Se tensa la disputa por la distribución de vacunas contra el coronavirus para los trabajadores de sectores esenciales y el reclamo se extiende entre los sindicatos frente al impacto de una segunda ola que no afloja. Al paro de obreros marítimos se suman los portuarios y los recibidores de granos, y quedó paralizada la exportación de cereales.
La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), que lidera Juan Carlos Schmid, confirmó un cese de actividades para este jueves y por 24 horas. La demanda, que incluye a 19 gremios del sector, es la inmediata vacunación del personal ante "el alarmante incremento de contagios y muertes en la actividad".
Se sumó a la medida la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA), por lo que se paralizan los puertos del país, mientras advierten que “por el esfuerzo de nuestro trabajo pasan las riquezas de nuestro país”.
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Este miércoles, además, se cumplió la primera jornada de una huelga de 48 horas del sindicato de la pesca, con el mismo reclamo, vacunas para los trabajadores, en una protesta iniciada por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), los Conductores Navales, Maquinistas Navales y Comisarios, entre otros. Los sindicatos marítimos tuvieron una reunión interministerial con autoridades nacionales de las áreas de Salud y Trabajo, pero no hubo acuerdo.
“Somos esenciales, ningún sector dejó de trabajar ni un solo día, necesitamos que haya una consideración oficial de que el sector tiene que ser vacunado. No pedimos la vacuna ya mismo porque sabemos cuál es la situación, pero tiene que haber un horizonte, un plan como tuvo el personal de sanidad y los docentes”, advierte Schmid en diálogo con El Destape.
El líder de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) explica que “es mejor tener alguna protesta y una negociación antes de que haya una escalada del conflicto”, y aclara que “no hay nada contra la política sanitaria” del gobierno nacional.
“Somos todos prisioneros de la situación, pero tienen que comprender que el frente interno de cada sindicato nos exige una respuesta”, señala el dirigente portuario.
Con estas protestas, las exportaciones cerealeras quedaron paralizadas en plena temporada de cosecha y con los precios internacionales en niveles históricos. Está detenida la actividad en el puerto de Rosario, y hay barcos esperando para zarpar en los puertos de Timbúes, San Martín y San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.
Crece entre los sindicatos el reclamo de vacunas y la demora genera roces entre ministros
Los reclamos de los gremios por vacunas para sus representados no son nuevos, en particular entre los de transporte de carga y pasajeros. Ya los había escuchado el exministro de Salud, Ginés González García, a finales de 2020.
La demora en las definiciones comienza a generar reproches internos entre los ministerios nacionales de Salud, Trabajo y Transporte por la falta de respuestas que exigen los sindicatos, y que ya desató las primeras medidas de fuerza en actividades estratégicas.
En las últimas semanas, escaló la polémica ante la información de que el gobierno nacional le otorgaría al sindicato de Camioneros, conducido por Hugo Moyano, unas 4.500 dosis que serían destinadas a choferes que realizan viajes internacionales. Sin embargo, aunque existe la solicitud, en el gobierno no confirmaron la provisión de las vacunas ni garantizaron ninguna fecha de inmunización.
Durante la última semana de abril, un grupo de trabajadores autoconvocados de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) cortaron puntos de acceso a la Ciudad de Buenos Aires en reclamo de vacunas para los choferes de colectivos. Luego, la conducción de la UTA anunció un paro de colectivos a nivel nacional, en el medio de una negociación salarial arrastraba varios meses.
También el Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad, que conduce Omar Maturano, alertó la semana anterior que "el servicio ferroviario estará en riesgo” si el personal no es vacunado. "La segunda ola de Covid-19 tiene un impacto profundo en la actividad. Es comprensible la voluntad política de los funcionarios en el sentido de que el personal del transporte sea prioritario, pero ello no es hoy aún una realidad", señaló Maturano en un comunicado.
El sindicato de Comercio envió una carta al ministerio de Trabajo en la que explican que "la fuerte exposición y la elevada tasa de contagios entre los empleados de comercio son el resultado de un trabajo sacrificado y un esfuerzo descomunal".
En la misma línea, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el gremio de los excluídos del mercado formal de trabajo, le transmitió personalmente al presidente Alberto Fernández la necesidad de destinar dosis para las trabajadores socio-comunitarias que sostienen los comedores populares en los barrios.