La familia de Lautaro Morello, el joven que fue encontrado sin vida en Guernica luego de estar desaparecido por una semana en diciembre pasado, duda sobre la investigación y pidió nuevas pruebas de ADN para verificar que el cadáver encontrado se trata de su hijo. Por otro lado, el fiscal Daniel Ichazo, quien investiga el homicidio de Morello y la desaparición de su amigo Lucas Escalante, decidió ampliar la imputación contra Cristian y Maximiliano Centurión, los dos principales detenidos del caso, al considerar que mantuvieron privado de la libertad por más de un mes al segundo de los jóvenes.
Lautaro y Lucas se encontraban desaparecidos desde el 9 de diciembre y fueron vistos por última vez en el partido bonaerense de Florencio Varela. Lautaro, por su parte, fue hallado sin vida una semana después en Guernica, a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre.
Las dudas de la familia de Lautaro: cuáles son sus sospechas
Si bien el cadáver de Morello fue reconocido mediante las huellas dactilares, el abogado que representa a la familia de Lautaro, Carlos Diéguez, pidió la exhumación para establecer mediante un ADN que se trate de él, pedido que acompañará el fiscal y que podría ejecutarse en las próximas horas. "La familia supone que no sería él, por las preguntas que hacía la policía antes de aparecer el cuerpo... Consultaban la ropa, el número, el color y marca de zapatillas, entre otras irregularidades", nos confirma el abogado.
Por otra parte, en diálogo con El Destape, Diéguez resaltó que la pequisa "viene muy bien, a pesar de todas las trabas por los contactos políticos, judiciales y policiales de la banda" y que a partir del próximo martes se iniciará la segunda fase de la investigación "sobre personajes civiles", agrega. Según el abogado, creen que se trataría de una "banda mixta". Resta esperar si habrá nuevos detenidos siguiendo dicha línea de investigación y si los peritajes a los teléfonos instalan nuevos nombres sobre la mesa.
Amplian imputación y los principales acusados se negaron a declarar
Tanto Cristian como su primo Maximiliano se negaron a declarar ante el fiscal a cargo de la UFIJ N° 1 de Berazategui, quien durante la jornada del lunes les amplió la imputación como coautores de la "privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia" de Escalante. Hasta el momento, ambos se encontraban detenidos por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía o insidia" de Morello. Luego, fueron regresados a sus lugares de detención en la Unidad 35 y 28, respectivamente, del penal bonaerense de Magdalena.
Por su parte, el excomisario mayor de la bonaerense, Francisco Centurión, padre de Cristian y tío de Maximiliano, fue detenido el lunes de la semana pasada en su casaquinta ubicada en la localidad de La Capilla (Florencio Varela) tras recibir un disparo en la pierna izquierda mientras intentaba escaparse de la policía. Según fuentes judiciales, también se negó a declarar en las últimas horas. En el mismo domicilio, se realizaron un total de seis allanamientos; lo mismo ocurrió en las casas de la actual pareja, su exesposa, sus dos hijas y las celdas donde están su hijo y sobrino. Se secuestraron teléfonos, cajas fuertes, un bolso con un pasaporte y cerca de 15 mil dólares -razón por la cual creen que tenía intenciones de fugarse-.
En el caso del excomisario, el fiscal Ichazo lo imputó por los delitos de "sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes (de Escalante) y por ser cometida con violencia" y hasta el momento, no dio brindó declaración alguna. "Si bien Francisco Centurión tomó el control del hecho que habían comenzado su hijo y su sobrino, estos (Maximiliano y Cristian) contribuyeron a la privación ilegal de la libertad de Escalante, al menos, hasta que quedaron detenidos", aseguraron a El Destape.
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Fuentes judiciales confirmaron que el pasado lunes comenzaron a ser peritados los celulares secuestrados y esperan que para el próximo viernes se conozcan los resultados luego de que ninguno de los detenidos colabore en el desbloqueo de los aparatos. Hasta el momento, no hay nuevos detenidos aunque no se descarta que haya nuevos imputados de la policía. La fiscalía cree que Escalante permaneció con vida los días posteriores a la violenta muerte de Lautaro, aunque no creen que haya estado en la casaquinta todo ese tiempo: hay indicios y movimientos de antes de celulares en Brandsen.
"En diferentes días detectamos que dos celulares del clan Centurión se apagaban repentinamente por varias horas y luego se volvían a activar para no dejar rastros de geolocalización", señalan desde la causa. En esos días, el teléfono de Lucas se activó por última vez en una zona cercana al complejo de Aguas Claras. "Todos los indicios nos llevan a pensar que, a la fecha, Lucas está muerto", manifestaron a este medio. De todas formas, cuentan, que la zona de búsqueda es muy amplia.
El caso de Lucas y Lautaro: qué se sabe hasta ahora
El 9 de diciembre pasado, mientras la gente celebraba la victoria de la Selección Argentina ante Países Bajos, Lucas pasó a buscar a Lautaro en su BMW azul sin un destino definido. Si bien algunos sostuvieron que se unirían a los festejos, la mamá del fallecido Lautaro negó que esto sea así. La hipótesis principal de la fiscalía está relacionada con la venta de vales de nafta -pertenecientes a la fuerza provincial-, utilizada como herramienta para atraer al primero al lugar del hecho. En el medio, el fiscal Ichazo trabaja en diferentes teorías para entender el trágico final: si hubo algún conflicto previo o si el vínculo entre los Centurión y Escalante estaba atravesado por otro negocio ilegal.
Además de los tres Centurión (Cristian, Maximiliano y el excomisario, Francisco), también fueron detenidos: el jefe de la Seccional N° 4 de Bosques, Sergio Enrique Argañaraz por encubrimiento y obstaculizar los procedimientos realizados, como por ejemplo no preservar la escena; el policía, Ramiro Yair Forchinito por falso testimonio -aunque tiempo después fue liberado bajo caución- y el comisario mayor de la DDI de Quilmes, Luis Alberto Zaracho, por encubrimiento acusado de haber ayudado a los jóvenes a "eludir la investigación".