El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, aceptó la renuncia del ministro de Seguridad provincial, Jorge Lagna, y mañana tomará juramento en ese cargo al comisario general Rubén Rimoldi, según informaron hoy fuentes oficiales.
Tras la aparición de pintadas en edificios públicos de la ciudad de Rosario esta mañana, entre ellos la sede local de la Gobernación santafesina, con referencias a la violencia letal y el humo por la quema en las islas del delta, Perotti decidió reemplazar a su ministro de Seguridad.
Lagna dejó el cargo en medio de una crisis de seguridad pública con el número más alto de homicidios en lo que va del año en Rosario en comparación con la última década. Esta tarde, fue asesinado un joven de 20 años durante una balacera en la que una mujer y un niño de 13 resultaron heridos, una semana después del asesinato de otro chico de la misma edad.
Fuentes oficiales informaron esta noche que tras una reunión con el ministro, Perotti le aceptó la renuncia, al igual que a la jefa de la Policía provincial, Emilse Chimenti. Voceros del Gobierno, por su parte, indicaron que en reemplazo de Lagna este miércoles asumirá en el cargo un comisario retirado, Rimoldi, quien fue jefe de la Unidad Regional del departamento Caseros.
Además, Rimoldi fue subsecretario de Seguridad Ciudadana en la ciudad santafesina de Casilda, ubicada a 50 kilómetros de Rosario sobre la Ruta Nacional 33. Según informó esta noche la Gobernación santafesina, tras prestar juramento, Rimoldi pondrá mañana mismo en funciones como jefe de la Policía provincial al comisario general Miguel Ángel Oliva, quien reemplazará a Chimenti como conductor de la fuera de seguridad.
Lagna, un exlegislador con años de militancia en el Partido Justicialista santafesino, asumió como titular de la cartera de Seguridad en marzo pasado tras la salida de Marcelo Saín, a quien Perotti “importó” desde Buenos Aires con el objetivo de reformar el sistema de seguridad y la policía provincial.
Si bien no se dieron a conocer las razones, Lagna deja el cargo en medio de una de las recurrentes crisis de seguridad pública que atraviesa la ciudad de Rosario, que desde hace una década posee una tasa de homicidios que duplica la media nacional y no logra controlar los conflictos armados entre grupos contendientes del mercado ilegal del narcomenudeo.
Con información de Telam