Pese a las acusaciones del Ejecutivo que acompañaron toda la negociación, los bloques de diputados de la oposición dialoguista adelantaron que darán quórum y mayoritariamente votarán en general la ley Omnibus en la sesión convocada para este miércoles. De esa manera, el gobierno de Javier Milei tiene muchas posibilidades de conseguir una victoria parcial en su primer gran test legislativo. Debió dejar bastante en el camino: la ley "Bases" llegará al recinto con la mitad de los más de 644 artículos de la propuesta original y habrá que esperar para saber cuántos serán finalmente aprobados por la mayoría. La sesión arrancará a las 10 y está previsto que el debate dure más de un día. Eso no se debe sólo a la extensión del proyecto, sino también porque también será larga la discusión en particular, con muchos capítulos que siguen generando controversia. La lista de empresas a privatizar, la amplitud de las facultades delegadas y el destino del FGS de la Anses son algunos de ellos.
Milei había sostenido que era a "todo o nada", que la ley debía votarse de inmediato y sin tocarle una coma. No resultó así. El proyecto se discutió varios días más de lo que deseaba y aquel paquete con moño celeste y blanco que el ministro del Interior, Guillermo Francos, le entregó al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a fin de año con el contenido de la ley se redujo a la mitad: quedó en menos de 400 artículos. En el interín, el Presidente trató de coimeros y corruptos a los legisladores que planteaban una negociación para aprobar la propuesta, que tuvo un tratamiento exprés en plenario de comisiones y un dictamen de mayoría plagado de irregularidades.
Como las diferencias con los gobernadores dialoguistas persistían, el viernes pasado a la noche el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, anunció que el capítulo fiscal -el tramo más discutido del proyecto- quedaba afuera para facilitar la aprobación del resto de la ley. Eso sí, avisó que sin esos recursos, el ajuste sería más pronunciado y que la peor parte se la llevarían las provincias. Los gobernadores de Juntos por el Cambio se reunieron con Francos el martes para cerrar un acuerdo definitivo. Hablaron de coparticipar el impuesto País a cambio de la aprobación, que incluiría el capítulo privatizaciones. Apenas trascendió, la oficina presidencial salió al cruce. El paquete fiscal "se discutirá más adelante", avisaron. Milei, en tanto, le daba like a tuits que hablaban del "bloque extorsión".
El método presidencial es incomprensible. Manda a Francos a negociar para luego desacreditarlo, después lo elogió en la reunión de gabinete. Francos aseguró en público que no habían hablado de lo que pueden atestiguar 40 personas entre gobernadores y diputados, según comentó un enojado Nicolás Massot, uno de los legisladores dialoguistas que se encomendó a la difícil tarea de acercar posiciones. Los bloques amigables mantuvieron extensas reuniones para definir sus posturas pasado este último entredicho.
La Libertad avanza cuenta con apenas 38 diputados, pero desde hace varios días el bloque del Pro que preside Cristian Ritondo -que suma otros 37 legisladores- se comporta como cuasi oficialistas. Por eso, la atención estaba centrada en los 34 diputados de la UCR y los 23 de Hacemos Coalición Federal, las dos bancadas que podían inclinar la balanza. Luego de largas reuniones en cada bloque, decidieron prácticamente lo mismo.
"Entendemos la responsabilidad de la hora y las urgencias del país", sostuvo el jefe del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, para explicar el apoyo al proyecto de un Presidente que les dijo las peores cosas. Ante la dificultad para encontrar argumentos, en su justificación ante los medios optó por hacer blanco en el kirchnerismo por la herencia que recibió Milei. "Siempre planteamos nuestro compromiso de aportar herramientas de gobernabilidad", informó, por su lado, la bancada que conduce Miguel Angel Pichetto. Tanto los radicales como los de Hacemos adelantaron que tienen posiciones diferenciadas respecto al articulado, por lo que votarán a favor en general y plantearán rechazos en el tratamiento en particular.
En un último berrinche, desde La Libertad Avanza habían advertido que si no había número para aprobar las privatizaciones -se trata de 41 empresas, aunque todos dan a YPF ya afuera de esa lista- optarían por levantar la sesión. En principio, con el apoyo casi total de estos dos bloques dialoguistas, el oficialismo tendría quórum asegurado y la casi segura aprobación en general. Porque a estos se le agregarían los nueve diputados del bloque de partidos provinciales Innovación Federal, los tres tucumanos que responden al gobernador peronista Osvaldo Jaldo y otros tres monobloques.
Del otro lado, sólo quedarían los 99 diputados de Unión por la Patria, los cinco del FIT y, tal vez, los dos de Por Santa Cruz: un total de 106 legisladores, lejos de los 129 necesarios. La CGT emitió un duro comunicado instando a los tres legisladores tucumanos a volver a las filas de UxP, recordándoles que habían sido elegidos "para defender el ideario de justicia social y federalismo". "No hay que darle las facultades que Milei solicita porque no sabemos qué va a hacer con esas facultades", advirtió el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, en diálogo con El Destape Radio.
Se calcula que serán 35 horas de debate parlamentario. Una discusión que terminará de delinear el mapa político post electoral, con los bloques que están dispuestos a actuar como colaboradores del gobierno de la ultraderecha y quienes se plantan decididamente en la oposición. "Todo nuestro modelo de país no tiene nada que ver con el que expresa Milei en su política económica, en la ley Omnibus y el DNU", sostuvo el jefe de la bancada de UxP, Germán Martínez, a quien le tocará llevar la voz cantante de la principal oposición.