"Acá se está coartando y direccionando el uso de la palabra", dijo el diputado y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, antes de levantarse junto a otros cinco legisladores de Unión por la Patria de extracción sindical de la reunión de comisión de Legislación del Trabajo, presidida por el radical Martín Tetaz, que no dejaban de presentar -uno tras otro- proyectos que apuntaban a recortar el poder de los sindicatos y la representación sindical. Como marcó el secretario de los Bancarios, Sergio Palazzo, eran ellos los que estaban facilitando el quórum del encuentro mientras que varios diputados de la oposición dialoguista que habían elaborado esos proyectos estaban ausentes con distintas excusas, incluyendo la siempre presente "problemas de vuelos". En un contexto en el que los trabajadores no dejan de perder derechos y poder adquisitivo, casi todos las propuestas que la comisión puso en su agenda atentaban contra la representación sindical, como si ese fuera el problema más urgente del país.
"Nos querían utilizar como a los colaboradores del guetto de Varsovia", ironizaba luego un diputado de UP. La comisión se había convocado para el inicio de la discusión de 28 proyectos laborales, pero en una abrumadora mayoría tenían que ver con modificación de las condiciones de representación sindical. Alguno proponía la limitación de los mandatos, algo que podría discutirse, pero otros incluso buscaban plantear requisitos de idoneidad para que los sindicalistas pudieran ocupar cargos políticos. Los representantes de UP -Yasky, Palazzo, Mario "Paco" Manrique, Vanesa Siley- entendieron que estaban facilitando el quórum para el tratamiento de propuestas que estaban dirigidas contra ellos mismos. Para más enojo, muchos de los autores de los proyectos no estaban presentes o no respondían preguntas que les hacían. Tetaz intervenía para decir que no era el momento de abrir el debate.
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De los 28 proyectos puestos en discusión, sólo había uno de Yasky, el resto eran de la denominada oposición dialoguista, que cuando se trata de los sindicatos suelen estar más a la derecha que el propio gobierno de ultraderecha de Javier Milei. La radical Roxana Reyes arrancó planteando que la sociedad "no cree" en la dirigencia sindical, por lo que presentó un proyecto para limitar mandatos, garantizar la representación de las minorías, que exista la "ficha limpia" sindical, la presentación de declaración jurada anual con supervisión del Ministerio de Capital Humano, que así quedaría en condiciones de cancelar la personería gremial a los incumplidores. Justamente, el ministerio de Sandra Pettovello que viene desoyendo las decisiones judiciales para el reparto de alimentos, ni ha respondido pedidos de informe enviados desde la Cámara.
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Más sorprendida se mostró la diputada Siley cuando escuchó a su colega Mónica Frade, de la Coalición Cívica, detallar su iniciativa en la que propone establecer criterios de idoneidad para que un sindicalista ocupe un cargo político. Siley le pidió que le marcara, por ejemplo, cuál falta de idoneidad veía en ella ya sea en su labor parlamentaria o en el Consejo de la Magistratura -donde también comparten tareas- para exigirle criterios más exigentes. "No había reparado que usted estaba en esta situación", atinó a responder Frade y trató de explicar la lógica de la iniciativa. Fue uno de los puntos que lllevó a Paco Manrique a sostener: "Me gustaría que un proyecto de ley estuviera basado en hechos reales y no sobre prejuicios". Agregó que le interesaba conocer de qué forma creían las diputadas que habían expuesto que sus proyectos mejorarían la democracia sindical.
Se generó un cruce con la diputada Reyes que Tetaz cortó para decir que no era el momento de discutir los proyectos sino sólo para repasar el orden del día. "Para qué está citada la comisión, no me quedan claro los motivos", intervino Siley. "Es una agenda gorila", criticó. Tetaz buscó salir de la situación dándole la palabra a Yasky para que presentara su proyecto, el único de los 28 incorporados por la comisión que correspondía al bloque mayoritario de Unión por la Patria y el único que no iba contra los derechos de los trabajadores y de su representación sindical.
El proyecto de Yasky aspira a proteger de los despidos a los delegados sindicales en los casos que se considera de "justa causa". Pero, al hablar, empezó mencionando que hasta hace unos meses en esa misma comisión se discutía la reducción de la jornada laboral a seis horas, todo lo contrario que se planteaba ahora con una avalancha de proyectos que atentan contra los asalariados. Dadas las circunstancias, no expuso sobre su propuesta sino que los diputados de UP se levantaron de sus lugares y dejaron sin quórum la sesión. Tetaz, que avisó que el próximo martes seguirían repasando propuestas, cerró el encuentro con un mensaje político: "el kirchnerismo se retiró cuando vio el enorme consenso del resto del arco político". Así están las cosas.