En el discurso del presidente Alberto Fernández ante el Congreso para dar inicio al año legislativo se escuchó en cuatro oportunidades la palabra “mujeres”. La primera vez fue para resaltar el trabajo denodado de todxs lxs trabajadorxs del sistema sanitario. El resto de las veces la palabra estuvo acompañada por un anuncio que viene a reforzar el esfuerzo que destina el gobierno a la transversalización de la agenda de género. La extensión de la licencia por paternidad, una deuda histórica con el movimiento feminista, y la creación de la Ley de Sistema Integral de Cuidados fueron algunos de los nuevos desafíos que el mandatario puso sobre la mesa, junto a la necesidad de alcanzar una “industrialización con perspectiva de género”.
Quizás este, el tercero desde su llegada a la Casa Rosada, fue el discurso del presidente con menos frases rimbombantes respecto a la violencia machista. Esta vez no propuso “convertir a la lucha contra la violencia de género en una política de Estado y de la sociedad”, como el año pasado. Pero sí planteó medidas concretas que se tomaron en los últimos años y que prometió se seguirán profundizando en los próximos.
Con el aborto legal como un telón de fondo que marca una gran diferencia con el año pasado, Fernández insistió en la necesidad de fortalecer la Educación Sexual Integral en todo el país. “Queremos que los niños, niñas y adolescentes sepan cuidar de sus cuerpos y de su salud reproductiva y sean responsables y tengan respeto con sus pares y, en particular, con las mujeres y las personas de las diversidades sexuales”, remarcó.
Uno de los anuncios más celebrados por los colectivos feministas consultados por este medio fue el de la extensión de la licencia por paternidad, teniendo en cuenta, en palabras del mandatario, que la “Argentina es uno de los países latinoamericanos más retrasados en regímenes de licencias parentales”.
De acuerdo al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la medida busca acabar con la desigualdad en los cuidados que impacta a lo largo de la vida de las mujeres y LGBTI+ e incide en su participación en la economía, en el mundo del trabajo y en la política. “La desigual distribución del trabajo de cuidado es el corazón de las desigualdades entre los géneros”, dijo Fernández.
Se enviará así un proyecto de ley para lograr “que en el país haya un régimen de licencias igualitarias”. Actualmente, las madres cuentan con 90 días corridos (entre el plazo pre y post parto), mientras que los padres sólo tienen una licencia de dos días. La iniciativa incluirá además a trabajadores monotributistas y autónomos, que no están alcanzados hoy por la normativa.
“Frente a las mujeres que no lograban salir de situaciones de violencia de género por falta de recursos económicos, creamos el Programa Acompañar y ya hay más de 130 mil mujeres a las que ha llegado esa ayuda y ese cuidado”, resaltó además Fernández respecto a la política pública que Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, define como preventiva de femicidios y travesticidios.
El mandatario también dijo que se está construyendo “una red de 30 Centros Territoriales de Políticas de Género y Diversidad en todas las provincias, para resolver las situaciones de violencia por motivo de género”, además de “80 equipos interdisciplinarios que asistan en casos de violencias de género y promuevan derechos en todo el territorio nacional”.
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Sobre el final, llegó un anuncio que nadie tenía en carpeta. Fernández dijo que se enviará un proyecto de ley para establecer “un sistema integral de cuidados con perspectiva de género que permitirá crear más de 200.000 puestos de trabajo para quienes cuidan a más de 1 millón de personas que necesitan de esos cuidados”.
Cómo será el “Sistema Nacional Integral de Políticas de Cuidado (SINCA)
La propuesta establece que el cuidado es un derecho, un trabajo y una necesidad que debe ser cubierta mediante una organización más justa de los cuidados, con redistribución, remuneración y mayor reconocimiento de las tareas y con más y mejores servicios.
De acuerdo a las proyecciones de población de INDEC, para el año 2040, la población de 60 años y más crecerá en casi 3,5 millones de personas (un 46% más que la actual), mientras que la población de hasta 19 años se mantendrá. Tomando en consideración que todavía el peso de la población dependiente (niñas, niños y personas mayores) es menor que el de las personas potencialmente activas, el proyecto señala la necesidad de “invertir a tiempo en políticas de cuidado, garantizando el acceso universal a servicios e infraestructura antes de que las familias ya no puedan hacerse cargo”.
Del mismo modo, se espera lograr un efecto multiplicador en la economía. Según la Organización Internacional del Trabajado (OIT), los países que más invierten en políticas de cuidado alcanzan tasas de empleo femeninas mayores al 70%, generando resultados positivos en términos económicos.
Las políticas que se llevarán adelante:
- de formación y profesionalización, para jerarquizar a lxs trabajadorxs del cuidado de las distintas esferas.
- de cuidados y asistencia domiciliaria para los grupos prioritarios que generen una red de cuidadores/as para cada población.
- de ampliación de servicios de educación temprana, que aumente la cantidad de educadorxs y establecimientos de educación y cuidado para cubrir la demanda.
- de infraestructura de cuidados (espacios de cuidados, espacios amigos de la lactancia, etc)
Cómo será el proyecto de licencias igualitarias
En el país el tiempo social promedio dedicado al trabajo de cuidado no remunerado es muy desigual. Las mujeres pasan 5.7 horas por día haciendo trabajo de cuidado no remunerado mientras que los varones dedican en promedio sólo 2 horas diarias, según el módulo de uso del tiempo que se incorporó en 2013 a la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU).
Para achicar esta brecha, el Gobierno propone extender progresivamente las licencias para ampliar la cobertura e igualar paulatinamente, de forma escalonada, las licencias parentales para todos los géneros, todos los tipos de familia (incluidas las familias que adopten niñxs) y tipos de trabajadorxs.
Los puntos más relevantes:
- Se aplicará un esquema similar para monotributistas y autónomos
- Esta propuesta no incluye ningún incremento de costos para lxs empleadorxs dado que se prevé que las nuevas licencias y la extensión de las vigentes sean financiadas por la seguridad social
- La iniciativa tendrá en cuenta también que “la perspectiva de cuidados y de género no está escindida de la de diversidad”. Por eso, reconocerá e incluirá en las licencias a las familias adoptantes, a los matrimonios igualitarios y a las diversas composiciones familiares en las que el cuidado está presente.
La opinión de los colectivos feministas
El Destape se comunicó con referentes de algunas organizaciones feministas para tener un termómetro de cómo fue recibido el discurso en este colectivo multisectorial. Algunxs resaltaron que los anuncios saldaron deudas históricas, pero pusieron en duda la transformación de muchas de esas promesas en resultados concretos. Otrxs opinaron que no se destina el presupuesto necesario para abordar los temas que incluyen la agenda de género.
“Es el tercer discurso consecutivo en el que habla de la agenda de género. Que haya propuesto el Sistema Integral de Cuidados con perspectiva de género es algo para destacar y celebrar porque tiene que ver con la agenda que los movimientos venimos marcando. Tocó un punto sensible que tiene que ver con la inversión en las políticas de género para la violencia y la prevención que nos preocupa de sobremanera, al igual que el fortalecimiento de la ESI, porque si queremos una sociedad libre de violencia tenemos que fortalecer la educación para tener un Estado que llegue antes. También me parece importante que haya una perspectiva de género en la industrialización, que se piense en mujeres liderando procesos. Por otro lado, consideramos que las políticas de prevención y promoción siempre tienen una pata más fuerte en la Capital. Hay que luchar para que se federalice la cobertura en las provincias y en el interior profundo”, destacó por su parte Mariana Palmero, integrante de Ni una Menos Córdoba.
"Que haya propuesto el Sistema Integral de Cuidados con perspectiva de género es algo para destacar y celebrar porque tiene que ver con la agenda que los movimientos venimos marcando", Mariana Palmero.
Por otro lado, Gisel Eiriz integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito Regional CABA y militante de Opinión Socialista opinó que “estas leyes son letra muerta si no se acompañan con políticas publicas y con presupuesto, sobre todas las cosas”. “La ESI no se implementa de forma plena y efectiva en todo el territorio nacional, en la formación docente no tenemos capacitación. Todavía seguimos exigiendo que se dé en las universidades y las iglesias siguen teniendo injerencia en algunos territorios donde las niñas atraviesan embarazos forzados”, remarcó al reclamar una “efectiva implementación de esta ley”. “Para todo se necesita presupuesto y es lo que no se destina a estos derechos que hemos conquistado”, reforzó.
María José Lubertino, cofundadora de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, exdiputada de la Ciudad y directora de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos opinó: "Hay áreas desde la perspectiva ecologista y feminista donde estamos muy bien y en las que es una garantía que esté al frente de este Gobierno esta fuerza política”. No obstante, señaló que "como ecofeminista" nota que “hace falta profundizar un debate en el modelo de desarrollo productivo para que garanticemos la sostenibilidad, la armonía con la naturaleza y justicia social de género”.
"Es importante también mirar en los temas en los que hace décadas nos sentimos interpeladas como la ESI y el envío de la ley de cuidados, ni hablar de la licencia de paternidad y maternidad, una demanda del primer 8 de marzo de 1984”, María José Lubertino.
Lubertino, quien asesoró al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad con las nuevas iniciativas, explicó que el proyecto de Ley Integral de Cuidados se trabajó en la transversalidad. “Hay que tener en cuenta que la brecha de empleo de las mujeres se agrandó, al igual que la precarización laboral. Somos las más perjudicadas por el Covid y la economía macrista. Es importante también mirar en los temas en los que hace décadas nos sentimos interpeladas como la ESI y el envío de la ley de cuidados, ni hablar de la licencia de paternidad y maternidad, una demanda del primer 8 de marzo de 1984”.
"Es bueno lo que dijo sobre la transición energética verde pero dice eso en un párrafo y después manda la ley de hidrocarburíferos. El colectivo ecofeminista dice: ‘Atención varones blancos héteros, no hagamos una transición que vaya hacia el hidrógeno libre o a energías verdes que signifique avanzar con la frontera sojera para avanzar en el biodiesel”, remarcó al poner en relieve su agenda ecofeminista.