víctima y el consumo problemático, vinculado al ya mencionado consentimiento. Para la querella, tanto Farías -principal acusado- como Offidani, considerado "como partícipe necesario", deben ser condenados con la misma pena: prisión perpetua. "Estuvo todo el tiempo mientras Farías drogaba y violaba a Lucía, puso el elemento indispensable para trasladar a Lucía y luego estuvo de campana", explicó Heredia sobre el segundo acusado.
La defensa puso en tela de juicio el femicidio de Lucía
Durante este martes 28 de febrero, la defensa intentó probar la inocencia y solicitó la absolución de los dos imputados frente al Tribunal Oral encabezado por Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz. En la misma línea, calificaron de inconstitucional el pedido de prisión perpetua realizado por la querella y la fiscalía en la jornada previa y consideraron que "no existió" el delito del que se los acusa.
No solo cuestionaron la acusación del presunto abuso y el posterior femicidio de la menor, sino que también acusaron al Poder Judicial. "La Justicia cancela la venganza pero lo que aquí parece perseguirse es una condena emocional", planteó la defensora oficial de Farías, María Laura Solari, que además afirmó que va a "en contra del estado de derecho". En esa línea discutió la "materialidad delictiva" del hecho y definió como "inconstitucional" el pedido de prisión perpetua, justificando que su defendido es joven por lo que deberá "cumplir 50 años de encierro" algo que va "contra los derechos humanos".
Además de asegurar que "no existió delito alguno", Solari sostuvo que la falta de consentimiento por parte de Lucía "no pudo ser probada ni remotamente" ya que "no hay un solo dato" que indique esto. También apuntó contra la fiscal María Isabel Sánchez, "la única que debiera estar sentada hoy aquí porque todo lo que hizo generó una situación y un dolor inconmensurables", argumentó.
En tanto, el abogado César Sivo, que representa a Offidani junto a Romina Merino, adelantó que "no hay hecho ilícito en sí", y que su defendido "no aportó nada". Ambos abogados defensores sostienen que el TOC 2 no pudo acreditar que haya existido el abuso sexual y que, de acuerdo a los peritos, la causa de la muerte de la menor "fue una asfixia tóxica por el consumo de cocaína", subrayando que los acusados no tuvieron ningún rol en el desenlace fatal. Por último, cuestionó los "rulos interpretativos" de las abogados y los "recursos tribuneros" de la fiscalía, basadas en "puros prejuicios".
Tras el cierre de los alegatos, ambos acusados se expresaron de manera virtual desde sus lugares de detención. Farías, desde la Unidad Penal de Florencio Varela, fue corto y conciso: "Solo quiero decir que las cosas sucedieron como dijeron mis abogadas". Mientras que Offidani, desde la Unidad Penal de Batán, señaló que tenía "la conciencia tranquila de haber hecho todo lo posible para llegar rápidamente" al centro de salud "para brindarle asistencia" a Lucía.