En el primer día hábil luego de la inscripción de las candidaturas, Unión por la Patria se metió de lleno en la campaña con la vicepresidenta Cristina Kirchner bendiciendo la fórmula de unidad Sergio Massa-Agustín Rossi en el acto de recuperación del avión que se utilizó para los vuelos de la muerte. "Para ganar hay que apostar", deslizó la vice. Inmediatamente después, el ministro de Economía cerró la presentación en Lomas de Zamora de los candidatos en la provincia de Buenos Aires con Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Eduardo "Wado" de Pedro, varios intendentes, legisladores y, especialmente, la militancia kirchnerista que lo recibió con entusiasmo. En su mensaje, Massa repasó varios de los ítems que forman parte de la agenda K como el "ancla" que representa el acuerdo con el FMI, la distribución del ingreso, los bajos salarios y la necesidad de un desarrollo igualitario. "Con orgullo y valentía voy a dejar cada gota de sudor, cada centímetro cúbico de mi sangre para garantizar el triunfo de Unión por la Patria", aseguró en su debut como candidato.
El acto en Aeroparque estuvo repleto de condimentos. La recuperación del avión que se usó de los vuelos de la muerte en la ESMA le permitió a Massa participar de una actividad de derechos humanos en las que no es usual verlo. Recibió allí el fundamental apoyo a la fórmula de parte de Cristina, que entró en detalles acerca de cómo se la nombró. Explicó que, desde el vamos, la postulación de Massa se presentó como la de "síntesis", la candidatura de la unidad.
Pero que si había PASO, como insistía el presidente Alberto Fernández en su idea de "democratizar el peronismo" -CFK lo remarcó con ironía-, el kirchnerismo presentaría una lista encabezada por Wado de Pedro, otro de los arropados en los actos de ayer. El ministro del Interior, explicó, obviamente nunca tendría el visto bueno presidencial para candidato único dada su vinculación con ella. "No te preocupes", le dijo a Wado por ese veto. Lo elogió por haber dejado de lado cualquier aspiración personal en pos de "la pertenencia a un proyecto colectivo".
También rescató a Rossi, candidato a vice, que fue designado por sugerencia de Máximo, según reveló. "Gracias por hablar con sinceridad y decir las cosas como son, ese es un valor muy importante para mí", le dedicó al jefe de Gabinete, sentado en primera fila. Incluso arropó al embajador Daniel Scioli, al contar que lo había llamado por teléfono, y mencionó al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, quien fue un activo operador del esquema de unidad. Del otro lado sólo dejó a Alberto, a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y al canciller Santiago Cafiero. Concluyó que la cuestión de las PASO se terminó resolviendo con dos lugares en la lista de diputados para los colaboradores del Presidente.
Pero a Massa, además del contundente respaldo, le dio la primera indicación respecto al programa económico. "Hola, qué tal. Teléfono para el ministro. Para el ministro y candidato, para vos", dijo, mostrando un gráfico públicado por -nada menos- que el FMI que adjudicó responsabilidades por la inflación a las altas ganancias empresariales. Bromeó con Massa acerca de su afición a apostar por todo -por ejemplo, acerca de la fecha en la que conseguirían traer desde Estados Unidos al avión que motivó el acto- pero dijo comprenderlo. "Para ganar hay que apostar", planteó.
Desde allí, Massa, Axel y Wado se trasladaron a Lomas de Zamora donde los esperaban Máximo e Insaurralde para el acto de lanzamiento de la candidatura a intendente de Federico Otermín, pero que en los hechos se convirtió en una presentación de la campaña bonaerense con los principales candidatos de UP sobre el escenario y varios intendentes ubicados en las butacas. Hablaron todos. Axel marcó una línea contra los plantean "ajuste y represión" y subrayó la necesidad de defender la soberanía nacional y la distribución de la riqueza como base de la propuesta del oficialismo. En señal de acompañamiento al armado de unidad, Kicillof publicó ayer el decreto unificando las elecciones provinciales con las nacionales de octubre.
Máximo también dijo lo suyo. "El pueblo está cansado de que lo abandonen a la hora de las peleas. Queremos que lo representen realmente a la hora de las peleas, aunque la mano venga torcida y el enemigo sea grandote", avisó. Agradeció el entusiasmo que se notaba en las gradas. "Creer que podemos dar vuelta la taba me llena de fuerza y habla de la resistencia del pueblo a pesar de todo lo que nos falta hacer", sostuvo. Concluyó con arenga: "No se afloja ni abajo del agua, vamos a dar la pelea aunque vengan degollando, tenemos coraje, ideas y nos asiste la razón". Wado se emocionó con las repetidas muestras de apoyo y pidió "que nos acompañen con los votos para que Sergio y Axel puedan llevar la enorme y titánica tarea de sacar a Argentina adelante".
Massa cerró con lo que fue su primer discurso de campaña. Porque en Aeroparque se había referido casi exclusivamente a la historia de la repatriación del avión aunque también planteó un límite. "Construyamos una pared contra los que quieran derribar derechos", afirmó. Pero fue más tarde, en el clima caldeado del microestadio Eva Perón, en Lomas, donde mostró las líneas de por dónde irá su mensaje. "Argentina arrancó en 2019 condicionada en su crecimiento y desarrollo por el acuerdo con el FMI, que Macri le dejó como un ancla para el desarrollo y el progreso al país", afirmó el ministro. De un tiempo a esta parte, el acuerdo con el Fondo se convirtió en un punto medular de los mensajes de Cristina y Máximo y promete serlo también del ministro-candidato, que se encuentra en trabajosas tratativas con el organismo. En la esa línea, sumó: "hay dos modelos de país que se resumen en la idea de saber si Argentina tiene distribución del ingreso, si tiene inversión pública, autonomía, soberanía, o es un país dependiente".
El escenario final mostró a toda la conducción bonaerense a pleno, en una postal de vuelta de página de las tensiones de la semana pasada y alineada detrás de la postulación de Massa. El candidato superó el debut con un mensaje que se ajustó a las líneas principales del discurso kirchnerista. Está claro que la primera prueba de la campaña pasará por convencer a los propios y buscó hacer los deberes en esa dirección, los resultados se verán sobre la marcha.