El ex presidente Mauricio Macri en su libro Primer Tiempo reconoce que le pidió a la entonces gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que no pague el aguinaldo a los trabajadores estatales para que sientan la supuesta crisis que dejó la administración de Daniel Scioli.
"Cuando María Eugenia Vidal asumió en la provincia, se dio cuenta de que en la caja no había fondos ni para pagar el aguinaldo o los sueldos de diciembre. Y vino a pedirme que la ayude. La única solución posible, dado que la Nación tampoco tenía plata de sobra, era pedirle al Banco Central que emitiera los pesos necesarios para que la provincia les pagara a sus empleados", comenzó contando Macri.
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Luego detalló el perverso pedido que hasta la propia Vidal rechazó: "Le propuse un camino alternativo. «Pensemos si no sería bueno que no pagues el aguinaldo, así queda claro el desastre que te dejó Scioli», le dije. «Proponé pagarlo escalonadamente, a lo largo de varios meses, a medida que se van recuperando los números de la provincia». Reconocí que era una medida difícil, que iba a generar resistencia y que probablemente era injusta con los empleados de la provincia, que no tenían la culpa de la irresponsabilidad de Scioli. «Pero te puede servir para marcar claramente este desastre», insistí.
Lo insólito es que una de las supuestas autocríticas que hace Macri en el libro es "que pudimos hacer algo parcial, que habría mostrado bien el desbarajuste sin castigar a los argentinos por eso". Luego el ex presidente parece estar molesto con Vidal por no aceptar su propuesta y sostiene que aceptó la decisión de la entonces gobernadora porque había sido candidata por pedido suyo.
"María Eugenia prefirió no hacerlo, en parte porque sentía lo mismo que yo, que era mejor empezar con un buen clima en la provincia y tratar de gestionar rápido después de tantos años de abandono. Además, era una tarea para la cual ella aún no estaba convencida, porque había sido candidata por un pedido personal mío. Ahí pesó la lealtad incondicional que siempre tuve con ella y desistí. Pero sigo pensando que habría sido una buena idea, porque nos habría permitido mostrar, con una disrupción muy fuerte, el tamaño del desastre que nos habían dejado, sin que lo tuvieran que sufrir todos los argentinos", sostuvo en Primer Tiempo.
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Macri reconoce que la medida habría tenido consecuencias políticas, pero en ningún momento se detiene a pensar en el dolor de los trabajadores: "Habríamos tenido a los empleados públicos de La Plata en la calle, reclamando con justicia lo que les correspondía, pero también les podríamos haber dicho, con la misma justicia: «No nos dejaron un peso, esto es lo mejor que podemos hacer".