Frente a las operaciones mediáticas y partidarias que buscaron instalar la idea de una "persecución política", el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires recordó varios puntos que merecen un análisis acabado para entender "el pretendido allanamiento" a Mauricio Macri, algo que calificaron como "un montaje al servicio de la posverdad". La fuerza que integra el frente oficialista recordó que la medida fue "ordenada por el juez Juan Manuel Culotta, casualmente discípulo del Colegio Cardenal Newman, como el expresidente". Además, apuntó que Mauricio Macri no puede aceptar que su liderazgo está oxidado y, por lo tanto, recurre a maniobras espurias para intentar ponerse en el centro de la escena opositora como un dirigente a seguir y recordaron que el peronismo fue perseguido durante la gestión Cambiemos, no al revés.
Con un documento, recordaron que Culotta "fue designado, en forma irregular, juez elelctoral durante la gestión de Cambiemos", o sea del propio Macri, "para ejercer el control político de las elecciones". Por otro lado, detallaron que la denuncia contra el hombre PRO, vinculada a la violación de la cuarentena obligatoria tras vacaciones en Europa, no fue realizada por Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas, como muchos hicieron creer.
Por eso, destacaron que lo difundido en redes sociales "y en los medios afines al macrismo es falso" porque "los peronistas no andamos con gorra y uniforme soplándole a la Justicia infracciones o delitos de nuestros oponentes", como ocurrió durante la gestión M.
Además, consideraron que la medida del juez Culotta tiene un "origen espurio" que hace que no quepan dudas de "que estamos ante una nueva operación político-judicial de un allanamiento tendiente a desacreditar al peronismo para colocarlo en la vereda de la persecución y de la intolerancia" algo que, aclararon, está "alejado de la realidad". Sobre todo porque los perseguidos fueron "nuestros compañeros y compañeras que debieron soportar" prisiones preventivas justificadas por la doctrina Irurzun, sobre todo Cristina Kirchner.
Frente a este panorama, lamentaron que la interna opositora se dirima "mediante maniobras judiciales que buscan oxigenar el liderazgo decrépito de alguien que no se resigna a aceptar que otros dirigentes de su espacio político sean más valorados que él" y pidieron que aprendan a seleccionar a sus candidatos y dirigentes mediante a métodos democráticos, lejos del "montaje de un allanamiento al servicio de la posverdad".