Un movimiento judicial sorpresivo provoca suspicacias en torno al devenir de las causas por espionaje ilegal que tramitan en los tribunales federales de Lomas de Zamora. El Procurador General interino, Eduardo Casal, que durante el macrismo siempre se movió de acuerdo a los intereses del PRO, designó en la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata a Diego Iglesias, quien está a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad, tiene aceitados vínculos con la DEA y es de la confianza de Casal. También, por una cuestión de agenda, mantuvo una relación cercana con la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La instancia platense es la que revisará las causas que se siguen en los juzgados de Federico Villena y Juan Pablo Augé e involucran a la AFI macrista.
El 10 de junio, Casal designó a Iglesias en la fiscalía ante la cámara platense para actuar “en forma conjunta o alternada” con Julio Piaggio, el fiscal natural ante ese tribunal. El procurador le dio un amplio margen de maniobra a Iglesias: podrá participar “en las actuaciones en las que corresponda intervenir a dicha dependencia”. Entró en funciones ese mismo día.
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La cámara de La Plata tiene una amplia jurisdicción. Pero hoy el foco está puesto en la justicia de Lomas de Zamora donde tramitan diversas causas de impacto político. Entre ellas, dos por espionaje ilegal. Una contra una gran cantidad de dirigentes políticos, sindicales y eclesiásticos, entre otros, que se instruye en el juzgado de Villena. Y otra, por espionaje ilegal contra la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que se encuentra en el juzgado a cargo de Augé y contó con una denuncia de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño. En ambos expedientes queda expuesta la AFI macrista y un espía que llegó a un alto mando de la exSIDE desde la cartera que conducía Bullrich: Alan Ruiz.
En los considerandos de la Resolución MP N° 133/20, Casal sostiene que Piaggio “solicitó la designación de un fiscal federal de la jurisdicción como coadyuvante en la dependencia en la que se desempeña, con motivo en el gran cúmulo de tareas que debe afrontar, con especial referencia a la actual situación sanitaria y al factor de riesgo que lo afecta en razón de su edad”. Incluso, el procurador dijo que el propio Piaggio propuso a Iglesias.
Todo movimiento que involucre a Casal genera desconfianza en el oficialismo. Aún está fresca en la memoria su cobertura al fiscal del caso Cuadernos, Carlos Stornelli. Recientemente, el senador del Frente de Todos, Oscar Parrilli, pidió el juicio político de Stornelli y en el mismo acto recusó a Casal por ser su “encubridor” en el marco del D’Alessiogate. Ante una nueva causa por espionaje ilegal que involucra al macrismo, en el FdT miran con desconfianza las decisiones del jefe de los fiscales.
¿Quién es Iglesias? Es el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) desde donde tejió fluidos vínculos con la DEA. Si bien fue designado durante la gestión de Alejandra Gils Carbó, tras su salida de la Procuración, Iglesias trabaja con recursos y la agenda de esa dependencia estadounidense.
Horacio Verbitsky escribió sobre Iglesias en el Cohete a la Luna: “Generó vínculos con la DEA que la ex Procuradora no alentó. Tal como es su tradición, la organización prefiere comunicarse con niveles medios y no con las cúpulas, para acercar recursos e información en forma inorgánica. Incluso le facilitaron un helicóptero para sobrevolar Salta. Desde que llegó Casal, estos contactos fueron más visibles”.
Por ejemplo, el 15 de marzo de 2018, en el edificio Centinela de la Gendarmería, Iglesias abrió unas jornadas que organizaron de forma conjunta la Procunar, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Ministerio de Seguridad de la Nación conducido entonces por Bullrich. Entre quienes tomaron la palabra aquel día también estuvo el Agregado Adjunto de la DEA, Michael Tooley.
En marzo de 2019, fue uno de los funcionarios judiciales que, tal como publicó Ari Lijalad en este medio, posó junto al embajador de los EE.UU, Edward Prado; la ministra Bullrich; y el propio Casal en la sede diplomática estadounidense. La fotografía se subió a las redes el 13 de marzo de aquel año, al mismo momento que el juez federal Alejo Ramos Padilla se preparaba para iniciar su exposición en el Congreso donde detalló la red de espionaje ilegal que involucra a Marcelo D’Alessio y el fiscal Stornelli. Esa banda también tenía vínculos con el gobierno macrista y, se estima, los EE.UU.
Fuentes vinculadas a la Procuración aseguran, además, que el vínculo de Iglesias y Casal es muy fluido. Y que el fiscal también mantiene buen diálogo con el juez Federico Villena, quien impulsa una de las causas por espionaje ilegal de la AFI macrista. Ese caso se inició a partir de una confesión narco.
No es la única relación de Iglesias con Lomas de Zamora. A mediados de 2014, tras superar el concurso de la Procuración, Iglesias fue designado fiscal federal en la jurisdicción de Lomas de Zamora. Estuvo apenas seis meses ya que dejó aquella fiscalía y asumió como subrogante ante los Juzgados Federales de la Capital Federal.