Recalculando, el gobierno nacional dejó de lado la idea de un gran acto el 17 de octubre y dio de baja la convocatoria. En su lugar, Alberto Fernández difundirá un anuncio grabado a través de sus redes. El PJ, que encabeza el presidente de la Nación, se plegará a la marcha que realizará la CGT junto a los movimientos sociales al día siguente frente al monumento al Trabajo. El domingo, en tanto, algunas organizaciones ratificaron la convocatoria a una movilización a Plaza de Mayo en repudio al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que confluirá con los militantes y manifestantes silvestres que en las redes sociales advirtieron que saldrán a la calle de cualquier manera para celebrar el día de la lealtad.
El anuncio, sorpresivo, lo hizo el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el mismo que en un primer momento se había puesto al hombro la organización del evento: “Coincide con el día de la madre y todas las familias van a compartir ese día”, explicó ayer, sin dar más detalles. Llama la atención porque esa coincidencia ya se la habían señalado los dirigentes sindicales cuando el tucumano los invitó a participar del acto en un almuerzo en la Casa Rosada. No está claro qué cambió desde entonces, aunque por la tarde circulaban varias explicaciones alternativas, que cargaban las tintas alternativamente en distintos factores. No hubo respuestas oficiales a las consultas al respecto.
Algunas versiones que daban ayer en la casa de gobierno apuntaba a un consejo del consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubi, encargado de llevar adelante la estrategia de campaña después de las PASO. Según quién lo contara, la objeción del publicista pasaba por no alterar los planes familiares en un día de reencuentro para toda la sociedad o por evitar señales que pudieran alejar votos de aquellos que no se definen a sí mismos como peronistas. Otros referían a una inquietud que planteó el ministro de Habitat, Jorge Ferraresi, respecto a otro 17 de octubre que coincidió con el día de la madre y muy poca gente asistió a las actividades que se habían organizado en Avellaneda.
También pudo haber pesado en la decisión el viaje de emergencia a Estados Unidos que deberá emprender en las próximas horas Manzur y que lo tendrá alejado de la rosca en las jornadas previas al 17. Sin un fino trabajo de orfebrería política que garantizara la presencia de todos los sectores y de todos los dirigentes de primera línea del peronismo, se corría el riesgo de que una muestra de apoyo y unidad se convirtiera en todo lo contrario y terminara jugando en contra. La firmeza de la cúpula de la CGT para sostener su propia convocatoria, 24 horas más tarde, tampoco ayudó a que se concrete el acto multitudinario que el jefe de gabinete pretendía ofrendarle a Fernández.
Lo cierto es que tampoco estaba claro en qué iba a consistir exactamente la puesta en escena que Manzur quería montar. En un primer momento él había asegurado que el lugar adecuado era el Mercado Central, aunque también se evaluó la alternativa de un estadio de fútbol en la ciudad de Buenos Aires. La ocasión ameritaba la escolta de todos los gobernadores peronistas, aunque nunca se saldó el debate sobre si sería presencial o por videollamada. En algún momento se habló de un acto sólo con dirigentes, sin público, aunque antes los organizadores imaginaban una asistencia de más de cien mil personas. También se hicieron y deshicieron planes sobre números musicales en Plaza de Mayo.
Finalmente, la única convocatoria formal que quedaba en pie para el domingo es la de Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y un sector de la CTA, que llaman a marchar contra el FMI y pidiendo el no pago de la deuda externa, reclamo que no encuentra eco en ninguno de los socios principales del Frente de Todos, que por estas horas apuestan a que el acuerdo con ese organismo se concrete en los próximos meses. También hay en las redes varias convocatorias de militantes y simpatizantes peronistas silvestres, organizados o silvestres, que a pesar de la decisión oficial de no movilizarse el 17 marcharán por su cuenta a la plaza de mayo y a plazas en varias ciudades del país.
El lunes 18 por la tarde será el turno de la manifestación convocada por la CGT junto a los movimientos sociales, a la que el gobierno decidió plegarse. Tendrá como epicentro el monumento al Trabajo, en Paseo Colón e Independencia, y no tendrá oradores ni un acto central sino que se leerá un documento consensuado por todos los sectores de la central obrera. Resta por verse si participarán de esa marcha otros espacios sindicales, como la CTA o la Corriente Federal de los Trabajadores, que no participó de la organización, y si movilizará La Cámpora. Por ahora, no había una decisión tomada al respecto aunque su participación no puede ser descartada.