Cristina Kirchner se rodeó del círculo que más leal le fue y es desde que dejó el poder en diciembre de 2015 para esta apertura de sesiones de EuroLat que sirvió como excusa para escuchar un discurso potente contra la desigualdad. Fue como un revival de Unidad Ciudadana, génesis del Frente de Todos de 2019.
Sin albertistas ni massistas presentes, y con solo un ministro del Poder Ejecutivo presente, la rumoreada carta de CFK que iba a lanzar post acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional llegó con esta sesión parlamentaria de la Euro-Latinoamericana que fue convocada en nuestro país ante más de cien legisladores de diferentes lugares del mundo. La vicepresidenta entró y salió en medio de una estruendosa ovación y efervescencia total que había en el lugar.
"Hoy más que para hablar, es momento para escuchar", le dijo el cristinalbertista Eduardo Valdés a El Destape en la puerta del salón Ballena Azul, en el Centro Cultural Kirchner, a minutos del comienzo del acto. Y hubo para escuchar...
Si bien hubo decisión unánime de los medios en titular con la frase de la banda y el bastón ("Que te den el bastón y la banda es solo un poquito de poder"), el gran título del día de CFK fue: "Las desigualdades no son producto de la naturaleza. Son producto de decisiones políticas. O de falta de decisiones políticas. Ojo eh. Que no tomar decisiones también lo es".
No hubo clima de ruptura ni de dobles mensajes. Sólo explicitar las diferencias claras que hay entre el sector que responde a la vicepresidenta (que es el mayoritario de la coalición política) y el resto del Frente de Todos. Aparecieron las críticas al Fondo, a la desigualdad, al mercado voraz, a la deuda tomada y al rumbo de la economía que no está favoreciendo a los trabajadores. "Como dicen los chicos: ‘así no juego más’".
Tras el discurso de Cristina, los ejes de las declaraciones de los presentes giraron en torno al poder real y los símbolos. De Leopoldo Moreau a Victoria Donda, todos coincidieron en no reinterpretar la letra de la música de la banda que había sonado sino repetir eso mismo: el poder real no lo tiene la política sino el mercado y el Partido Judicial que lo sostiene.
Sergio Palazzo (bancarios), Roberto Baradel (docentes), Hugo Yasky (CTA), Omar Plaini (canillitas). Algunos de los presentes del sindicalismo, que fue el rubro que más copó la escena en el Centro Cultural Kirchner. "Tiene que ser la presidenta no de acá sino del mundo", salió extasiado uno de ellos luego de oír a la vicepresidenta.
Nación no mandó emisarios. El único ministro era el local, el anfitrión Tristán Bauer, que como titular de Cultura es responsable del CCK. Entre los ausentes para destacar están el ministro de Interior Eduardo "Wado" de Pedro, Máximo Kirchner y Sergio Massa. El primero pudo no haber asistido por no ser parte del Congreso, ya que era un acto plenamente parlamentario. El último de ellos, titular de la Cámara de Diputados, se encuentra de viaje en República Dominicana.
En cambio, entre las presencias a destacar están las de los opositores radicales Alfredo Cornejo y Silvia Giacoppo. Pero no fue nadie más de la oposición pese a que estaban todos y todas invitados y acusaron recibo de la invitación.
Nadie habló de 2023. El gran número tabú que nadie quiere mirar ni jugar en la Quiniela. Todos expectantes y a la espera de gestos y movimientos. Lo definió así un histórico dirigente peronista que estuvo presente en un cruce de pasillos, antes de las palabras de Cristina: "Hay que arrancar ya porque si no arrancamos nos llevan puestos a todos". Se refería a la gestión y también a lo que pueda venir. Luego, la presidenta del Senado profundizó aun más cuando se despachó con las críticas a la falta de tomas de decisiones políticas.