Tortugas, planctons, tiburones, peces, insectos, medusas, calamares, y escorpiones, forman una larga lista. Aunque no lo creas, ciertas clases de ellos tienen algo en común: son animales luminosos.
Sí, el mundo está lleno de especies y organismos vivos con increíbles colores brillantes. Son capaces de producir y emitir luz, es decir, son bioluminiscentes o biofluorescentes.
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Cada uno tiene una razón en particular para brillar. Puede ser una forma de comunicación y apareamiento, aunque a menudo también lo utilizan para ahuyentar a los depredadores o atraer a las presas.
Por ello, en este artículo te hablaremos sobre los animales luminosos, por qué lo hacen y a qué se debe este fenómeno tan interesante. Además te damos los detalles de los más conocidos.
¿Por qué brillan algunos animales?
Lo creas o no, poder brillar les resulta muy útil. Una luz bioluminiscente repentina puede sorprender y aturdir a presas potenciales, o bien, iluminarlas para que al depredador le resulte más fácil verlas.
Los animales luminosos también pueden utilizar su luz como señuelo en las profundidades del mar para atraer a sus presas. O bien para distraer o desviar a un depredador por un tiempo y poder escapar rápidamente.
Algunas criaturas iluminan la noche al volar. Las populares luciérnagas atraen a sus parejas y ahuyentan a los depredadores con su característico brillo.
Una luz brillante también puede indicarles a los depredadores que la presa potencial es tóxica, o incluso servir como señal de advertencia para otros de que hay un depredador en el área.
Otras de las razones tiene que ver con una herramienta para camuflarse. Ciertos animales las emplean para pasar desapercibido en sitios donde el entorno tiene colores vivos y llamativos, aunque no sea común en la naturaleza.
Igualmente puede ayudar a los animales a aparearse. Las señales bioluminiscentes pueden atraer a una pareja potencial o ayudar a los animales a distinguir entre machos y hembras.
¿Bioluminiscencia o biofluorescencia?
Los seres humanos siempre han estado fascinados por los organismos productores de luz o animales luminosos. Ha sido tema de innumerables debates, sobre todo en relación con cómo lo hacen.
La biofluorescencia y la bioluminiscencia son dos fenómenos naturales se observan en aquellas criaturas que han evolucionado para producir o emitir luz. Si bien estas capacidades parecen similares, cada una tiene características únicas que las hacen bastante distintas entre sí.
Las plantas y organismos biofluorescentes absorben luz de longitud de onda baja o tenue. Luego, emiten luz de longitud de onda alta lo que les permite brillar sobre un fondo oscuro.
Esto significa que los organismos biofluorescentes no emiten luz desde su propia fuente de energía ni es una reacción química. La luz emitida es de un color completamente diferente al que se absorbe: generalmente verde, rojo o naranja.
Ejemplos de biofluorescencia son los organismos oceánicos. Los corales, las medusas y una amplia gama de peces utilizan esta capacidad para comunicarse, camuflarse o aparearse.
A diferencia de la biofluorescencia, donde un organismo emite luz tras la excitación de una fuente de luz externa, la bioluminiscencia se genera mediante una reacción química o biológica.
Es decir, la luz se crea dentro del cuerpo del organismo. Además, en el proceso de bioluminiscencia intervienen componentes importantes como son la luciferasa y la luciferina.
Los 19 animales luminosos
¿Quién no conoce una luciérnaga y ha quedado fascinado por su particular forma de emitir luz? Seguramente son muchos, pero pocos son los que saben que la gran mayoría de los animales luminosos en realidad se encuentran en las profundidades de los océanos.
A continuación te dejamos con una lista detallada de 19 animales luminosos. Probablemente, nunca hayas oído hablar de algunos de ellos.
Medusa arco iris
La medusa arcoíris o arco iris es una especie descubierta recientemente en Tasmania, una isla australiana. Es capaz de emitir una gran gama de luces de diferentes colores similares a la del arcoíris.
Mide alrededor de 13 centímetros y pertenece a la familia Ctenophora. Aunque son débiles y delicadas si se les llegara a tocar, son grandes depredadores en su entorno. Habita a 1000 metros en las profundidades del océano.
Hongo Panellus stipticus
El hongo Panellus stipticus es de tamaño pequeño, luminiscente y con branquias. Es originario de Estados Unidos, principalmente de la costa este. Crece en troncos y tocones de madera dura.
Sus branquias brillan intensamente en completa oscuridad y no es comestible. Puede secarse y rehidratarse repetidamente entre lluvias y persiste durante meses a diferencia de otros hongos con branquias.
Tortuga carey
Al estar bajo luces, el caparazón de la tortuga carey es capaz de brillar como si fuera de luces de neón. Esta tortuga es el primer reptil salvaje en donde se ha documentado la biofluorescencia.
Dado que viven alrededor de arrecifes brillantes, esa adaptación podría ser una forma de integrarse en su entorno. O tal vez esa luz puede ser simplemente consecuencia de las algas que residen en su caparazón.
Escorpión
Bajo las luces ultravioleta, los escorpiones pueden adoptar un suave brillo azul verdoso. La mayoría de los arácnidos son nocturnos y parecen evitar la luz ultravioleta, incluida la de la luna, por eso siempre viven en cuevas o lugares oscuros.
Esta brillante adaptación es un sistema de alerta incorporado destinado a disuadir a los escorpiones de deambular durante las noches brillantes de luna, cuando es más probable que sean vistos por un depredador.
El plancton
Si bien muchos tipos de plancton producen luz, el género de los Tomopteris es el único que emite un raro brillo bioluminiscente amarillo. Mide poco más de 3 cm.
Esta especie de plancton liberan las partículas brillantes de las protuberancias nerviosas de su cuerpo (parecen piernas). Posiblemente, es un medio para distraer a los depredadores mientras intenta escapar de forma segura.
Calamar luciérnaga
El calamar luciérnaga mide alrededor de 8 cm, pasa el invierno en las profundidades del mar. Durante el verano, viaja a desovar frente a las costas de Japón, donde organiza un espectacular juego de luces, probablemente con el fin de comunicarse con sus parejas y rivales.
Estos calamares emiten luz azul a través de un órgano complejo llamado fotóforos que se disemina por todo el cuerpo. Está equipado con lentes, obturadores, filtros de color y reflectores. Al controlar estos órganos, el calamar puede emitir luz en cualquier patrón que desee.
Pez linterna
Originario de Australia, el pez linterna tiene un órgano debajo de los ojos donde se alojan las bacterias luminosas. Pueden retraer estos órganos o cubrirlos con un colgajo de músculo para ocultar la luz.
Los científicos sospechan que utilizan la luz tanto para atraer presas como para comunicarse con otros peces de su misma especie. Su nombre científico es Anomalopidae.
Luciérnagas
La luciérnaga es una familia de escarabajos que abarca alrededor de 2.000 especies terrestres conocidas. Durante el verano, iluminan el cielo nocturno con su asombrosa capacidad bioluminiscente.
El objetivo principal del resplandor es atraer pareja. Se ha demostrado que las hembras eligen a sus compañeros en función de la intensidad y la velocidad de sus patrones de destellos. También sirve como una especie de advertencia para los depredadores.
Glowworms
Se conocen como Glowworms (gusanos brillantes), pero en realidad son larvas de mosquito en su etapa temprana. Originarias de Australia y Nueva Zelanda, son miembros de la orden de las moscas, pero con una capacidad bioluminiscente única.
Las larvas están adheridas al techo de las cuevas de Waitomo y crean hilos delgados llenos de una sustancia que cuelga y emite una belleza etérea. Su verdadero propósito es atraer presas como arañas y mosquitos para alimentarse.
Pero no dura para siempre: una vez que alcanza la edad adulta, el mosquito pierde su capacidad de brillar.
Los milpiés
La especie de Motyxia, son los únicos milpiés bioluminiscentes conocidos. En realidad cuentan con 60 patas y se encuentran únicamente en una pequeña región de la cordillera de Sierra Nevada en California.
La luz de estos milpiés advierte a los depredadores nocturnos que están armadas y son peligrosas. Puede lanzar toxinas como el cianuro de hidrógeno, un gas extremadamente venenoso.
Medusas peine
Realmente, las medusas peine no son parientes cercanas a las medusas. En lugar de tentáculos, usan sus “peines” como remos para a abrirse camino a través del agua.
No producen su propia luz, pero cuando sus peines están en movimiento dispersan la luz lo que crea un fascinante espectáculo multicolor bajo el agua.
Calamar Bobtail
El calamar Bobtail vive en las aguas costeras de las islas hawaianas y Midway en el Pacífico. Tiene una relación simbiótica con una bacteria bioluminiscente llamada Vibrio fischeri.
Las profundidades del mar también son un gran lugar para encontrar animales luminosos, como el espeluznante brillo del rape o las centelleantes medusas.
Este calamar proporciona alimento a las bacterias y, a cambio, utiliza la bioluminiscencia azulada para mezclarse con las aguas iluminadas por la luna.
Luciérnaga de mar
La luciérnaga de mar es un crustáceo que mide menos de 3 cm de largo. Vive cerca de las aguas poco profundas de Japón. Durante la temporada de apareamiento, el macho arroja puntos de luz brillantes para revelarles su ubicación a las hembras.
Estos puntos del tamaño de una semilla de sésamo forman una nube de hermosa sustancia azul. Tiene como objetivo asustar o confundir a los posibles depredadores.
Rape
El rape es un un orden completo de animales, que abarca más de 200 especies. Este pez es de aspecto espantoso y tiene un órgano bioluminiscente fascinante.
El señuelo largo y nervudo que se extiende como un palo desde la parte posterior de la hembra es en realidad una aleta dorsal modificada. El extremo del señuelo se ilumina gracias a las bacterias bioluminiscentes que viven en su interior. Lo utiliza para atraer alimentos y pareja.
Krill
El krill es un pequeño crustáceo marino, la mayoría de ellos no miden más de 3 o 5 cm de largo. Son presas muy comunes de las ballenas, que los capturan por miles.
Estos organismos tienen la asombrosa capacidad de producir luz propia. Algunas especies incluso tienen una lente giratoria especial para dirigir la luz hacia un área específica. La razón de esto no está clara, puede que tenga que ver con el apareamiento.
Calamar Vampiro del infierno
El calamar vampiro del infierno debe su nombre a que es de color negro rojizo y tiene tentáculos palmeados que parecen una capa. Tiene, aproximadamente, el tamaño de una pelota de fútbol.
Su cuerpo está cubierto de órganos productores de luz que puede encender y apagar para atraer a sus presas. En lugar de tinta negra, los tentáculos de este calamar liberan una sustancia bioluminiscente cuando se siente amenazado.
Tucu tucus
El Tucu tucus es un escarabajo perteneciente a la familia de los Coleóptero elatérido. Habita sobre todo en las regiones tropicales de América.
Posee dos puntos luminosos brillantes que los destacan entre los demás insectos en la oscuridad de la noche. En muchos lugares es conocido como cocuyo.
Medusas gelatina de cristal
La medusa gelatina de cristal habita las costas norteamericanas, específicamente en las de Alaska y California. Es prácticamente transparente y posee una boca muy grande y contráctil y tentáculos fuertes.
Se destaca por su gen de luminiscencia. Esta medusa es capaz de brillar en la oscuridad y lo hace cuando se siente amenazada para espantar a sus depredadores.
Tiburones
Se estima que alrededor de 57 especies, o poco menos del 10 % de todos los tiburones, pueden producir algún tipo de luz. El más conocido, quizás, sea el llamado tiburón linterna.
Este animal habita en las profundidades del mar y es capaz de desplegar un brillo para camuflarse contra la tenue luz azul de su entorno.
En marzo de 2021, los científicos descubrieron que un gran tiburón depredador llamado Kitefin también es capaz de producir luz. Mide entre 92 cm y 153 cm y es el vertebrado bioluminiscente más grande conocido hasta ahora.
Conclusión
La mayoría de los animales, incluidos los humanos, emiten una pequeña cantidad de luz. Aunque normalmente es tan sutil que solo una cámara especializada podría capturarla.
Pero hay un selecto grupo que se sale de lo común. Los animales luminosos son capaces de emitir luz y la emplean para múltiples objetivos: protección, poder conseguir alimentos e incluso para aparearse.
Hay dos formas principales en que los animales emiten luz. El primero consiste en absorber la luz del entorno circundante y luego emitirla de vuelta. Este proceso se conoce como biofluorescencia.
El segundo método, conocido como bioluminiscencia, se produce cuando el animal produce luz por sí mismo. Esta alternativa es adaptativa y requiere de una reacción química compleja.
Sea cual fuese el caso, estas especies de animales nunca dejarán de sorprendernos. Sin dudas, si alguna vez has visto alguno de ellos, sus recuerdos centelleantes siempre permanecerán en tu memoria.
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