"Es la hora del campo", reclamaron los gobernadores de la región centro una nueva pesentación para hacerse eco de la complicada situación del sector agropecuario. Con un gobierno nacional que mantiene altos índices de aprobación en sus provincias, al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, y al de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, encontraron un costado por donde entrarle con el reclamo por la baja de retenciones y de medidas de alivio para el sector. En esta juntada lo sumaron al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, de muy buen vínculo con el oficialismo. También les mandó su apoyo el ex candidato presidencial Juan Schiaretti, quien se mantiene atento al armado de un sector de centro "federal" que sea alternativa al mileismo y al kirchnerismo en las elecciones.
"Coincidimos en reiterar nuestro pedido de una urgente baja de las retenciones al sector agropecuario. El campo no da más y se puede fundir", sostuvieron los tres gobernadores de la región centro reunidos en Rosario. En la conferencia de prensa en el Salón Blanco se refirieron casi en exclusividad a la situación del sector, golpeado por los bajos precios internacionales, el dólar planchado, insumos que aumentan y condiciones climáticas adversas. “Lo que se tiene que dimensionar desde Buenos Aires es que si no se toman medidas urgentes el campo se va a fundir. Esto traerá un impacto negativo en nuestras provincias”, intervino Pullaro.
Llaryora hizo punta semas atrás al participar de las reuniones de la mesa de enlace de Córdoba y suscribir los primeros documentos para alertar al Gobierno de la situación. Fue por los mismos días que importantes firmas agropecuarias comenzaron a entrar en default al no poder hacer frente a las obligaciones financieras contraídas, que dispararon los temores por un posible efecto expansivo. Pullaro no quiso cargar las tintas sobre el Gobierno y prefirió entonces apuntarle al Conurbano bonaerense, que calificó como un sector "improductivo" que era mantenido con el dinero de las retenciones. Un tiro desviado que valió una dura repuesta del PJ Bonaerense. Luego, ya a dúo con Llaryora, el gobernador santafesino afinó la puntería y se sumó al reclamo agropecuario dirigido al Gobierno.
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En un contexto en el que a los gobernadores les resulta difícil salir de las cuestiones locales, los mandatarios de la región centro encontraron con la situación agropecuaria un tema de repercusión nacional y que seguramente irá in crescendo. El ministro de Economía, Luis Caputo, les prometió a las entidades del campo que las recibirá a la vuelta de su viaje junto a Milei. Sin embargo, en sus últimas apariciones, el Presidente dijo que la baja de las retenciones era un tema que tenía en sus planes, pero que no podía tomar decisiones en el corto plazo.
La situación atrajo la atención de Schiaretti, quien mantiene el objetivo de presentar este año una propuesta electoral de centro y federal, distante del oficialismo y del kirchnerismo. Este martes recibió en Córdoba a la ex gobernadora rionegrina Arabela Carreras y hablaron de producción, trabajo y federalismo, también de la construcción de "un país normal que respete las instituciones". Obviamente, como integrante del "cordobesismo", es lógico que Llaryora acompañe el armado que viene tejiendo Schiaretti. En tanto, Pullaro es radical y Frigerio del PRO, dos expresiones políticas que vienen mostrando muchas dificultades para tomar una posición clara frente al gobierno de ultraderecha. "Acompaño el reclamo de los gobernadores de la región centro", expresó el ex gobernador cordobés, que calificó a las retenciones como "un verdadero saqueo con el que se castiga al sector productivo". El conflicto agropecuario le da a este sector la posibilidad de amplificar su voz y provocarle alguna fisura al Gobierno en un electorado que considera propio.