El empresario Jorge Brito murió a los 68 años luego sufrir un accidente con el helicóptero en que viajaba, en la provincia de Salta. Su historia en el mundo de las finanzas data de mediados de los 70, pero ingresó al sector bancario casi una década más tarde. En sus últimas apariciones, criticó el aporte solidario a las grandes fortunas pero a comienzos de 2020 halagó al gobierno de Alberto Fernández y dijo que fue "perseguido" por el de Mauricio Macri.
Su muerte, en circunstancias que aún se desconocen del todo, causó conmoción en el mundo de las finanzas, político y también en las redes sociales. Brito nació el 23 de julio de 1952 en Buenos Aires. Su larga trayectoria lo ubicó entre las personas más ricas del mundo. En 2017, la revista Forbes lo ubicó en el puesto 1.567 del ranking global de multimillonarios, es la séptima persona más rica de la Argentina. En 2018 descendió a la décima posición con un patrimonio de $1.500 millones de dólares y al año siguiente bajó al puesto 21 con una fortuna de $690 millones de dólares.
Su ingreso en la actividad data de 1975 cuando junto a Delfín Jorge Ezequiel Carballo, su cuñado, fundó la financiera Hamburgo que luego fue renombrada Anglia. Según relata el libro Los patrones de la Argentina, escrito por Pablo Fernández Blanco y Esteban Rafele, en 1978 los socios ganaron su primer millón de dólares. Pero recién debutaron en el sector bancario en 1985 cuando compraron Banco Macro y empezaron a entablar contactos con la política. Por ejemplo, según recordó el diario La Nación hace un tiempo, era íntimo amigo del operador radical Enrique "Coti" Nosiglia, uno de los fundadores de la Coordinadora Radical.
El Macro también financió en 1995 al Grupo Yoma, propiedad de la familia política del entonces presidente Carlos Saúl Menem. Entre 1996 y 1998, cuando las provincias comenzaron a privatizar sus entidades financieras, adquirió bancos en Misiones, Salta y Jujuy. Durante la crisis de 2001/2002, extendió su presencia en el interior del país con la compra del Banco Bansud a Citigroup y sumó también al Scotiabank Quilmes.
Durante las elecciones de 2003 se mostró a favor de Carlos Menem pero ganó Néstor Kirchner y si bien en un comienzo tuvo una relación tensa, supieron tender puentes de diálogo. Durante los gobiernos populares amplió la cantidad de sucursales en todo el país y debutó en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE).
En enero de este año le dijo a Perfil que "lamentablemente el gobierno anterior dejó a la Argentina en una situación económica muy mala, entonces reconstruir el aparato productivo y el salario real no va a ser fácil. Va por el camino correcto para llegar a lo que necesitamos como país, volver a tener gente que tenga salarios dignos" y mostró su mala relación con Cambiemos: "A mí nunca me persiguió el gobierno kirchnerista. Me habrán dicho cosas, sí, son públicas. Una cosa es que vos hables sobre una persona y den su opinión, y a nadie le gusta que el poder de turno hable no bien de vos. Pero otra cosa es que te persigan judicialmente, y yo no sentí eso. Sí lo sentí en el gobierno de Macri".
Además, ponderó a la gestión de Fernández: "Es un gobierno del peronismo, a mí no me gusta hablar del kirchnerismo, es una parte del peronismo. Yo como peronista que soy me gusta hablar del peronismo. Y cuando el peronismo no fue unido perdió las elecciones".
Sin embargo, tuvo sus reparos sobre el impuesto a las grandes fortunas ya que, entendió en una entrevista con Infobae a comienzos de semana, "solo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto y posiblemente no se cobre nada o poco y solo se mediatizará nuevamente una guerra entre el Gobierno y los empresarios que no llevará a nada, irritará a la gente y nos acercará un paso más al precipicio".