Luego de las bravuconadas, el Gobierno negocia con la oposición dialoguista la ley ómnibus

Después del cruce de acusaciones durante el fin de semana, el presidente Milei habilitó las negociaciones con la oposición dialoguista para llegar a un acuerdo y emitir dictamen de mayoría de la ley ómnibus esta semana. El encuentro ocurrió en el despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara baja, y tendrá una segunda parte este martes.  

16 de enero, 2024 | 00.05

Luego de las cornadas que se propinaron durante el fin de semana -entre un presidente Javier Milei que volvió sobre las "coimas" y los "curros" de quienes ponían peros en aprobar sus leyes, y una oposición dialoguista que le endilgó supuestos pactos secretos con el kirchnerismo-, desde el lunes quedó habilitada una mesa de negociación para encontrar la manera de llegar a un acuerdo que posibilite un dictamen mayoritario de la ley ómnibus esta semana. Hubo un primer encuentro en el despacho del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, en el que se hizo un repaso al primer tramo de la ley, que seguirá este martes con la segunda parte del kilométrico proyecto. Antes de partir rumbo a Davos, Milei dio el visto bueno al inicio de conversaciones y cuando vuelva, el viernes, podría dar el visto bueno a lo pactado. 

Del encuentro participaron el vicejefe de gabinete, José Rolandi, algunos funcionarios de segunda línea del Ejecutivo y diputados de los bloques del Pro, UCR y Hacemos Coalición Federal. Repasaron los 100 primeros artículos del proyecto para determinar las principales diferencias. Lo primero que saltó fue que la oposición dialoguista no avalará la extensión ni la amplitud de la emergencia en las que el Ejecutivo pide delegación de facultades. Desde estos bloques avisaron que no consideran necesaria ni la emergencia sanitaria, ni de defensa, ni previsional. Ya había quedado establecido en la discusión en comisión, que la extensión de dos años prorrogables por otros dos tampoco es viable. Hoy seguirán con el segundo tramo del articulado.

El encuentro se dio luego de los cruces del fin de semana, Milei volvió a la carga con sus imputaciones a los opositores que no quisieran votarle la ley ómnibus así como fue enviada desde la Casa Rosada. Además de insistir con los supuestos pedidos de coimas que se esconderían detrás de esa reticencia, también les adjudicó un posible empeoramiento de la situación económica. En forma de "trascendidos" desde su despacho, a través de sus medios amigos hicieron saber que investigarían los "curros" de la oposición hacia atrás, en código mafioso, "Sobre las acusaciones generalizadas que formula volvemos a instar que proceda a denunciarlas e investigar. O conoce hechos sobre los que no denuncia, o denuncia hechos que no existen", le respondió el jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo.

Milei reaccionó al comunicado emitido por el bloque radical, donde se plantearon como objeciones insalvables a la ley el aumento de las retenciones y la suspensión de la movilidad jubilatoria, dos medidas que impactan en el objetivo del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, de alcanzar un superávit del 2%, como le prometió al FMI. La oposición le reclama alguna garantía de recomposición de las jubilaciones sin la fórmula. En cuanto a las retenciones, fue algo que el propio Caputo ya había escuchado el viernes de boca de los gobernadores de Juntos por el Cambio, al igual que el reclamo que se vuelva para atrás con las desregulaciones en materia de pesca y de explotación de hidrocarburos.

Tantas peros hicieron enojar a Milei, que en una entrevista volvió a cargar las tintas contra la oposición. Además de todas las cosas que le dice habitualmente, le agregó que complicarían la situación económica y que lo obligarían a hacer un ajuste más profundo todavía. Tan agresivo fue que hizo salir al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, del PRO, a respaldar lo sostenido por De Loredo. Luego se sumó un comunicado del bloque Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Angel Pichetto, expresando su preocupación por ver a Milei sólo interesado en confrontar con el Congreso sin comprender que el proceso de formación de leyes requería de diálogo y consenso.

Resultó todo un gran preparativo para las negociaciones reales que arrancaron este lunes, al mismo tiempo que representantes de la sociedad civil se expresaban -mayoritariamente en contra- del proyecto ante el plenario de comisiones de Diputados. El secretario general de la CGT, Héctor Daer, le reclamó a los diputados que rechacen el proyecto "de plano". "El 24 vamos a venir a apoyarlos para que tomen la valentía de decirle no a la ley ómnibus y no al DNU", dijo el jefe de la central sobre el paro y movilización previsto para ese día.

Este martes volverán a darse las dos reuniones en simultáneo: una discusión pública en el plenario y otra a puertas cerradas entre los jefes de los bloques con representantes del oficialismo, donde pulirán un dictamen que sea potable para todos. La Libertad Avanza necesita el respaldo de las tres bancadas dialoguistas. Anticiparon que este martes discutirán la situación previsional, por lo que participarán funcionarios de Economía.

Caputo viajó a Davos junto al Presidente, pero seguramente no perderá la pista de lo que se negocie en el Congreso. La cuestión podría resultar la llave para destrabar el dictamen conjunto, más allá de otras diferencias que están pendientes: retenciones, la lista de empresas públicas a privatizar y el pedido para postergar para las sesiones ordinarias temas que no revisten urgencia como el juicio por jurados, la reforma de los códigos civil y penal y la reforma política.