Así como hizo días atrás con el embajador en Brasil, Daniel Scioli, el ministro de Economía, Sergio Massa, comunicó este lunes que sumaba a su equipo como asesor ad honorem al ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quien venía mostrándose muy cerca de Eduardo "Wado" de Pedro y se postula como su candidato a senador suplente. A Wado, Massa lo quiere en el equipo de campaña, lo mismo que al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. Al ex ministro Amado Boudou, un viejo conocido, ya lo tiene ocupado elaborando una propuesta de reformulación del acuerdo con el FMI. Durante el encuentro de ministros del Mercosur de este lunes, además, se mostró conversando muy amistosamente con el canciller Santiago Cafiero, uno de los apuntados por el kirchnerismo. Esas disputas no entran en la lógica del ministro-candidato. "Unidad para ganar", respondían en Economía respecto a la idea que lleva a Massa a hacer estos movimientos.
Massa quería ser el candidato de consenso para eliminar las discusiones en la campaña para las PASO, de manera de no generar "ruidos" en la economía. Una vez conseguido el objetivo, se dedicó a atender a los heridos y asegurarse que, efectivamente, el debate interno transcurra en paz. Incluso trascendió que existió una conversación franca con su contrincante interno, Juan Grabois, para que sus críticas se limiten al terreno político. En diálogo con El Destape Radio, Grabois adelantó que apoyará a Massa en la general si, finalmente, resulta vencedor en la primaria. "No estamos para una pelea interna en esta situación económica, costó mucho generar cierta estabilidad", explicaban cerca del ministro.
Massa llevó a Domínguez a Misiones, al encuentro técnico del Mercosur previo a la cumbre de presidentes de este martes. Desde allí, anunció la incoporación del ex ministro para que se ocupe de la tan mentada construcción de un "acuerdo social" entre empresarios, sindicatos, universidades y Estado que establezca el modelo de industrialización y desarrollo de los recursos naturales, un punto clave en la agenda de la futura gestión. Domínguez es director de proyectos del gremio Smata y se mostró inseparable de Wado en las pocas actividades que llegó a hacer como postulante presidencial. Un dato no menor es el buen vínculo de Domínguez con el papa Francisco, una relación que a Massa le interesa reforzar.
"Julián siempre cultivó el diálogo tanto con los empresarios como con el campo, tiene lógica que haya pensado en él para ese lugar", comentaban cerca del ex ministro respecto a la convocatoria. Sobre Wado, Massa lo quiere como una especie de jefe de campaña, cargo que al ministro del Interior no le desagradaría. "El ya dijo que está dispuesto a colaborar desde el lugar que lo designen", respondía un vocero. Massa armaría una especie de triunviro junto a él y Olmos, uno de los operadores de Alberto Fernández que desde hace tiempo tiende puentes con todos los sectores y fue uno de los principales arquitectos de la boleta de unidad. El armado quedaría resuelto el miércoles, luego de un encuentro del candidato con los gobernadores.
Lo de Domínguez replicó lo que hizo Massa con Scioli, a quien también ubicó como asesor ad honorem. En su caso, para potenciar el comercio exterior. "Es un momento muy sensible. Ante tanta incertidumbre quiero transmitir tranquilidad, experiencia, compromiso y responsabilidad. No quiero ser un factor que agregue más preocupaciones", explicó ayer Scioli su decisión de sumarse al equipo de Economía después de muchos años de una relación personal complicada con Massa. Luego de que fuera obligado a desistir de su precandidatura, el "Pichichi" fue recibido también por Cristina Kirchner y por Alberto Fernández y quedó definitivamente integrado al esquema oficial.
En su estrategia, Massa también se cuidó de sumar a sus compañeros de gabinete Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, cuestionados por el kirchnerismo, incluso por la propia Cristina, por cómo aterrizaron en el segundo y quinto lugar de la lista de candidatos de diputados en la provincia de Buenos Aires de la mano de Alberto. Massa los llamó para asegurarles que no compartía los cuestionamientos y este lunes conversó con el canciller en el encuentro de ministros del Mercosur, en Puerto Iguazú.
Incluso, luego lo acompañó al encuentro donde el candidato presidencial recibió el respaldo de 78 intendentes junto al gobernador misionero saliente Oscar Herrera Ahuad y el entrante, Hugo Passalacqua. "Podemos convivir con aquellos que pensamos distinto. Podemos compartir trabajo construyendo una idea común con aquellos que no son iguales a nosotros, pero que tienen el mismo sueño de una provincia y de un país mejor, más justo, más integrado, más federal", les dijo Massa.
El diputado Leopoldo Moreau comentó el fin de semana que Boudou, quien comenzó su militancia política junto a Massa, había comenzado a trabajar con el ministro en la cuestión de la deuda con el FMI. "No formo parte del espacio, pero tenemos algunas ideas en común acerca de qué hay que hacer con el Fondo. Porque no es un problema económico ni financiero, sino que es un problema político", respondió Boudou en una entrevista a C5N. El ex ministro, muy respetado por la militancia kirchnerista, aparece como un defensor público de la postulación de Massa y de las medidas que va tomando.
En Economía, aseguraban que será la tónica de la campaña de Massa. "Coralidad de la unidad", denominaron lo realizado el fin de semana, con varias actividades en simultáneo con varios protagonistas de UP -Máximo Kirchner, Wado de Pedro, Axel Kicillof y hasta Tolosa Paz-, una lógica según la cual cada candidato elige su mensaje y su formato para llegarle a distintos sectores. Massa eligió encuentros mano a mano con vecinos de San Martín, el lugar donde nació. Este martes, compartirá con el Presidente la sesión de la cumbre del Mercosur, donde seguramente Alberto volverá a mencionarlo ante sus colegas de la región como "futuro presidente", como hizo cuando coincidieron en la Cámara de la Construcción.