A través de una serie de tuits publicados este jueves, legisladores, intendentes y dirigentes referenciados en Cristina Kirchner lanzaron su candidatura para la presidencia del Partido Justicialista, con miras a la elección de autoridades convocadas para el 17 de noviembre. La vuelta a la actividad política intensa de los últimos días de la ex presidenta hacían prever una potencial postulación, pero el clamor por la conducción del peronismo sorprendió, dado que la ex presidenta siempre desdeñó los cargos partidarios. "En este tiempo tan duro para los y las argentinas, ella puede encender una luz de esperanza con su mirada estratégica y su coraje para volver a organizarnos y comenzar la reconstrucción", lanzó el senador Eduardo "Wado" de Pedro, a cargo del primer tuit que inmediatamente continuaron Juliana Di Tullio y Mayra Mendoza, primeros eslabones de la cadena de mensajes que instalaron el operativo.
Todos los que acompañaron la movida en las redes justificaron la decisión en razones de ordenamiento interno y por el liderazgo natural de Cristina en el peronismo. "Para ordenar lo desordenado y enderezar lo torcido, es tiempo de mujeres peronistas", planteó la intendenta de Quilmes. La Cámpora y los sectores más identificados con la ex presidenta venían desde hacía un tiempo insistiendo en la necesidad de que se respetara la conducción política de CFK en e peronismo. "Nada sin Cristina", fue la bandera desplegada en la reciente presentación de Máximo Kirchner en La Plata al tiempo que alentaba a la militancia a entonar un estribillo dedicado al gobernador Axel Kicillof. No se esperaba que el objetivo fuera que la ex presidenta asumiera realmente el cargo de conducción, como se lanzó este jueves, pero sí que buscaría tener incidencia en la resolución final.
Faltan dos semanas para la presentación de listas para las internas del justicialismo. Hasta el jueves, el único referente que había expresado su intención de candidatearse para ese cargo era el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien venía reuniéndose con dirigentes de diferentes sectores del peronismo y también representantes de otras fuerzas políticas, en la idea de un armado amplio para enfrentar al gobierno de ultraderecha de Javier Milei. "Mi interés ex trabajar por la unidad del peronismo", expresó el riojano que califica como "gigante dormido" al Partido Justicialista. Conocido el operativo clamor para instalar a Cristina, en La Rioja aseguraban que la intención de Quintela era mantener su postulación y, llegado a ese punto, competir en las internas.
De hecho, tiene pautado para el próximo miércoles una actividad en Avellaneda con el intendente Jorge Ferraresi, uno de los dirigentes bonaerenses que trabajan en el armado político de Kicillof. Si bien nunca hubo un apoyo explícito de Axel a Quintela, compartieron varios actos en los últimos tiempos. Además, el gobernador bonaerense expresó que le parecía conveniente que un representante del interior asumiera la conducción del peronismo para darle una mayor impronta federal. La recuperación del peronismo en el interior del país, donde perdió millones de votos y varias provincias en la última elección, es una tarea indispensable en la mirada de buena parte de la dirigencia.
Quintela venía desde hacía tiempo buscando un aval de Cristina, pero sin conseguir respuesta. Ahora se entiende el motivo. La visión de la ex presidenta sería diferente: ella entiende que un gobernador estaría en una posición vulnerable para hacer de jefe de la oposición a Milei, dada la dependencia de los recursos nacionales a la que los llevará el megaajuste en marcha. Por eso, desde el Instituto Patria se habían lanzado al ruedo otros nombres como los ex gobernadores Lucía Corpacci y Sergio Uñac o, incluso, el del propio Wado de Pedro. No encontraron eco por lo que, explicaban, Cristina deslizó que ella estaría dispuesta si se lo pedían de todos los sectores. Un operativo clamor que arrancó en las redes sociales aunque, exclusivamente, por parte de dirigentes que la tienen como su principal referente.
Máximo Kirchner tiene pautado este fin de semana un encuentro con dirigentes del peronismo bonaerense en Monte Hermoso, que ahora se convertirá en una actividad directamente vinculada con la postulación de Cristina. A estas actividades partidarias no suele ser invitado el gobernador Kicillof. Incluso, la versión que circulaba entre la dirigencia bonaerense era que Máximo expresaría algunas críticas a la gestión, lo que podría significar un quiebre definitivo. En el encuentro en Monte Hermoso también hablarán el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez y el ex secretario de Energía Federico Basualdo. Pero la expectativa estará puesta en cuántos dirigentes de las segunda, cuarta, quinta, sexta y séptima secciones electorales participan, como para ir tomando la temperatura a la puja interna.
Kicillof estuvo estos días en México invitado a participar de la asunción de la presidenta Claudia Sheinbaum. También dio una charla y mantuvo reuniones con Lula -invitado a la asunción- y funcionarios mexicanos como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina. Una manera de fortalecer las relaciones con la región que Milei desecha. Pero el gobernador bonaerense tiene además un ojo puesto en la disputa del PJ Nacional y trascendió -lo reveló El Destape- su interés en que el intendente de La Plata, Julio Alak, resulte elegido apoderado.
Con una mirada a largo plazo, una preocupación de Kicillof es que en 2027 -cuando aspira a encabezar la boleta presidencial- el peronismo de todo el país esté ordenado en la búsqueda de una victoria nacional y no se repita el escenario de 2023, en el que casi todas las provincias desdoblaron algo que, entiende, no se puede repetir. En una entrevista, en México, le preguntaron por una posible postulación de Cristina a un cargo legislativo el año que viene. "No tengo información. Sí lo que puedo decir es que me parece prematuro hablar de candidaturas", respondió.
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