Se agudiza la profunda crisis que atraviesa a la Cámara Federal de Casación Penal luego de que se difundiera la Operación Olivos, la investigación de El Destape que reveló las visitas de jueces, fiscales, dueños de medios y periodistas a Macri en la Quinta de Olivos en pleno Lawfare.
Este lunes por la tarde, los camaristas Alejandro Slokar y Ángela Ledesma reclamaron el apartamiento inmediato de Gustavo Hornos de la presidencia del cuerpo e interpelaron a sus colegas para que se autoconvoque a una reunión plenaria. En el oficio que dirigieron al titular del tribunal, Slokar y Ledesma hicieron referencia a “una crisis de inédita y creciente magnitud, que merece la debida corrección”. Hornos y su par Mariano Borinsky quedaron en el centro de la escena luego de que su imparcialidad como jueces se viera afectada. Ambos visitaron la residencia presidencial y la Casa Rosada y luego emitieron resoluciones que perjudicaron a quienes eran opositores políticos de Macri en causas de suma sensibilidad política.
En el oficio que firmaron Slokar –actual vicepresidente del tribunal- y Ledesma –expresidenta- se apunta a Hornos, quien en medio del escándalo que lo involucra suspendió la reunión de autoridades de Casación que iba a realizarse este martes. “Las circunstancias actuales que lo inhabilitan para continuar a cargo de la cuestión que lo vincula, fuerzan a que se aparte en forma inmediata para el tratamiento por parte del pleno de una crisis de inédita y creciente magnitud, que merece la debida corrección”, señalaron los camaristas en el oficio que se distribuyó entre todos los integrantes de la cámara.
Ambos le están pidiendo a Hornos el apartamiento por “pérdida de imparcialidad”. Consideran que está incapacitado para intervenir como presidente del tribunal ya que junto a Borinsky quedó en el ojo de la tormenta político-judicial. Es que en febrero pasado Hornos fue denunciado penalmente por visitar a Macri en su despacho de la Casa de Gobierno durante el gobierno de Cambiemos y también ante el Consejo de la Magistratura donde se le pidió su remoción. Tras la publicación de la Operación Olivos por El Destape se supo que también visitó la residencia presidencial. Su colega Borinsky estuvo en otras 15 ocasiones en la quinta de Olivos, tal como reveló este medio.
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Por este motivo, por ejemplo, la defensa de CFK adelantó que pedirá la nulidad del juicio por el Memorándum con Irán –caso que habían reabierto Hornos y Borinsky en 2016- así como ya se planteó el apartamiento de Borinsky de una de las causas paradigmáticas de espionaje ilegal macrista y la nulidad de sus actos en ese expediente. Se descuenta que los planteos en su contra continuarán en diversas causas.
La voluntad de Slokar y Ledesma es que el plenario de la Casación se autoconvoque para abordar la crisis que atraviesa el tribunal y desplazar a Hornos de la presidencia. Para la autoconvocatoria hacen falta 7 votos (son 13 sus integrantes). “No hay lugar para distraídos”, señalan ante la grave situación que atraviesa el máximo tribunal penal del país.
En el oficio dirigido a Hornos, Slokar y Ledesma –que vienen pidiendo su apartamiento de la presidencia de la Casación por diversos acontecimientos-, afirmaron este lunes: “Urge la inmediata celebración en el curso de las próximas horas del Acuerdo General, en tanto su omisión en convocarlo, que se extiende en el tiempo y obtura al tribunal de la posibilidad de sesionar regularmente para abordar los medios institucionales previstos en el reglamento de la jurisdicción, confirma el temor de su parcialidad”. La referencia es a la negativa de Hornos de llamar a un plenario para tratar el conflicto que lo tiene por protagonista junto a Borinsky.
El apartamiento, indicaron fuentes judiciales, “es una obligación derivada de la ley, que establece un conjunto de prohibiciones e incompatibilidades aplicables, sin excepción, a todos los magistrados”.
Desde Casación señalan que Hornos está inmerso en una crisis de legitimidad y que ya está incapacitado para convocar al acuerdo.
El máximo tribunal penal del país ya había quedado envuelto en un escándalo luego de que trascendiera que el propio Hornos había visitado a Macri en su despacho privado de la Casa Rosada en al menos 6 ocasiones, contacto que justificó –de manera insólita- en una “relación social” con el entonces mandatario. Tras la publicación de este medio, se conoció que también visitó la Quinta de Olivos.
Luego, en el tribunal revisor se produjo una nueva crisis a partir de un chat misógino que envió el camarista Juan Carlos Gemignani a sus pares mujeres en el Día Internacional de la Mujer. Esto le valió una serie de denuncias en el Consejo de la Magistratura que podrían derivar en su juicio político.
Tras la publicación de la Operación Olivos, quien quedó en el ojo de la tormenta fue Borinsky por sus 15 visitas a la residencia presidencial y se profundizó la crisis en torno a Hornos.
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De acuerdo a las fuentes consultadas, de concretarse el plenario autoconvocado, es de esperar que Borinsky no pueda votar ya que él se encuentra en una situación similar a la de Hornos. Sin ir más lejos, este lunes se pidió su juicio político ante el Consejo de la Magistratura y que se investiguen en el fuero penal sus visitas a Olivos.