En un Luna Park que nunca llegó a estar completo, el presidente Javier Milei presentó su libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”. La crisis económica, el aumento sistemático de precios y los despidos en el Estado y en el sector privado no evitaron que el mandatario cantara, bailara e hiciera chistes en el emblemático estadio porteño; sus seguidores, visiblemente contentos de estar ahí, ríeron a su compás.
Un nutrido grupo de militantes de La Libertad Avanza (LLA) estuvo varias horas antes en la Plaza Roma, con bombos y redoblantes. En la vereda, puestos del partido sumaban nuevos afiliados al partido, que busca músculo de cara a las próximas elecciones. Afuera del estadio, era recurrente escuchar pedidos de entradas de quienes no llegaron a conseguir las que entregó la organización del evento.
Para marcar el comienzo de la presentación hace falta remontarse algunas semanas atrás: el Presidente iba a hacer el acto en la Feria del Libro, pero los organizadores del evento repudiaron su presencia por sus medidas económicas y, puntualmente, el ajuste a la cultura. Pero a Milei le vinieron bien las críticas de los organizadores del evento que se hace anualmente en La Rural porque pudo, desde su visión, exponerlos, y así organizar su propio acto, con show incluido, en el Luna Park. Un “principio de revelación”, diría el libertario.
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Pasado el Feria del Libro Gate, una empresa privada -según dijo el propio Milei- alquiló el Luna Park, y el pago, aseguró el libertario, se hará con regalías del nuevo libro. La previa, que se extendió debido a la demora para el arranque, fue a pura música: sonó La Renga y AC/DC, aunque también se escuchó el jingle con ritmo de “Provócame”, de Chayanne, que se hizo el año pasado en el marco de la campaña de jingles de Gelatina; esto fue lo más coreado por los fanáticos del libertario. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se llevó la principal ovación en la antesala de la llega de Milei. Las graves acusaciones que le había hecho el libertario el año pasado quedaron enterradas también para la militancia de La Libertad Avanza.
No existieron en el Luna Park los aumentos de precios, que ya acumulan 65% en el 2024 tras el 8,8% que informó el Indec en abril; tampoco pareció importar que la pobreza ya alcanza a casi la mitad de los argentinos, según la Universidad Di Tella; mucho menos la caída de la actividad económica, con una industria que se desploma y en la que se despiden trabajadores todas las semanas. En el Templo del Boxeo, Milei pudo mostrar sus destrezas en el canto, aunque se hizo esperar: primero, a las 21, tocó la banda soporte, en la que el diputado Alberto “Bertie” Benegas Lynch tocó la batería; allí, sonaron Panic Show y El Revelde, de La Renga. En este segundo tema, los intérpretes se tomaron algunas licencias en la letra y cuestionaron a los “estatistas”.
Diez minutos después de las 21, entró el Presidente, también al ritmo de Panic Show. “Estimados, quise hacer esto porque quería cantar”, fue lo primero que dijo y, para variar, cantó con la banda que estaba en el escenario el mismo tema de La Renga. Tanto en la cancha de Racing en enero como en La Plata este mes, el cantante del grupo de rock del barrio de Mataderos, Gustavo “Chizzo” Nápoli, le dedicó a Milei el tema Vende Patria Clon, que dice: “Y cuando compren todo, ¿qué más va a querer?”. Pero eso tampoco pareció importar en el Luna Park.
El discurso
Pasado el juego de la banda, comenzó su discurso. El primer agradecimiento fue a “El Jefe”, su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia. Luego agradeció a sus ministros y legisladores y, a modo de chicana, a los organizadores de la Feria del Libro, por criticarlo. “Gracias kirchneristas”, gritó. Al hablar del libro, que al fin y al cabo fue el motivo del acto, marcó cómo pasó de ser un economista neoclásico a un “discípulo de la Escuela Austríaca liberal libertaria”. Básicamente, el problema que Milei tiene con los economistas neoclásicos es que no consideran, según él, a los monopolios como algo deseable. “Está buenísimo”, dijo sobre los monopolios. Esto se contradice con la presentación que hizo la Secretaría de Comercio contra las prepagas, a las que el Gobierno acusó de cartelizar sus precios.
También estuvo presente su habitual ataque al Congreso. “Les dije lo que todos los argentinos queríamos decirles”, recordó sobre la apertura de las sesiones ordinarias, justo antes de que el público cantara “Cristina se va presa”. Allí bromeó sobre “la independencia de poderes”, el único motivo por el que no acompañó cantando, aunque sí hizo gestos en la canción del público contra el presidente español, Pedro Sánchez, cuando siguió haciendo chistes: “Mondino me va a pedir horas extra”.
Otro punto álgido se dio cuando el libertario cuestionó el aborto legal: opinó que “los aborteros” son la “versión moderna” del “control de natalidad”. Y agregó: “Es una agenda que tiene mas de 3.000 años y es una agenda absolutamente asesina por un par de salames que hicieron mal las cuentas”.
Mientras el ex diputado nacional hacía un repaso por la historia económica, un hombre comenzó a cantar a los gritos: “Javier Milei la puta que te parió”. En ese momento, se fue acompañado de insultos y abucheos de la militancia. Sin embargo, el jefe de Estado se lo tomó con gracia. “Agarratela con Pareto”, bromeó, ya que justo estaba hablando sobre el economista italiano economista italiano Wilfredo Pareto. “Presidente, Presidente”, corearon los libertarios.
La cumbre Milei - Adorni - Espert
Tras el discurso de Milei, subió al escenario el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, quien recibió una ovación. “Si estamos acá es porque nos hartamos del socialismo, de la miseria, y porque necesitamos cada uno de nosotros una Argentina del futuro”, enfatizó Adorni.
A quien presentó primero el vocero fue al diputado de LLA José Luis Espert, con quien Milei parece haber dejado atrás su disputa pública. El año pasado, Espert describió al ahora Presidente como “un populista más”, característica que parece no tener más ahora que se sumó al bloque libertario en el Congreso. “Mi querido amigo Javier Milei”, dijo Espert apenas tomó el micrófono.
El segundo presentado fue, obviamente, Milei. “El exponente de la libertad en el mundo y el presidente con mejor imagen en la región”, describió Adorni, quien sugirió entre risas que podría llevar al público a la conferencia de prensa que da todos los días en Casa Rosada.
En ese momento, en el que Milei y Espert se tiraron flores y disertaron ordenados por Adorni en el escenario, decenas de personas que estaban en el campo empezaron a irse, dejando marcados huecos a simple vista. En esta parte del acto, se dedicaron más que nada a hablar de “las ideas de la libertad”, recordar sus comienzos en la política y plantear posibles soluciones a los problemas económicos del mundo y dar “la batalla cultural”, como marcó en reiteradas ocasiones el jefe de Estado. Cuando terminaron de hablar, el Luna Park ya estaba en la mitad de la capacidad. “Viva la libertad carajo”, concluyó Milei.
Ya seis meses después de su asunción, el Presidente parece hablar solamente de la realidad que quiere ver: con la pobreza en alza y el poder adquisitivo a la baja, no propuso más soluciones que la motosierra, hizo oídos sordos a los reclamos de los sectores que organizan medidas de fuerza y se armó a sí mismo una fiesta para festejar su nuevo libro.