Al PRO, La Libertad Avanza le hizo un doble jaque mate, como alguna vez le graficó un dirigente amarillo a Mauricio Macri. En caso de un fracaso gubernamental, el partido pagará las consecuencias de haberlo apoyado pero, ante un éxito, quedará absorbido, sin lugar alguno. El espacio no pudo, hasta ahora, desarrollar buenas ideas o una clara estrategia así que, por ahora, apuesta por ponerse cómodo en la trinchera.
Ante el fracaso del proyecto de Ficha Limpia, el PRO de Macri instaló la idea, aunque sin plantearla explícitamente, de que los libertarios jodieron al macrismo. Pero, así como se trató de una mala jugada para la relación entre los dos espacios, los amarillos quedaron en un lugar incómodo porque no quieren ni tienen intenciones de confrontar con el gobierno ante la posibilidad de lograr un acuerdo político con ellos, pero tampoco poseen herramientas para dar la batalla.
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El PRO está en la trinchera, esperando que los libertarios se equivoquen o se asusten y se den cuenta, como consecuencia de eso, que necesitan conformar un espacio más amplio, con los amarillos. No se mostraron los dientes antes porque el macrismo no tiene con qué pelear. Si midiera 25 puntos, el vínculo sería diferente pero, en un buen caso, apenas asciende a los diez. Aguantar y esperar el contragolpe apareció como una buena opción.
La maniobra de este miércoles fue contra el PRO pero podría haber sido contra cualquier otro partido porque, según se leyó, el gobierno quiere prescindir del Congreso después de dar por muerto el Presupuesto 2025, y la falta de quórum fue una forma de llevar adelante ese cometido. En el sector amarillo, algunos se sorprendieron por la falta de compromiso libertario pero otros ya lo tenían contemplado.
En ningún momento fue posible, por la posición oficialista, impulsar este proyecto para su aprobación. Según describió un dirigente, La Libertad Avanza fue mucho más efectiva esta semana que la anterior, cuando el quórum no se alcanzó por sólo un nombre. No fue la única mala noticia que llegó desde el gobierno. El martes, también rechazó la posibilidad de impulsar la iniciativa de democratización sindical. “Piedritas en el camino”, lanzó un referente amarillo. De seguir apareciendo, la relación se va a tornar difícil en el futuro. Para eso, el PRO se tiene que poner un plazo: tal vez sea en el ocaso de marzo.
Después de los desencuentros por la elección del año pasado, no hubo demasiadas coincidencias entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, pero el fracaso de la sesión por el proyecto de Ficha Limpia los volvió a unir. Un dirigente dijo, para explicar un poco este vínculo ocasional, que, cada tanto, es necesario alimentar al electorado propio y fomentar un tema que les haga cierta simpatía.
“Sin ficha limpia y con casta, la libertad no avanza. Retrocede”, lanzó Larreta en las redes sociales. El ex jefe de Gobierno viene de una semana muy activa, llena de confrontaciones directas con el gobierno nacional. La más fuerte fue la publicación de un informe realizado por el Movimiento al Desarrollo (MAD) contra las malas formas y modos de Javier Milei, que pregona un discurso lleno de insultos.
Las conclusiones del informe, en principio ninguneados por la administración nacional, se generaron algunos enojos dentro de la Casa Rosada. Por esas molestias, Luis Caputo, ministro de Economía, decidió no estar presente en el casamiento por civil de Larreta y Milagros Maylin. El funcionario de Milei tiene una larga amistad con Horacio, de años. Conoció a su pareja en un cumpleaños del ex candidato a presidente y, más allá de algunas diferencias ideológicas, tienen un vínculo que supera esas distancias.
Caputo, que ya había anunciado su ausencia a la fiesta de este sábado 30, en Cardales, se había comprometido con pasar a saludar a los recién casados después del civil pero pegó el faltazo. El informe del MAD enojó al gobierno y el ministro prefirió no generar cortocircuitos en el Gabinete, por lo que prefirió sacrificar la relación con Larreta.