El mapa de los votos dialoguistas para rechazar el veto de Milei

El gobierno necesita sumar 15 votos y la oposición 12. Los ausentes y las abstenciones de junio serán la clave para rechazar el veto o sostenerlo. 

01 de septiembre, 2024 | 00.05

El gobierno volvió a recurrir a los sectores amigos para trabajar en conjunto una agenda parlamentaria que haga contrapeso a la debilidad numérica del oficialismo. Parte de esto juega en favor de Mauricio Macri, que quiere que La Libertad Avanza comprenda que necesita del PRO para sobrevivir. El partido quiere aceitar los vínculos de trabajo con LLA para perfeccionar mecanismos y evitar problemas. Los amarillos se anotan haberles avisado de los inconvenientes por los fondos de la SIDE, las jubilaciones y la visita a represores, sin éxito. No tienen ganas de repetir algo así.

Según un estudio de Casa3, el 50% considera que Javier Milei se está apoyando en el PRO para gobernar, porcentaje que, según el voto emitido en las elecciones generales del año pasado, varía. Dentro de quienes eligieron a La Libertad Avanza, sólo el 32% piensa que el presidente se recuesta en el partido amarillo, mientras que el 53% de quienes optaron por Patricia Bullrich considera eso. El porcentaje se incrementa entre los votantes de Sergio Massa, llegando al 63% y al 68% de quienes optaron por otras ofertas electorales. 

El PRO entró, desde la elección del año pasado, en una especie de período de autocrítica y reflexión interna. Se guardó en la primera etapa del gobierno, con una colaboración máxima, y ahora tomó impulso para formar parte del cambio. Esta semana, Mauricio Macri dijo estar “en la misma página” que La Libertad Avanza, con la intención de suavizar los ruidos internos generados con su discurso anterior.

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En filas amarillas, no pareció probable que el gobierno esté dispuesto a ceder con los pedidos extremos de Mauricio, concentrados en Santiago Caputo y Martín Menem. “Veo difícil que pase algo así”, lanzó un diputado M. Por ahora, el asesor estrella tuvo el aval de Javier Milei y el presidente de Diputados se mostró con Karina. Un legislador amarillo consideró más viable esperar a que pasen las elecciones. Por ahora, todo es una nebulosa que dependerá del acuerdo macro de partidos.

“No tiene identidad desde hace rato”, lanzó un crítico de la posición del PRO que conoce a Macri. Para esta fuente, Mauricio jugó “a ser socio menor de Milei y nadie vota por suplentes”. 

La próxima gran parada para el gobierno será, una vez más, en el Congreso. Las definiciones llegarán durante la semana, con reuniones de bloque que tengan el veto a la movilidad jubilatoria como asunto central. La llegada del Presupuesto 2025, poco después, podría diluir el descontento abriendo puertas para negociar partidas y prioridades para el año que viene.

De momento, la oposición dialoguista se mantiene firme en la posición de rechazar un veto presidencial total de la movilidad jubilatoria. Ante la imposibilidad de frenar los dos tercios en el Senado, donde la ley salió aprobada casi por unanimidad, las actividades oficialistas se concentraron en Diputados donde el bloque más cercano, el PRO, puede mejorar su performance. La clave estará en el voto de los ausentes y de quienes se abstuvieron durante la votación originiaria, en un debate acalorado y con final incierto.

En el Senado, la ley salió aprobada con 61 votos afirmativos y nueve, de trece artículos, acompañados por el oficialismo en particular, recordó una fuente radical visiblemente molesta por la decisión del gobierno de vetar una norma con tanto consenso pero, sobre todo, para dejar en claro la imposibilidad de evitar los dos tercios allí. 

En la Cámara Alta, imposible eludir el rechazo opositor al veto. Los dos tercios de los votos se alcanzan con 48 voluntades, un número sobrado. Podría darse vuelta una docena de senadores sin generar inconvenientes.

En Diputados, sin embargo, el panorama es menos claro. Para llegar a los dos tercios son necesarios 172 legisladores, en caso de no registrar ninguna ausencia. En la votación de junio, cuando el proyecto tuvo media sanción, se cosecharon 160 votos positivos. Faltan doce. En ese entonces, hubo 24 dirigentes que o se abstuvieron o no estuvieron presentes. De ellos, no todos estarían para rechazar el veto.

Dentro de las abstenciones, hubo cinco de la izquierda que, según se informó en su momento, estarían para rechazar el veto. Otras dos provinieron del bloque Producción y Trabajo, que responde al PRO Omar de Marchi y otro de la tucumana de Creo, también vinculada a la derecha. En un cálculo conservador, sumando estas voluntades se alcanzarían las 165, faltando siete para los dos tercios.

En las ausencias hubo dos de Unión por la Patria y una de la UCR, que deberían estar para rechazar el veto. Así, habría 168 votos y faltan cuatro. Por lo tanto, las miradas estarán posadas sobre dos de Hacemos Coalición Federal (ahora Encuentro Federal), tres de Independencia y el accionar PRO. 

El bloque de Miguel Ángel Pichetto hará lo posible para que sus dos ausencias se conviertan en votos de rechazo al veto. Estas correspondieron a Chubut y Entre Ríos, dos provincias gobernadas por el PRO de Mauricio Macri, lo que suma un condimento interesante. 

“Somos autores del proyecto”, lanzó un diputado del espacio que aclaró, además, que los artículos más “polémicos” para el objetivo de reducir el déficit fiscal fueron propuestos por los cordobeses, que suelen ser los más escurridizos. Por lo tanto, hay voluntad de insistir con la ley. 

Encuentro Federal fue el primer armado que se pronunció en ese sentido. Si garantizaran 15 de 16 presencias (Ricardo López Murphy se había opuesto a la ley), habría 170 en contra de la decisión presidencial de voltear la ley. El martes habrá reunión de bloque con invitados externos para pensar el nuevo momento político.

El descontento con el accionar del gobierno respecto a los jubilados es muy notorio, lo que suma un factor interesante a la hora de pensar posicionamientos. El diputado cordobés, Oscar Agost Carreño, presentó un proyecto de resolución para solicitarle explicaciones al Ejecutivo sobre la reducción en la cobertura del 100% de medicamentos para los afiliados del PAMI. 

Luego, hubo algunos datos de color a prestar atención. En junio, la libertaria Rocío Bonacci estuvo ausente durante la votación. Hoy, es una de las que está cruzada con La Libertad Avanza por la visita a genocidas en Ezeiza y fue una de las que bajó al recinto cuando se estaba formando el quórum para voltear los fondos reservados de la SIDE. Lo hizo junto a Lourdes Arrieta, que en junio formaba parte del bloque del gobierno y hoy no. 

Otra curiosidad se concentró en las siete ausencias del PRO a la hora de tratar el proyecto, entre ellas estuvieron María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato, dos figuras clave del macrismo que se sentaron al lado de Macri en el relanzamiento de la Fundación Pensar, el jueves, en Entre Ríos. El ex presidente está a favor del veto. La ex gobernadora bonaerense tenía su propio proyecto para recomponer jubilaciones, por lo tanto una iniciativa coincidente con la necesidad de avanzar en una mejora de los haberes.

El proyecto presentado por Vidal estipulaba un ajuste mensual de las jubilaciones en base al índice de precios al consumidor medido por el INDEC y un adicional anual del 30% de la variación salarial. La ley aprobada contemplaba un 50% del RIPTE una vez al año, una recomposición extraordinaria del 8,1% y pago de deudas de ANSES con las provincias y cancelación de juicios con sentencias favorables a jubilados.

El resto, está más claro. La Coalición Cívica salió con una campaña fuerte en favor de los jubilados, Unión por la Patria ya estableció su postura y la UCR también. “Obvio”, se dijo desde una bancada centenaria ante la consulta sobre si los 34 votarán en contra del veto. Incluso, el diputado Martín Tetaz empezó a recolectar firmas en sus redes. 

A ellos se les suman Encuentro Federal, Innovación Federal, el Movimiento Popular Neuquino y Por Santa Cruz, todos ellos acompañaron la ley. El bloque Independencia, los enojos libertarios y las vergüenzas amarillas serán clave para sumar votos al rechazo o restarle votos a la aceptación del veto. Por estas horas, no se descartan cambios de posición, de voluntades negativas en junio a voluntades a favor de la movilidad.

En el PRO, tanto Macri como Patricia Bullrich acompañaron el veto presidencial. La ministra acusando a Mauricio por especular y no por bancar por convicción. Pero Horacio Rodríguez Larreta se pronunció en contra. Si bien el ex jefe de Gobierno no tiene gran peso en el parlamento, sí puede afectar a algunos, lo que podría ser más que suficiente.