Quintela y Kicillof en la senda de la reconstrucción de un PJ que tocó fondo

El encuentro en La Rioja que encabezaron Quintela y Kicillof se convirtió en un primer mojón para la reconstrucción de un peronismo en estado de shock. Quintela se posiciona para presidir el PJ Nacional, aunque luego se echó a rodar el nombre de Wado de Pedro como eventual rival. Quintela aspira a unir a todos los sectores en la tarea de la reorganización. 

11 de agosto, 2024 | 00.05

"En La Rioja parecía que estábamos en otro país", resumía un legislador del peronismo la sensación que se vivía en el Superdomo de la capital provincial donde miles de personas acompañaron al gobernador Ricardo Quintela en el acto de jura de la nueva constitución provincial, que tuvo al bonaerense Axel Kicillof como el otro gran protagonista sobre el escenario. La extrañeza de la que hablaba el legislador tenía que ver con que mientras los medios nacionales sólo hablaban de las fotos y videos que involucraban al ex presidente Alberto Fernández, en el predio riojano vivían un clima de alegría y entusiasmo, pensando en la reconstrucción de un PJ en estado de shock.

Justamente, Fernández fue el último presidente del PJ Nacional, en uso de licencia desde marzo, y Quintela ya mostró su intención de convertirse en su sucesor en las internas convocadas para el 17 de noviembre. Contaría para eso con el aval de Axel, pero aspira a sumar el acuerdo de todos los sectores. Sin embargo, nada es tan sencillo hoy en el peronismo. A poco de concluido el acto comenzó a circular la idea de una posible candidatura rival del senador Eduardo "Wado" de Pedro con el patrocinio de La Cámpora, una señal de que hay tensiones que aún permanecen. 

Kicillof y Quintela dieron múltiples muestras de sintonía y coincidieron en perfilar sus discursos hacia lo nacional, planteando un modelo contrario al de Javier Milei. No es casualidad que Buenos Aires y La Rioja encabecen el ránking de las provincias más afectadas respecto a las podas de transferencias de recursos desde el Ejecutivo, poco tolerante con quienes no se muestren sumisos. "Estamos trabajando con mucha fuerza y convicción en un proyecto de país que sea para los 50 millones de argentinos", planteó Quintela, que habló de despertar al "gigante dormido", en referencia al movimiento justicialista. 

Kicillof viajó junto a buena parte de su gabinete y hubo otros seis gobernadores que enviaron a sus vices. Participaron representantes de Sergio Massa y los senadores Juliana Di Tullio y Oscar Parrilli -muy cercanos a Cristina Kirchner- se ubicaron en primera fila, al lado de Quintela. También viajaron 25 diputados y otros 14 senadores, una postal que hacía rato no se veía en el peronismo. Las dos reuniones que se hicieron en lo que va del año en el PJ nacional tuvieron escasa concurrencia y cero entusiasmo, más bien exhibieron agrias diferencias. Todo lo contrario de la efervescencia que se notó en el Superdomo riojano. 

De esa manera, Quintela quedó posicionado en la grilla de los candidatos a la presidencia del PJ y aportar lo que esté a su alcance para reflotarlo como una herramienta electoral ganadora en 2025 y 2027. Como gobernador del norte, en su entorno consideraban que podría ayudar a recuperar aquellos votantes de las regiones más postergadas que históricamente acompañaron al peronismo y que en esta última elección eligieron a Milei. "Todas las vertientes del peronismo estuvieron en La Rioja. La apuesta de Quintela es conseguir la unidad en la diversidad", explicó el diputado riojano Ricardo Herrera, cercano al gobernador.

Kicillof tiene por delante la complicada tarea de administrar una provincia con las urgencias y el tamaño de Buenos Aires en un contexto en que el Ejecutivo nacional tratará que le resulte lo más adverso posible, por lo que requiere atención excluyente. Por otro lado, Axel nunca mostró interés por los cargos partidarios y que un aliado como Quintela quiera ocupar esa responsabilidad le resulta conveniente.

En algún momento se especuló con que la propia Cristina quisiera hacerse cargo del partido, pero lo cierto es que en su extensa trayectoria la ex presidenta siempre se mantuvo distante de las cuestiones de la interna. Desde las mismas usinas surgió en las últimas horas lo de Wado de Pedro como posible aspirante a la conducción del PJ por la escudería camporista de Máximo Kirchner, con la bendición de CFK. Aunque eran varios en el PJ quienes pensaban -teniendo en cuenta la presencia de Parrilli y Di Tullio en La Rioja- que se trataba principalmente de un lance personal de Wado.

Si se proyectara, el ex ministro del Interior tendría que remontar la situación en la decisiva provincia de Buenos Aires, su distrito, dado que son muchos los que creen que no jugó bien en el caso de la instalación de la planta de licuefacción de gas y que no respaldó a Kicillof para que se eligiera a Bahía Blanca. Martín Doñate, senador camporista por Río Negro, buscó influir para que la inversión se hiciera en su provincia y fue el primero en salir a festejar que el objetivo de Axel se viera frustrado. Wado reapareció este sábado para sumarse a las condenas a Fernández, al mismo tiempo que defendió a CFK por haberlo elegido para la candidatura presidencial y criticó de nuevo a Alberto por el "maltrato" y "ninguneo" al que sometió a su compañera de fórmula.

"Si no entendemos que tenemos que empezar todo de cero, estamos muy complicados", comentaba un importante dirigente bonaerense respecto a estas renovadas tensiones internas. En su momento confió en Alberto Fernández y ahora estaba alarmado frente a las implicancias de los escándalos que involucran al ex presidente. "Viene a confirmar lo que le dicen a la gente sobre nosotros, por eso digo que hay que hacer borrón y cuenta nueva. Renovar todo lo que se pueda y salir a recuperar a los electores que perdimos en casi todo el país", sostenía. Evaluaba que quien quiera liderar -y él apoya a Kicillof- tendrá que tener la determinación para romper con aquel que no esté de acuerdo con ese objetivo si no quiere quedar condenado a futuras derrotas.  

 

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