El presidente Javier Milei presentó ayer un proyecto de ley ómnibus de más de 600 artículos que imprime profundas reformas al Estado y en particular se destacan los cambios en el ámbito de defensa nacional. El artículo 3 (Emergencia Nacional) del proyecto delega en el Presidente facultades que lo habilitarían a introducir modificaciones en la Ley de Defensa (23.554) y de Seguridad Interior (24.059) y permitir que las fuerzas militares estén destinadas a combatir el delito simple e intervenir en cuestiones de seguridad interior, una propuesta que Milei presentó en campaña.
Al mismo tiempo, el artículo 345 (Defensa Nacional) delega al Poder Ejecutivo la potestad para aprobar el ingreso de tropas extranjeras al país y el egreso de tropas nacionales al exterior para realizar ejercicios combinados. Hasta ahora esta es una facultad del Congreso.
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Sobre este último punto el candidato a Doctor en estudios internacionales por la Universidad Di Tella, Ezequiel Magnani, señaló a El Destape que es "preocupante" la "discrecionalidad" con la que el Presidente podría decidir el ingreso y/o salida de tropas. "Esto es una novedad. Si bien muchos sectores castrenses están contentos porque es cierto que el tratamiento del Congreso hace que el proceso sea lento y muchas veces se retrase, la realidad es que esto le permite al Poder Ejecutivo una administración discrecional sobre las fuerzas", observó Magnani y señaló que si bien el proyecto del ley ómnibus solo agrega tres artículos al capítulo de Defensa Nacional y no tiene mayores precisiones sí opinó que se inscribe y continuaría la misma línea que tuvo política de defensa durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri.
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Lo que preocupa -señaló Magnani- es que quedará en manos del Presidente decidir si las tropas nacionales pueden participar en ejercicios de formación y adiestramiento que llevan adelante potencias como Estados Unidos o Reino Unido con los ejercicios de Teamwork South y Bold Alligator. "Son ejercicios donde participan ambos países y bajan una doctrina, entonces delegarle estas competencias al Poder Ejecutivo es riesgoso porque facilita el alineamiento militar hacia Occidente", señaló el Secretario académico de Fundación Meridiano.
Hasta ahora esta decisión está en manos del Congreso, que tiene la potestad de aprobar o rechazar esas maniobras que presenta el Ministerio de Defensa al pleno, según lo dispuso la ley 25.880 aprobada en 2004. De hecho, Magnani recordó que la única vez que el Congreso rechazó uno de estos pedidos fue en 2017 cuando la administración de Cambiemos había solicitado que las tropas nacionales participen en los ejercicios de Teamwork South y Bold Alligator porque esa formación contemplaba el adiestramiento en ámbitos que escapaban a la misión principal de las fuerzas argentinas que se reduce a proteger al país de las amenazas externas. Por el contrario, ambos ejercicios tocaban temas de seguridad interior consideradas "nuevas amenazas" como narcotráfico y terrorismo.
"Lo que promovió entonces el macrismo y ahora impulsa La Libertad Avanza es un debate vinculado a contra qué se tiene que preparar el sector militar, y ahí ellos promueven ejes como el terrorismo", apuntó Magnani.
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El otro punto que prendió alarmas es el artículo 134 que crea una comisión auditora a cargo del Poder Ejecutivo con el fin de auditar todo el sistema de Defensa Nacional. Sobre este punto, el especialista en estudios internacionales observó que el Presidente desestimaría el Consejo de Defensa Nacional, que depende del ministerio, y por el contrario habilitaría a la posibilidad de que participen áreas externas al sistema de defensa. "Al no llamar al Consejo uno puede asumir que en realidad van a hacer una auditoría y correr al Ministerio de Defensa. Eso implica que van a involucrar a otras áreas de seguridad o personal vinculado a inteligencia o seguridad interior. Entonces se puede esperar que el sistema de defensa pase a estar más vinculado al Ministerio de Seguridad. Es muy sutil pero empezamos a verlo, de la misma manera que pasó en el macrismo, que el Ministerio de Defensa esté subordinado al de Seguridad", concluyó Magnani.
Por último en el anexo del proyecto de ley se habilita la privatización de empresas claves para la industria de defensa argentina como son: Fabricaciones Militares, la Fábrica Argentina de Aviones y Tandanor.
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