Javier Milei tendrá este martes su primer encuentro con los gobernadores de todo el país a los que detallará las medidas que irán al Congreso que necesitarán de su apoyo, además de las ya adelantadas por el ministro Luis "Toto" Caputo. En el ida y vuelta, los gobernadores quieren insistir en la necesidad de hacer coparticipable el impuesto al cheque como la mejor solución para cubrir el agujero financiero que les dejaron los cambios impositivos anteriores al balotaje, pero en el Gobierno no quieren resignar recursos nacionales por lo que su propuesta es revertir la eliminación del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría y que sean los trabajadores quienes pongan el dinero. Caputo ya anunció el fin de la obra pública y del envío de los fondos discrecionales que se hacían a las provincias en dificultades. El Gobierno especula conseguir apoyos en base a las necesidades financieras de los gobernadores y los mandatarios creen que tienen margen de maniobra por las necesidades políticas de la nueva administración.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, realizó una previa este viernes en su despacho, con los gobernadores radicales que estaban en Capital por la reunión del Comité Nacional presentes mientras que el resto se conectó por zoom. La lógica del diálogo fueron las necesidades urgentes de todos, a quienes Sergio Massa les dejó fondos para pagar los sueldos de diciembre y aguinaldo. A partir de enero para muchos comienza la incertidumbre en un contexto social por demás complicado, con una inflación desbocada.
Francos suifrió una temprana amputación de facultades cuando le sacaron a Interior el manejo de la relación económica con las provincias para dejarlo en el ámbito de Economía, por lo que lo suyo será escuchar, transmitir y negociar. Los ATN serán reducidos a la mínima expresión y sólo para las provincias que se encuentren en una situación realmente crítica.
Milei ganó en casi todo el país y los gobernadores entendieron que debían poner en marcha sus motosierras locales. Quien más, quien menos, prácticamente todos introdujeron en sus mensajes de asunción o reasunción medidas de reducción de gasto público. Un caso emblemático podría ser el del santiagueño Gerardo Zamora, quien había pagado un bono de 400 mil pesos para los empleados provinciales y este viernes -debido al Caputazo- declaró la emergencia económica y un paquete de medidas de contención. "Nos obligan a tomar medidas preventivas", explicó, en base a un plan que aún no se conoce en detalle pero que ya está claro su dirección.
Un adelantado fue el cordobés Martín Llaryora, quien se encontró antes con Francos para expresarse su respaldo a la lógica ajustadora del Ejecutivo pero también transmitió las quejas habituales de la provincia que tienen que ver con las cajas de jubilaciones y los subsidios al transporte, además de su contrariedad por la incorporación de retenciones a producciones regionales como el maní. "Nuestra gestión se encuentra en la misma sintonía que el Gobierno nacional respecto a la reducción del gasto público", avisó. El cordobesismo se plegó a la estrategia que la vicepresidenta Victoria Villarruel desplegó en el Senado para dejar solo al kirchnerismo.
Otro que se plegó a esa estrategia fue el salteño Gustavo Sáenz, que si hasta antes del balotaje aparecía muy cerca de Sergio Massa, hoy se lo ve en busca de nuevos aires. Varios de ellos estuvieron juntos en la televisión en el programa de Alejandro Fantino y sus quejas iban más dirigidas a los supuestos privilegios de la región AMBA que a las primeras medidas del gobierno. "Esta es una liga de gobernadores nueva", se entusiasmó Llaryora al hablar de un posible cambio en la ley de Seguridad Interior para que el Ejército intervenga en cuestiones de seguridad. Dijo que lo había visto en un reciente viaje a Italia.
Frente a esta lógica ajustadora, en Unión por la Patria creen que internamente el bloque se mantiene sólido, más allá de algunas dificultades que pudieran surgir. Algunos gobernadores como Axel Kicillof, Gildo Insfrán y Ricardo Quintela expresaron en los últimos días la postura de oposición al modelo de ajuste brutal que debe mantener el peronismo, simbolizado en el grito de "¡Viva la justicia social, carajo!" de Axel en su jura en La Plata. "Tenemos que ser una oposición responsable que no obstaculice para nada la gestión del gobierno, pero que defienda el trabajo nacional y los derechos de los trabajadores", explicó Quintela en diálogo con El Destape Radio.
La asunción de Kicillof claramente representó la puesta en escena de un modelo alternativo al ajustador que hoy se proclama como inevitable. "La libertad sólo es posible si hay igualdad", proclamó. En la Provincia están atentos a lo que se conversará en el Presidente el martes. Un interrogante a resolver es saber qué consideran fondos "discrecionales" dados los muchos convenios que tienen con el gobierno nacional. Algunos clave, como el Fondo del Conurbano y el Fondo de Fortalecimiento Fiscal que recibe Buenos Aires de aquellos que Mauricio Macri había dado discrecionalmente a la CABA para mantener su policía. Ese litigio está a resolución de la Corte Suprema.
La posible paralización de la obra pública sería un grave problema para la Provincia en términos de empleo y de ingresos. "No hay plata, no hay insumos, ya está casi todo parado. Y una vez que se paraliza es muy difícil volver a ponerlo en marcha", explicaban en la Gobernación. Gabriel Katopodis, de destacada tarea como ministro de Obras Públicas nacional, asumió la tarea en territorio bonaerense, aunque sólo para la obra que se realizan con recursos propios, que así como viene la mano serán cada vez más escasas. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, deslizó días atrás la posibilidad de que la Provincia emita su propia moneda. No es nada que esté en estudio, aclaraban, pero sí que está previsto en la Constitución provincial para un caso de extrema necesidad.
Más allá de los recortes y de la posible paralización de la obra pública, la mirada está puesta en lo que suceda en los barrios. Sin plata, la gente lo primero que deja de pagar son los impuestos municipales, lo que significaría menos recursos para los intendentes. Sin recursos, mucho más complicada la posibilidad de asistir con lo indispensable en los barrios máss necesitados. Milei dijo que esperaba que en marzo comenzara a bajar la inflación y se acomodaran los precios.
Un sondeo de la consultora Zuban Córdoba y Asociados mostró que el 27,4% de los consultados le otorgaba tres meses de plazo al Presidente para que comience a mostrar los resultados de los cambios prometidos en la campaña. Atravesar un verano caliente resultará decisivo para la gestión nacional y mucho de esa suerte se empezará a jugar este martes en el primer encuentro de Milei con los gobernadores, que son quienes podrían facilitarle la aprobación de su plan de ajuste despiadado.