“Pasaron muchas cosas estos últimos años. Ténganme paciencia que tengo mucho para decir”. Así comenzó la primera declaración pública de Britney Spears en el marco de la causa por la tutela legal que pesa sobre ella desde hace casi 13 años.
“Voy a ser honesta. No volví a la Corte en mucho tiempo porque no creí que me fueran a escuchar. Traje cuatro hojas de papel y escribí en detalle lo que ha sucedido. Mi papá y cualquier persona involucrada en esta tutela y mi administración deberían estar en la cárcel”, continuó la princesa del pop.
La audiencia se llevó a cabo el miércoles por la tarde en Stanley Mosk Courthouse, ubicado en la ciudad de Los Ángeles. La artista de 39 años declaró por vía telefónica ante la jueza Brenda Penny y detalló el calvario que vive desde que comenzó a regir el conservatorship. Desde 2008, la ídola pop se encuentra bajo esta “curatela” a cargo de su padre ya que, según aseguraron en aquel entonces, Britney no se encontraba en condiciones mentales para ser autónoma. Desde ese momento, no puede disponer libremente de su dinero, manejar, votar, decidir cuándo ver a sus dos hijos, “postear” en sus redes sociales sin previa supervisión, ni hablar con la prensa sobre esta situación. Sin embargo, luego de la puesta en marcha de esta tutela legal, la artista siguió trabajando y generando dinero.
Fueron sus fans quienes visibilizaron estos abusos a modo de denuncia a través del movimiento #FreeBritney. Si Britney no se encuentra en condiciones mentales para ser autónoma, ¿cómo es posible que continúe trabajando? ¿Cómo puede generar millones de dólares de ganancias? Y si en cambio se encuentra mejor de lo que dicen, ¿por qué sigue sumergida en este proceso?
En su declaración, Britney fue contundente. Dijo que fue obligada a trabajar bajo amenaza, que no cuenta con privacidad ni siquiera en su propia casa y que fue medicada con psicofármacos contra su voluntad, bajo el estricto control de seis enfermeras. También contó que la obligaron a colocarse un DIU para no quedar embarazada pese a que, según expresó, desea tener hijxs con su novio.
“No debería estar bajo tutela si puedo trabajar y generar dinero para mí y otras personas; no tiene sentido”, aseguró la cantante. De esta manera, Britney avaló lo que el movimiento #FreeBritney viene denunciando hace años.
La artista pop responsabilizó por esta situación a su padre, al equipo y al resto de su familia: “Todo lo que me sucedía tenía que ser aprobado por mi padre. (…) Mi papá y cualquier persona involucrada en esta tutela y mi administración deberían estar en la cárcel. Me gustaría demandar a mi familia”.
“Me hicieron un test psicológico larguísimo y me dijeron que lo había reprobado y que me iban a internar en una clínica por la que tenía que pagar 70 mil dólares por mes. Si no accedía, no podía ver a mis hijos ni a mi novio”, continuó.
“Le dije al mundo entero ‘Estoy bien y estoy feliz’, pero es mentira. Estoy traumatizada, no puedo dormir. Estoy muy enojada y deprimida. Lloro todos los días (…) Es vergonzoso y desmoralizador lo que he atravesado. Esa es la razón principal por la que nunca lo he dicho abiertamente. Quiero recuperar mi vida. Han pasado 13 años, es suficiente. Creo que esta tutela es abusiva”, enfatizó.
La artista reconocida internacionalmente admitió que no habló públicamente antes por miedo a que nadie le creyera. Si tomamos en cuenta el bullying que sufrió en las redes sociales y en los medios de comunicación en estos últimos años, tiene motivos de sobra para haber tenido esos reparos. Ella más que nadie vivió en carne propia los abusos desmedidos por parte de la prensa que supo sacar provecho del minuto a minuto de su “derrumbe”.
No es un hecho aislado
Este conservatorship que pesa sobre la estrella pop es contrario a lo que establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, al cual Estados Unidos adhirió pero no ratificó.
Para la jueza de familia de la Provincia de Buenos Aires María Silvia Villaverde, es fácil darse cuenta que Britney está “vulneralizada al extremo” pero el problema es que hay muchos intereses de por medio. “Está rodeada por gente que la utiliza y no es tan difícil de probar. Pasó con figuras de la música, como Luis Miguel, pero también del ámbito del fútbol. El tema merecería una campaña mundial porque se visibilizaría la situación de muchos otros, y no me refiero a los más pobres. Estos intereses se dan en las clases más altas, donde todo se tapa con dinero, con relaciones de poder y hasta con aprietes a jueces”, aseguró en diálogo con El Destape.
El psicólogo y Director Nacional de Protección de Derechos de Grupos en Situación de Vulnerabilidad de la Secretaria de DDHH de la Nación, Leonardo Gorbacz, sostuvo que mientras las ciencias sociales y las ciencias médicas evolucionaron en cuanto a la forma de entender y de tratar los problemas de salud mental, la respuesta de la mayor parte de los Estados del mundo no ha variado demasiado. “La mayoría de los países tiene un sistema de salud mental que está atrasado respecto de los avances de las ciencias y también respecto de los estándares internacionales de derechos humanos”, remarcó.
Villaverde sostiene que este tipo de casos podrían ser muchos más de los que imaginamos. “El caso de Britney debería ser considerado como una denuncia para investigar esas situaciones injustas y contrarias al derecho vigente en su máximo nivel, vale decir en los estándares internacionales de derechos humanos actuales”, añadió.
La ex jueza y secretaria ejecutiva del Órgano Nacional de Revisión de Salud Mental, María Graciela Iglesias, coincide con este punto. “Estos casos son bastante comunes en el mundo pero hoy se está trabajando para que cambien las legislaciones. Los comités de la Convención de los Derechos para Personas con Discapacidad vienen reclamando porque hay un concepto distinto de la discapacidad del que tiene el común de la gente: la discapacidad está en la sociedad y no en la persona. A partir de esa idea se revierte todo. Lo que hay que hacer es otorgar accesibilidad, eliminar barreras y permitir la interacción con el entorno, se trate de quien se trate y de cómo se trate”.
Cómo es la legislación en Argentina
La Defensora de Niños, Niñas y Adolescentes, Marisa Graham, destacó que Argentina cuenta con una de las legislaciones en salud mental que es de las más avanzadas del mundo, tanto en adultxs como en niñas, niños y adolescentes. “Además, se consolida con lo que plantea el Código Civil y Comercial de la Nación. Se presume la capacidad del sujeto o de la persona y, más que de tutorías, se habla de apoyos, que tienen que ver con aquellos con que la persona, por una determinada afectación o afección o por la edad o por su grado de madurez, pueda o no hacer”, señaló.
En nuestro país, para este tipo de casos se suele designar lo que comúnmente se denomina ‘apoyos’, pero siempre se deben respetar las preferencias y los intereses expresados por la persona.
Cómo sigue la causa de Britney
La causa tomó mayor impulso desde la mitad del año pasado, cuando se produjo un cambio sustancial: Samuel Ingham, el abogado de Spears, designado por la Corte desde que comenzó la tutela en el año 2008, comenzó a actuar más en línea con los derechos de Britney y sus intereses, contrariamente a lo que venía ocurriendo.
Ahora, Ingham tiene que hacer la presentación formal del pedido para finalizar con el conservatorship. A su vez, debido a los duros cuestionamientos que recibió hasta el año pasado por parte del público, el abogado ofreció dar un paso al costado. La próxima audiencia se adelantó para el 14 de julio.