La ministra de Trabajo bonaerense, Mara Ruiz Malec, se refirió a la denuncia realizada por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) contra funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal por "armado de causas a distintos gremios". El principal apuntado fue su antecesor, Marcelo Villegas, quien fomentaba el “armado de causas” contra gremialistas con el aval del procurador bonaerense Julio Conte Grand.
Ruiz Malec se expresó respecto del rol de su antecesor y los intereses que éste dio a conocer en la reunión respecto de impulsar una investigación para promover el enjuiciamiento de diversas personas vinculadas a la práctica sindical centralizada en la actividad de la construcción.
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La actual titular de la cartera de Trabajo provincial explicó: “Los hechos denunciados por la AFI son de una enorme gravedad institucional. La Justicia debe investigar y esclarecer esta situación ante la amenaza que representa para nuestra democracia la utilización del Estado para espiar y armar causas a opositores políticos y gremiales”.
“La gestión anterior admite, sin tapujos, su deseo de tener una fuerza de embestida para terminar con los gremios. Lo que es seguro es que, su política siempre ha apuntado a terminar con los derechos de las y los trabajadores: Vaciaron el Ministerio de Trabajo. Se perdió un 25% del personal, se cerraron subdelegaciones, no se asistía en los conflictos, y se ufanaban de ello. Hubo abandono en la inspección del trabajo, protegiendo a los que incumplen. El abandono ha sido siempre en favor del evasor”, detalló.
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Además, Mara Ruiz Malec agregó que “en materia judicial, no se nombraban jueces de trabajo, mientras se dictó un procedimiento laboral de imposible aplicación que terminó en un vacío normativo, complicando el funcionamiento de la justicia laboral”. “Se han recortado los salarios públicos, se ha perseguido a trabajadores y trabajadoras del Estado con sumarios insostenibles y se expuso a dirigentes sindicales, que recibieron amenazas a sus personas y familias”.
“Que hablen de una ‘gestapo’ para ‘terminar con los gremios’, directamente, recuerda a las peores prácticas de los momentos más oscuros de la humanidad. Por el contrario, esta gestión busca generar un lugar de escucha, de reivindicación y diálogo. El ministerio de Trabajo volvió a ser la casa de las y los trabajadores. Sin mafias antisindicales, sin persecución política y con un único objetivo: la defensa de los derechos laborales”, finalizó.