Con sonrisas y diplomacia, Nicolás Pino hizo público ante Javier Milei el largo pliego de demandas del campo al Gobierno. Le recordó que el 90% del crecimiento de la economía se debe al sector, una isla en medio de la brutal recesión que estimula La Libertad Avanza. Pino cumplió en pedir lo que Milei no le va a dar: la baja de las retenciones y la unificación del tipo de cambio vía devaluación. “Todos sabemos que el Gobierno no tiene nada para ofrecernos. Quieren morir con las botas puestas”, admiten en la dirigencia del sector agropecuario.
Milei los llamo héroes y dijo que el Estado expropia al agro el 70% de lo que produce, pero el primer mandamiento de La Libertad Avanza es no devaluarás y el sueño de la baja de las retenciones queda cada día más lejos. A eso se suma la cotización más baja de la soja en los últimos cuatro años y una devaluación en Brasil que ronda el 15% en lo que va del año. Conclusión: si Milei no cambia de receta, el agronegocio va a liquidar lo imprescindible.
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Una vez más, Victoria Villarruel quedó afuera de una escena cuidadosamente armada. Aunque rompe la tradición del partido militar y respeta las formas en lo institucional, la Vicepresidenta no se subordina al liderazgo político de Milei. Es lo que dicen los que la conocen: “Ella ya demostró que no es marioneta de nadie”. Las formalidades no resuelven una tensión de fondo, que se remonta a la única entrevista que dio la vicepresidenta. Ese día, desde la Casa Rosada le habían anticipado a medios y periodistas afines que Villarruel iba a hablar por primera vez. Estaban mal informados o esperaban que dijera otra cosa. Pero la vice explicitó ante Jonathan Viale todas sus diferencias con el gobierno que integra y bautizó a Milei con el peor apodo, el que lo ubica en el medio de una disputa mayor entre mujeres.
El guión que apuntó a fusionar a las distintas familias de la derecha argentina para llegar al poder empieza a mostrar sus fisuras. El liderazgo que actúa Milei puede ser desautorizado en medio del desierto recesivo por alguien que le respira en la nuca, sin una estructura de poder equiparable. “Ella no necesita de Milei para ser candidata”, dice una persona que conoce el pensamiento de Villarruel y, como los Milei, despega de la realidad para mirar hacia 2027.
La Vicepresidenta tiene autonomía, no resigna la relación con el PRO de Mauricio Macri, se vende como alternativa de recambio y hace cotizar sus aportes decisivos al Gobierno, como cuando le dio la victoria con la Ley Bases. Su campaña permanente incluye visitas a gobernadores afines y apariciones por su cuenta como la del miércoles en La Rural. Con eso le alcanza para generar en el entorno de Milei una incomodidad que se condice más con las debilidades propias que con las fortalezas ajenas.
Que Villarruel no pague costos como Milei en las encuestas irrita a la hermana del presidente. De fondo, es la fragilidad del experimento que apunta a llegar con un respirador artificial hasta el verano. La estrategia del Gobierno incluye profundizar recesión y destrucción de empleo para planchar la inflación y forzar el disciplinamiento de una sociedad con miedo a perder lo que le queda.
La presencia de Luis Caputo en la reunión del G20 no destrabó el nuevo programa que espera el gobierno de extrema derecha, pero quienes dialogan con las autoridades del Fondo saben que la decisión la tendrá el próximo presidente de Estados Unidos. El dos veces embajador del peronismo en Washington, Jorge Argüello, está entre los que piensan que Donald Trump puede volver a incidir a través del Tesoro norteamericano para ayudar a Milei como lo hizo con Macri.
Lo que pase en Venezuela a partir de este domingo también tendrá una incidencia fundamental, pero los asesores del líder republicano advierten que la Argentina de Milei puede ser útil en un doble sentido: como aliada preferencial para el trumpismo en la disputa con China y como cabecera de playa en una región de gobiernos adversos. La extrema derecha tiene bases sólidas en el cono sur, tanto como para impedirle a Lula tensar por demás su relación con Milei. Son cuestiones en las que el poliembajador Gerardo Werthein, también presente en Francia, ya reemplazó a Diana Mondino, intimada cada día a renunciar por el entorno de Milei.
El ministro de Economía pretende edificar un puente que lo lleve hasta 2025 con endeudamiento de corto plazo y dólares del blanqueo. Por eso, la presencia oficial en la Rural se parece a la foto con Kristalina Georgieva: no resuelve la ecuación desfavorable del gobierno. LLA sostiene el diseño económico que boicotean los fondos de inversión y se juega a que la sociedad aguante la recesión. En paralelo, busca aprovechar su cuarto de hora para quedarse con todo.
La construcción del poder que blinda a Milei acelera y Santiago Caputo concentra la mayor parte de las decisiones. El scrum del asesor de Milei con sus socios Rodrigo Lugones y Guillermo Garat no para de crecer. Radicado en Madrid, Lugones es el que menos se expone en público, pero su peso es indudable y genera rencores incluso en el arco oficialista. El gerente de contenidos de LN+ Juan Cruz Ávila culpa a Lugones por haberlo corrido de las áreas que buscaba colaborar con el gobierno.
Caputo diseñó la nueva SIDE inspirado en la difícil convivencia de la CIA con el FBI y puso a su gente a regentear un aparato de espionaje que multiplicó su presupuesto y profundizó su opacidad con el regreso de los fondos reservados. El disciplinamiento empieza por los funcionarios que tienen que subordinarse a un liderazgo inestable y cambiante. Pero va más allá, incluye el hostigamiento en las redes a dirigentes como el diputado lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez y se expande con el aumento de la vigilancia sobre opositores, simpatizantes, indiferentes y tímidos. Los inquilinos del poder actúan como si fueran dueños.
Junto con la publicación en el Boletín Oficial de los fondos adicionales para la SIDE, el socio dilecto de los Milei anunció dos decisiones más en la última semana. Pasó a controlar el Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP), que tiene a Mirgor, la compañía de su tío Nicolás Caputo como grandísima beneficiada. El jefe de gabinete en las sombras designó a Noelia Ruiz como directora ad honorem del fondo en el que ya estaba Felipe Berón, un experto en finanzas que trabajó para la consultora de Luis Caputo y Santiago Bausili.
Ruiz perteneció a La Generación del macrismo, entre 2015 y 2017 fue jefa de asesores de Federico Salvai en la gestión bonaerense de María Eugenia Vidal y después fue diputada provincial. Sin antecedentes técnicos para la función, Caputo la nombró también en los últimos días como directora de Arsat. Llegó a a través de otro de sus socios, el hoy vicepresidente de YPF, Guillermo Garat. Caputo, Lugones y Garat trabajaron con Vidal en campaña, enviados por Jaime Durán Barba. “Tienen la escuela comunicacional de Marcos Peña pero un goce por el daño muchísimo mayor”, dice un macrista que los vio crecer.
La conquista del Estado incluye a Nucleoeléctrica Argentina, donde se apunta al despido de Luis Fasanella, un electrón suelto tras la salida de Nicolas Posse. Según anuncia el ex interventor de Télam y hoy titular de Unidad Ejecutora de Empresas, Diego Chaher, su reemplazante será Alberto Lamagna, un hombre ligado a Daniel Scioli que fue gerente de la CNEA durante los años del kirchnerismo, ascendió en la comisión con Macri y ahora podría regresar a la función pública con la misión de iniciar la privatización de NASA.
A cargo de los espías de Milei, Caputo también incide en la pulseada que los hermanos de gobierno sostienen con Villarruel en el Senado. La vicepresidenta promueve como titular de la Bicameral de Inteligencia al macrista misionero Martín Goerling y los Milei quieren premiar al peronista Edgardo Kueider. El senador entrerriano admitió en las últimas horas en Radio de la Plaza de Paraná que conversó con el poderoso asesor del presidente y que el gobierno lo considera entre la oposición “racional y responsable”. A Kuedier lo vinculan con la familia Eskenazi, dueña del Banco de Entre Ríos. Pero sus relaciones en el establishment son variadas. Entre sus contactos más estrechos está Pablo Casey, el sobrino de Héctor Magnetto que es director de Asuntos Legales e Institucionales de Telecom/Clarín y hace dos años quedó inmortalizado en el viaje a Lago Escondido junto a espías, miembros del Poder Judicial y funcionarios del macrismo porteño.
Milei ve con satisfacción el álbum de fotos del peronismo libertario. Exultante en París junto a Milei, Daniel Scioli es el fraude mayor pero no el único. A Osvaldo Jaldo se le suma Raúl Jalil, que recibió a Villarruel, defendió su apoyo a Milei y no descarta incluso una ruptura con el bloque de Unión por la Patria. Junto con Ricardo Quintela, Jalil fue el principal promotor de la candidatura de Sergio Massa en 2023 y hoy destaca como socio del gobierno.
El catamarqueño Jalil, el tucumano Jaldo y el salteño Gustavo Saenz son los tres peronistas preferidos de La Libertad Avanza. Paradójico o no tanto, en la oposición los tres tienen una relación histórica con Massa y se distinguen por su cercanía con Jorge Brito, el presidente del banco al que Milei atribuye intenciones golpistas. Los tres además consideran que la reconstrucción del peronismo tiene que prescindir de Cristina Fernández de Kirchner y sus seguidores. Es un esquema opuesto al que sugieren otros como Axel Kicillof y Ricardo Quintela.
La fractura en el ex Frente de Todos persiste, pero lo nuevo son las diferencias en el viejo kirchnerismo. Mientras Kicillof aparece como primero en la línea de largada, algunos ven a la ex presidenta tomada por el deseo de Máximo Kirchner y con intención de que Eduardo De Pedro tenga la oportunidad que Massa le birló a último momento, el año pasado.
La dispersión opositora facilita los delirios refundacionales de Milei, que incentiva la política de quemar reservas para llegar a la inflación cero, una consigna que no le pertenece. En una nota en El Economista, el redactor del Plan Gelbard, Carlos Leyba, recordó que Juan Domingo Perón la inauguró durante la crisis petrolera de 1973. Cuando utilizó el término, recuerda Leyba, Perón ya llevaba un semestre de inflación cero con el “tipo de cambio paralelo” planchado.
Hija de la recesión, la desaceleración en los precios hoy tiene su contracara en el mundo del trabajo. El Gobierno festeja la suba de los salarios (+73,6%) por encima de la inflación (+71,9%) entre enero y mayo pero omite el impacto de la megadevaluación en diciembre.
Además, en los primeros cinco meses del año los empleados públicos (+66,7%) y los informales (55,5%) quedaron muy atrás del IPC. Según el informe de julio del Centro de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo de la UNSAM, la destrucción de empleo es más acelerada con Milei que en la transición Macri-Cristina de 2016 y en la crisis de deuda de 2018.
El trabajo elaborado por Matías Maito marca que, entre el primer trimestre de 2023 y el primero de 2024, las empresas amortiguaron la destrucción de puestos de trabajo para evitar una doble pérdida: la del costo económico y la de recursos humanos calificados y con experiencia. La variable de ajuste para maximizar ganancias fueron los salarios. Otro dato explica que la desocupación abierta no sea más alta: la incidencia del aumento del transporte para los trabajadores informales que están en el decil más bajo de ingresos representa hoy el 33% de su salario. El año pasado, viajar les costaba la mitad.
El estudio de coyuntura laboral de la UNSAM consigna que Milei ajustó fuerte sobre jubilaciones, que perdieron un 20% en relación al último año del FDT. También sobre programas alimentarios y el Potenciar Trabajo. Sin embargo, señala, tomó un recaudó para evitar el desborde social: elevó la AUH, que en junio de 2024 se ubicó un 42% arriba del valor que tenía en el final del gobierno que se fue.