Un hombre fue condenado, en Salta, a la pena de 14 años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado en perjuicio de su hijastra, a quien sometió durante años desde que tenía 12 y con quien tuvo tres hijos. El acusado continuará alojado en la Unidad Carcelaria 1 de la capital de la provincia cumpliendo con la condena.
El juez Javier Araníbar, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio de Salta, lo consideró autor penal y material responsable del "delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y por ser cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente". Además de ordenar que se mantenga en la unidad mencionada, el magistrado dispuso que se realice un examen médico y la extracción de material genético, para inscribirlo en los bancos de datos correspondientes.
Durante el juicio, la damnificada relató que cuando ella tenía 10 años el ahora condenado era pareja de su mamá y que en esa época se mudaron a Salta desde Mar del Plata. Ella era la mayor de cuatro hermanos y el imputado comenzó a abusarla cuando tenía 12, dándole pastillas en las comidas para debilitarla y que no pudiera defenderse. La denuncia fue realizada en el año 2018, cuando el hombre ya era su esposo y padre de sus tres hijos.
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En sus declaraciones, la mujer denunciante aseguró que cuando le dijo que iba a contarle a su mamá sobre lo sucedido, este la amenazó. Si bien, por un tiempo, cesaron los abusos, retornaron cuando la víctima cumplió los 13. A sus 15 años, su madre decidió separarse y regresar con ella y sus hermanos a Mar del Plata. Allí, la joven conoció que estaba embarazada y su padrastro le dijo que si se iba "iba a dejar a una criatura sin padre".
Tras esto, el acusado le mintió a su mamá diciéndole que el bebé era de un gendarme con quien la mujer había salido y la convenció para que se quedara en casa de su abuela paterna. Fue en 2011 cuando nació la primera hija y continuó la violencia psicológica en un domicilio alquilado por ambos. Mientras era menor, el acusado decía que era su hijastra; cuando cumplió los 18 años, blanqueó su relación y en 2013, se casaron -sin su consentimiento- estando ella embarazada de su segunda hija.
En 2015, quedó embarazada por tercera vez y los problemas de violencia crecieron. Si ella no quería tener relaciones, él la agredía. Fue allí cuando la mujer, de ahora 27 años, decidió denunciarlo. En 2018, fue notificado y excluido del hogar donde se daban los abusos.
Durante el proceso, el Ministerio Público estuvo representado por la fiscal Cecilia Flores Toranzos, mientras que la actoría civil y la querella estuvieron a cargo de Álvaro Arias Camacho, y la defensa fue de Adrián Reyes.