La decisión de un sector de la UCR de postergar la sesión por el presupuesto educativo volvió a encender la chispa de la interna en el partido radical. Las diferencias intestinas llegaron al partido, rompiendo los límites del Congreso de la Nación, y los disconformes con la estrategia apuntaron directamente contra la conducción del bloque en Diputados: “Unilateral”.
Que la UCR tiene diferencias internas no se discute. Los cortocircuitos se sintieron mucho más en Diputados, donde ya funcionan abiertamente dos sub-bloques, pero también se vieron en el Senado, donde Martín Lousteau quedó más en soledad. En este caso, los cañones apuntaron a Rodrigo de Loredo por haber pospuesto la sesión pedida por el propio bloque.
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El 5 de junio, cuando se debatió la movilidad jubilatoria, Unión por la Patria intentó incorporar al temario el tratamiento del presupuesto universitario y la restitución del FONID. El radicalismo, con la excusa de no mezclar los análisis y ante la falta de unidad en estos dos temas educativos, pidió una sesión para el 3 de julio para abordar específicamente esos proyectos, bandera boina blanca.
Con el paso del tiempo, y como anticipó El Destape la semana pasada, se empezó a poner en duda la concreción de esa sesión. Finalmente, se decidió postergar el tratamiento para agosto, después de las vacaciones de invierno. Las posturas, frente a esta estrategia amigable con el Gobierno, fueron diversas hacia dentro del partido centenario.
Según justificaron quienes avalaron la posición de la conducción del bloque, los gobernadores le pidieron a los diputados “un mes de aire” para avanzar con negociaciones por fuera del palacio enfocadas en los fondos específicos, como el FONID. Quieren que la Casa Rosada entienda y resuelva la situación del sistema educativo y los problemas que están a la vuelta de la esquina con la intención de que, además, destraben o negocien las transferencias a las provincias.
Durante la negociación del paquete fiscal, decidieron concentrarse en resolver el regreso del impuesto a las Ganancias para garantizar fondos a Nación y provincias (algo complicado si se judicializa la medida), para luego ver la realidad de los fondos particulares como educación, transporte y otros que le interesan a los gobernadores, interlocutores centrales para la Casa Rosada.
Cerca de un gobernador halcón aseguraron que existe un compromiso para no entrometerse, en el Congreso, en cuestiones de financiamiento y déficit, sino consensuar esos asuntos con el oficialismo. Por eso, por ahora los mandatarios solicitaron que los legisladores no se centren en estas cuestiones para negociarlas directamente entre los poderes Ejecutivos.
Dentro del Congreso, la expectativa no es demasiada, en algunos casos. En otros, es un poco más fuerte. Para los primeros, agosto será un mes muy difícil para la relación con el Gobierno nacional. Para los segundos, las negociaciones con las provincias están avanzadas y sería un error meter presión a un vínculo bastante inestable. Llegar a una sesión para poner contra las cuerdas a la Rosada, casi incentivando un veto presidencial, podría ser un problema para todos.
“Fue decisión unilateral de De Loredo y los de (el gobernador de Mendoza, Alfredo) Cornejo”, lanzó una fuente parlamentaria boina blanca enojada con la maniobra del bloque. De este modo, despegó a un sector que no buscó postergar el debate educativo, puntualmente el referenciado en Facundo Manes. Los que no participaron de esa definición, “a las puteadas”, agregó. Cerca del mendocino aseguraron que el mandatario no está solo en el pedido, pero que tiene dirigentes propios negociando.
Para las provincias, el FONID es clave a la hora de abordar el pago de sueldos docentes. Para la tradición radical, la cuestión universitaria es central. Los que están de acuerdo con la postergación del debate esgrimen que, para las casas de altos estudios, el entuerto por los gastos de funcionamiento ya fue solucionado y “es lo que los dictámenes abordan. Aparte está el conflicto salarial”, que todavía no encontró una salida.
Esto no fue acompañado por referencias del radicalismo. Emiliano Yacobitti, vice rector de la UBA, ex diputado nacional y líder político de Evolución, lanzó un duro mensaje en las redes sociales haciendo “corresponsable del desguace de la institución pública con más prestigio de nuestro país” a quienes optaron por no tratar los proyectos esta semana.
“Ya perdieron el 40% de su salario en pocos 6 meses. El éxodo de docentes y equipos de investigación ya comenzó y tenemos que redoblar esfuerzos para frenarlo”, agregó sobre la pata de los haberes. Un poco más duro fue Agustín Rombolá, ex presidente de la Juventud Radical de la CABA, que directamente pidió “un mejor Presidente de bloque” que De Loredo.
El sábado, en Santa Fe, se realizó el encuentro de organizaciones radicales con presencia federal. Fue la primera vez de un acto semejante del que participaron la Juventud Radical, la Franja Morada, la Organización de Trabajadores Radicales, UCR Diversidad y el Foro de Intendentes, además de diputados nacionales, provinciales, intendentes, concejales y ministros de las provincias gobernadas por la UCR.
“Estamos todos de acuerdo que hay que hacer un ajuste, la pregunta es cuál es la naturaleza de ese ajuste y cómo se distribuye y no que paguen los jubilados que no saben cuánto van a cobrar a fin de mes o las pymes que no pueden saber cuánto les va a llegar de servicios y alquiler”, dijo Lousteau. El futuro de los jubilados todavía no está claro.
La movilidad jubilatoria tiene media sanción de Diputados pero recién ingresó al Senado el viernes, por lo que le espera un largo camino por recorrer antes de llegar al recinto, y en cuestión de semanas arrancará el receso de invierno. Esta semana, sí se espera que haya sesión el jueves para tratar pliegos de embajadores y militares, pero no los de los aspirantes a un lugar en la Corte Suprema.
Los que empezaron a moverse son los amarillos. Como ya publicó El Destape, Mauricio Macri iba a empezar a marcar sus diferencias con la gestión de Milei. Coinciden en lo económico pero algunas variables se le fueron de las manos. Después de la sanción de la ley Bases, el ex presidente no esperó más que un fin de semana para plantear su propia agenda.
En un duro informe de la Fundación Pensar, presidida por María Eugenia Vidal, los macristas, con Mauricio dentro, marcaron las banderas rojas del plan de Milei: inflación a la baja, pero aún en niveles altos, aumento de la desocupación y de la pobreza, caída del consumo, elevada brecha cambiaria, estancamiento educativo, ingresos que no le ganan a la inflación y jubilaciones en niveles de pobreza. Después de su difusión, el PRO quiso bajarle el tono al escrito y planteó que solo destacó los avances de este gobierno, dejando los aspectos negativos a la pesada herencia.
Con el informe de 39 páginas, la Fundación Pensar echó por tierra algunos pilares discursivos de Milei y el PRO aprovechó para plantear su propia agenda, amarrados “a los valores fundacionales” del partido como “la transparencia en la gestión pública y la lucha contra la corrupción; la educación pública como base del crecimiento y la creación de oportunidades; y una política de seguridad profesional para que los argentinos puedan vivir tranquilos”.