El lunes, aportaron los votos en la cámara de Diputados para recortar la transferencia de recursos a la ciudad de Buenos Aires. El miércoles, en el Senado, se abroquelaron con CFK para impulsar cambios en la fórmula de movilidad jubilatoria. El viernes, en la Casa Rosada, firmaron el consenso fiscal que propuso el gobierno, y un rato más tarde, en la Quinta de Olivos, le plantearon a Alberto Fernández la suspensión de las primarias obligatorias. Protagonistas muchas veces silenciosos de la política argentina, los gobernadores dieron esta semana un paso al frente. Encolumnados, pueden ser un sostén formidable para el Presidente. Pero dejaron claro, también, que no existe el alineamiento automático.
Las alarmas se encendieron en Parque Patricios, donde está la sede del gobierno porteño, que en estos días se vio completamente aislado. A pesar de los esfuerzos por mostrar lo contrario, la conferencia de prensa que dio Horacio Rodríguez Larreta después de que el Congreso aprobara la ley que da marcha atrás con el dispendioso bonus que le había otorgado Mauricio Macri por decreto cuatro años antes exhibió a un candidato (a presidente) enfocado sólo en los problemas de la capital, rodeado sólo de sus socios más cercanos. Le resultará difícil cosechar votos en el interior con ese cassette, detalle que no se le escapó a otros opositores que también se imaginan en el tope de la boleta en 2023.
Rodríguez Larreta a solas con su pauta
La derrota parlamentaria del lunes se completó con la firma del pacto fiscal. Rodríguez Larreta, que se negó a poner su rúbrica, quedó solo. Los demás gobernadores de Juntos por el Cambio adhirieron al acuerdo propuesto por el Ejecutivo y el día de la firma dieron el presente incluso las provincias de La Pampa y San Luis, que no participaron del consenso por circunstancias previas. A última hora, luego de comprobar que no pudo iniciar una rebelión más numerosa, enviados del alcalde porteño avisaron a sus interlocutores en el gobierno nacional que estaban dispuestos a negociar. El diálogo volvió a abrirse y la próxima semana pueden resolverse las diferencias, de carácter político más que económico.
Los gobernadores peronistas dejaron claro, de todas formas, que no van a levantar el perfil sólo para oficiar de guardia pretoriana del Presidente. El miércoles, su apoyo a la iniciativa de Cristina Fernández de Kirchner resultó clave para que el Ejecutivo modificara el proyecto sobre movilidad jubilatoria. Aunque los medios opositores sobreactuaron la responsabilidad de CFK (que la hubo) ninguno dio cuenta de lo obvio: sin el apoyo de las provincias, la vicepresidenta no habría podido plantarse con su propuesta como lo hizo. La narrativa imperante falla a la hora de explicar estos vínculos, que no son tan automáticos ni están tan calcificados como sugiere la letra de la mayoría de los portales.
A Rodríguez Larreta le queda la carta de la victimización. En su mensaje al país se quejaba porque el recorte dispuesto por ley le quitaba la posibilidad de construir 270 escuelas o 13 mil viviendas sociales por año. Fue un error no forzado que dejó en evidencia que durante su mandato recibió recursos extraordinarios que hubieran alcanzado para hacer todo eso varias veces y sin embargo la ciudad sigue teniendo problemas graves de falta de vacantes y de acceso a la vivienda. La debilidad del alcalde ya resulta evidente dentro de JxC, donde otros dirigentes se prueban la ropa de candidatos: la lista incluye a Mauricio Macri, Alfredo Cornejo, Patricia Bullrich, Martín Lousteau pero también a María Eugenia Vidal.
El jefe de Gobierno cuenta, sin embargo, con una herramienta que los otros no: la formidable cuenta de pauta porteña, que el año próximo crecerá un 30 por ciento con respecto a 2020, según un informe del legislador Matías Barroetaveña en base a datos del presupuesto aprobado por la legislatura. En el mismo presupuesto, los fondos destinados a infraestructura escolar se desploman un 63 por ciento. El dinero destinado a publicidad de actos oficiales de Rodríguez Larreta, unos 2400 millones de pesos, equivale a un par de dosis de la vacuna de Oxford / Astra Zéneca para cada uno de los habitantes de la ciudad. No hay que entrar en pánico: ese gasto correrá por cuenta del gobierno nacional.
PASO a paso
En la Casa Rosada preferirían evitar la PASO del año que viene, pero dudan de que los tiempos permitan modificar la ley antes de que el calendario electoral se les venga encima. La única salida posible es un operativo clamor que reúna a una mayoría muy contundente. El apoyo de los gobernadores, expresado el viernes en Olivos y filtrado puntualmente a la prensa, fue el primer escalón en ese sentido. En esta materia, es posible encontrar coincidencias incluso con Rodríguez Larreta, que comenzó los sondeos ya hace varios meses. La resistencia podría llegar desde adentro del Frente de Todos, más precisamente el Instituto Patria, donde no están convencidos de que ese paso resulte conveniente.
Menos taquillera pero más importante es otra modificación de la ley electoral que puede colarse en la agenda del Congreso para sesiones extraordinarias. Se trata de aquella que rige los aportes de la campaña y que durante el gobierno de Macri se retocó para permitir las donaciones en manos de empresas privadas. Esa cláusula benefició a JxC en los últimos comicios y seguramente no llegue viva a los próximos. La discusión pasa por volver a restringir los aportes a personas humanas, como establecía la ley antes de que se aprobara la cláusula macrista, o ampliarlo para que puedan participar de la financiación de campañas los sindicatos y otras organizaciones de la sociedad civil.
Hablando del Congreso: a partir de diciembre finalmente regresarán las sesiones presenciales a la cámara de Diputados, según acordaron el viernes las autoridades de todos los bloques y el presidente del cuerpo, Sergio Massa. El nuevo protocolo mantiene la votación a través del sistema virtual y guarda aún la posibilidad de que cualquier legislador, con un simple certificado médico, pueda participar de manera remota. En el oficialismo no descartan que esta se transforme en la nueva normalidad: una vez que se demostró la posibilidad técnica de sesionar de esta manera, la metodología tiene demasiadas ventajas como para ser descartada sin más. Tendrá estreno esta semana en el debate por la IVE.
Internas y vacunas
Los problemas en el gabinete ya resultan difíciles de disimular, sin embargo el Presidente no se decide, por ahora, a hacer más cambios. El fallo de la Corte Suprema para confirmar la condena contra Amado Boudou surgida de una causa llena de irregularidades volvió a cargar las tintas sobre la ministra de Justicia, Marcela Losardo, así como los problemas de seguridad en el velorio de Diego Maradona pusieron al borde de la descalificación a Sabina Frederic. Más allá de la confianza de Fernández, surgió otro inconveniente cuando se evaluó un reemplazo: después del enroque de Jorge Ferraresi por María Eugenia Bielsa, los próximos cambios deberían cuidar la paridad de géneros, acotando las opciones.
A veces, el fuego es cruzado. Sucedió este lunes cuando el canciller Felipe Solá cometió una serie de errores difíciles de explicar antes, durante y después del primer llamado telefónico de Fernández con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden. Más allá de la performance del ministro de Relaciones Exteriores, la filtración de la historia a los medios no le hizo ningún favor al Presidente. “Felipe quedó como el rey de los boludos pero Alberto tampoco quedó mucho mejor”, se quejaban amargamente en el Palacio San Martín, donde apuntan a internas en un gabinete en el que pocos tienen el puesto asegurado y existen funcionarios que no funcionan y otros que desean el cargo del prójimo.
Otros inconvenientes pesan exclusivamente sobre el mandatario. En la embajada rusa todavía se preguntan qué falta para que Fernández haga oficial la designación de Eduardo Zuain, el único candidato a ocupar la representación en Moscú, cargo que en la práctica está vacante desde hace un año, cuando asumió el nuevo gobierno. Demasiado tiempo para un socio estratégico que gusta verse como una potencia global y ser tratado como tal. Máxime cuando transcurren negociaciones tan sensibles como la compra, distribución e incluso la posible fabricación de la vacuna Sputnik V, la única esperanza para que los 10 millones de argentinos más vulnerables al coronavirus estén vacunados antes del otoño.
Aún así, sin embajador, el sábado por la mañana finalizaron las negociaciones alrededor de la letra chica del acuerdo con Rusia, que se hizo público hace más de un mes. Antes de Navidad llegarán 300 mil vacunas al país: estarán destinadas a adultos mayores que viven en residencias geriátricas y al personal que trabaja en esas instituciones, pero es difícil que pueda comenzar a aplicarse para fin de año. La segunda partida, de cinco millones, llegará para el 15 de enero y la tercera, de cinco millones más, estará en el país un mes más tarde. Según las últimas novedades, a la vacuna de Oxford y Astra Zeneca habrá que esperarla hasta fines de marzo. Recién entonces comenzará la inoculación de la población general.