Mauricio Macri volvió de sus vacaciones y en la previa de la demorada cumbre que -se supone- tendría con Javier Milei aprobó un reclamo de Chubut al gobierno nacional por 13.500 millones de pesos retenidos de los fondos coparticipables. Se trata de una provincia gobernada por el PRO, el partido que se encamina a presidir desde marzo y cuyo rumbo rediseña por estas horas mientras negocia lugares clave con Patricia Bullrich. La queja tiene como destinatario al ministro de Economía, Luis Caputo, que puso un freno al desembarco del exPresidente en el Gabinete. Este nuevo capítulo de la novela de cruces será el telón de fondo del encuentro que Macri y Milei tendrán en los próximos días.
Como viene relatando El Destape, macristas y libertarios rechazan una fusión en el corto plazo con distintos argumentos que en gran parte obedecen a la desconfianza de ambos lados. “No nos queremos comer la curva que nos comimos en diciembre”, graficaron desde la mesa política de Macri sobre las negociaciones truncas y promesas mileistas que no se concretaron. Macri no está apurado, por eso no acelera un acuerdo ni fuerza una imagen juntos. La semana que viene se espera la aparición pública de Macri y un mano a mano con el Presidente, quien dijo que planea verlo tras su regreso de Estados Unidos.
Antes de esta cumbre, Macri se tomó toda esta semana que pasó para tener una intensa seguidilla de reuniones. Pasaron por su oficina de Vicente López gobernadores, legisladores y hasta intendentes. El jueves lo visitaron los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y allí tomó conocimiento del reclamo que al día siguiente haría la provincia patagónica por los 13.500 millones de pesos que Nación le retuvo. Macri no se opuso y les transmitió que hay que “cuidar los territorios, los tres gobernadores y los intendentes". Gobernadores de Juntos por el Cambio y hasta del peronismo salieron en apoyo. De todos modos, desde el entorno de Torres aclararon que la decisión es 100 por ciento del gobernador. "La coparticipación la pisaron hace 20 días. Hace rato la venimos trabajando", sumaron.
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Quien también estaba al tanto de esta jugada es Patricia Bullrich, que horas después de que estallaran los cruces de tuits y comunicados salió con un mensaje con el que bajó línea en el partido que aún conduce. “Ningún miembro del PRO puede estar de acuerdo ni validar la amenaza de confiscar propiedad privada”, cruzó a Torres en un claro posicionamiento en favor del Gobierno. Dijo que “no solo es obsceno hacer esa amenaza, sino que son afirmaciones que ahuyentan inversiones, la creación de empleo y el progreso de nuestro país”, en relación a la advertencia de interrumpir la salida de petróleo desde la provincia. En un claro mensaje al rumbo que Macri termina de construir para el partido, avisó: “El dilema es simple: o todo sigue igual o abrazamos la libertad y cambiamos”.
Macri le transmitió a los dos gobernadores del PRO su intención de “ayudar” a Milei aunque le genera dudas el destino que tendrá la gestión con este plan económico. Los mandatarios le expresaron "la necesidad de ser parte de las decisiones importantes del partido a nivel nacional", de que los reclamos del interior sean escuchados y de tener injerencia en una mesa política que se planea conformar a futuro.
El exPresidente les contó su plan de normalización del partido y que su idea es conseguir liderar una lista de consenso e integral, que lo represente. “La piensa a su imagen y semejanza”, resumieron desde su entorno a El Destape. Según relataron quienes lo frecuentaron en estos días, está focalizado en este armado que pretende que marque la claridad hacia dónde tiene que ir el partido. El PRO está alineado con el gobierno nacional desde las ideas y Macri disfruta de ver un gobierno que lleva adelante el nivel de ajuste que hubiese deseado ejecutar si no optaba por la vía del gradualismo.
Hasta acá, en el Congreso el bloque de diputados que conduce Cristian Ritondo votó en sintonía con el oficialismo y esa tendencia se espera que continúe. Tal es así que los legisladores que conduce el bonaerense ya trazan una agenda de proyectos para impulsar con el comienzo de las sesiones ordinarias que esperan sean respaldados por La Libertad Avanza.
Más allá de esa sintonía, hay una mirada crítica sobre la gestión. “Hay acuerdo en el rumbo, pero un desacuerdo en la implementación”, explicaron en el partido y el Ministerio de Capital Humano que tiene a la cabeza a Sandra Pettovello es el que coinciden todos en los cuestionamientos. Se debe, principalmente, a que esa cartera aglutina distintas áreas socioeconómicas en las que repercute el ajuste.
Pettovello está en la mira del macrismo y en la semana hubo una versión de una renuncia que inmediatamente fue desmentida en Casa Rosada. Quienes la conocen recuerdan que en campaña al menos cuatro veces manifestó su renuncia “por cosas que no le gustaron” sin todavía ser oficializada como funcionaria. Pettovello forma parte del círculo de confianza de Milei, que tiene en su núcleo más íntimo a su hermana Karina, Santiago Caputo y Nicolás Posse.
Ese trío no solo sostiene a la ministra sino que es el principal obstáculo para el desembarco de Macri. "No quieren que Macri quede como el salvador", se escuchó a un libertario con acceso a los despachos del primer piso de Casa Rosada.
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El que salió a rechazar de forma tajante la fusión PRO-LLA fue el ministro Luis Caputo. El exfuncionario de Cambiemos resaltó como “natural” la buena sintonía legislativa pero ante un posible acuerdo que incluya ministros macristas en el Gabinete respondió: "A nivel del Ejecutivo no tiene que haber. No". Hay quienes dicen que hay una puja entre Caputo y Macri por la financiación del actual plan económico. Mientras el ministro busca venderle YPF a Estados Unidos a cambio de un desembolso de entre 10 mil y 15 mil millones de dólares, el ingeniero puede acercar unos 50 mil millones de dólares de capitales árabes para explotación de pozos petroleros. Tras la retención de fondos a Chubut, Caputo celebró a Milei cuando cargó contra "la casta" al aclamar: "Vamos Presidente!".
Milei no se expresó en los mismos términos y dejó abierta la posibilidad de un entendimiento aunque señaló que "es un proceso que requiere tiempo" y que antes cada espacio debe "resolver cuestiones internas". En ese marco, anticipó que hablará con Macri "la semana que viene", tras su regreso desde Estados Unidos.
El nuevo rumbo del PRO
En las críticas macristas a la gestión hay un dirigente que profundizó: “No hay ninguno que funcione”. La afirmación incluyó la cartera de Patricia Bullrich. En el macrismo de paladar negro hay un cierto encono todavía para con la ministra por la jugada a título personal que hizo de negociar su ingreso y el de otros nombres sin que eso se negocie primero puertas adentro del partido.
Bullrich no se opone a la presidencia de Macri en el PRO pero para llegar a ese consenso busca pisar fuerte en la estructura. Entre sus laderos advierten que "si él no trata al PRO como si fuera una empresa, donde él es el dueño de todo, va a funcionar bien" la unidad. Bullrich cree que hay que "entender el nuevo rol" del PRO, que está lejos de ser el de 2015 cuando Cambiemos dejó el poder. Por eso, pide una distribución representativa y de pares. “Quiere ser socia de Macri y que todo se defina en conjunto”, tradujeron desde la mesa del exPresidente.
Macri quiere que entre las vicepresidencias y secretarías haya representación tanto de gobernadores, intendentes como de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. En el caso del exjefe de Gobierno porteño, Macri les transmitió a sus interlocutores que hay un lugar reservado para él o para alguien que designe en su nombre. “Hay un lugar pensado para él o para alguien que lo represente”, indicó. Larreta le hizo saber que no tiene intención de integrar el nuevo esquema.
“No se siente representado para nada”, resaltaron desde su entorno. Según supo El Destape, Larreta no será parte de ninguna lista de unidad, ni él ni ningún larretista. Por estos días intercala días de descanso con participaciones en reuniones de gabinetes en provincias gobernadas por mandatarios del PRO y del radical Maximiliano Pullaro. Se mantiene firme en su convicción de generar acuerdos con distintos sectores para gobernar y parado sobre su experiencia de 16 años en la gestión porteña no pierde la esperanza de que en algún momento se valore esa aptitud al elegir un gobernante.
Todavía restan conversaciones para definir los nombres que acompañarán a Macri en la nueva conducción. Pero sí trascendió que una vicepresidencia se reservó para un nombre determinado por Bullrich, quien quedaría al frente del Consejo Nacional. En ese órgano es posible que tenga un lugar María Eugenia Vidal, quien tuvo una reunión a solas en la semana con Macri. Las presidencias del PRO porteño y bonaerense quedarán para Jorge Macri y Cristian Ritondo respectivamente y con ellas se aseguran la lapicera para el armado de listas.
Otro nombre que estará en el organigrama es el de Diego Santilli, mientras que circuló el de Martín Yeza y habrá que esperar quiénes estarán allí por parte de los gobernadores e intendentes. De hecho, Macri no solo se reunió con su primo sino que recibió a Ignacio Torres y Rogelio Frigerio.
Una vez cerrado ese cronograma, se analiza la conformación de una mesa ejecutiva amplia, algunos la llaman “mesa de poder”, en la que participen las principales figuras del PRO y que tendrá un fin más político que institucional. “Será después de que se ordenen las autoridades, todavía está en un estado muy embrionario”, explicó una diputada.
A lo que apunta el PRO es a la gobernanza más que a la gobernabilidad, que hasta acá Milei logró mantener, ya que proyectan que el impacto de la crisis llegará a tal grado que puede hackear a una administración nacional débil. El diagnóstico que hacen los macristas es que esa crisis de gobernabilidad Milei la podrá amortiguar con una mejor gobernanza.
En el partido nacido a principios del 2000 ven posible que con esta política de ajuste y sin respuestas por parte de la gestión habrá una crisis. Dependerá del grado de tolerancia social y la merma de la popularidad del Presidente, principal sostén hasta acá por parte de un electorado volátil. También será clave su capacidad para generar acuerdos, no solo con el PRO sino también con gobernadores. Abril y mayo son los meses apuntados.