Tras el escándalo que desató la investigación Operación Olivos que comprobó de la relación del ex presidente Mauricio Macri con una mesa judicial encargada de perseguir opositores, la jueza federal María Romilda Servini le pidió al juez Gustavo Hornos que renuncie a la presidencia de la Cámara de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país.
A través de un escrito, la magistrada le exigió a Hornos la renuncia a su cargo. Hornos es quien frecuentó en varias oportunidades la Quinta de Olivos para reunirse con Macri durante su presidencia. Servicio, quien se encuentra internada tras contraer el virus de COVID-19, reclamó en su carta: "Las instituciones están primero que los intereses personales de los hombres y mujeres que la integran, por eso sugiero que pongan todo el empeño en defender la imagen de la Justicia Nacional, deponiendo los egoísmos con actos positivos que demuestren paz y unidad en sus miembros, y que ustedes señor presidente, dada la situación como esta planteada públicamente, dé una muestra de desinterés y civismo, dando un paso al costado y renuncie a la representación de la que está imbuido, en aras el bien de la república".
"El hecho de encontrarme internada en una clínica por razones de salud, contagiada por el virus de la pandemia, me ha permitido leer artículos periodísticos sobre las desavenencias que existen en el seno de ese Máximo Tribunal federal penal de la Nación, y en razón de ello, por su intermedio, me dirijo a los señores magistrados de esa Alzada, para transmitirles mis reflexiones que este reposo obligado me ha permitido tener y advertir sobre la gravedad que acontece", arrancó la misiva enviada a Hornos.
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Acto seguido, reflexionó sobre su trayectoria dentro de la Justicia y arremetió: "Me han dado sobrada experiencia para reparar con tristeza, que existe una guerra dentro de ese tribunal que, francamente, como ciudadana y magistrada me angustia". Advirtió, además, esa actitud "solo trasciende el egocentrismo de ciertos integrantes en detrimento del ejemplo que deben dar a la sociedad como miembros de tan importante tribunal revisor de sentencias penales".
"Es necesario que recapaciten o ponderen que esta pesadumbre que ocasionan perjudica tremendamente la imagen de la justicia y da motivos para que la condena social se extienda a todo el Poder Judicial, cuando en realidad son unos pocos los causantes del malestar", sentenció.
Operación Olivos
A través de una investigación de El Destape, los documentos de la Operación Olivos demuestran que el propio Macri estuvo a la cabeza de ese dispositivo que significó las visitas frecuentes de jueces y fiscales a la Quinta presidencial.
Las quince visitas del juez de Casación Mariano Borinsky -clave para convalidar el desarrollo de causas emblemáticas del lawfare-, la asistencia frecuente de magistrados como Gustavo Hornos y Raúl Plée -patrones de Comodoro Py- y la convocatoria puntual de jueces y fiscales que debían decidir sobre expedientes “K” son una prueba irrefutable de la promiscuidad político-judicial durante el macrismo.
Al límite de la obscenidad intelectual, los involucrados aducen que se trató de encuentros recreativos, partidos de fútbol, tenis o padel, sin roce con la realidad que debían administrar.