Este miércoles por la mañana la Cámara de Diputados de la Nación sesionaría y trataría el polémico proyecto de la Ley Ómnibus que llegó al Congreso con un sinfín de amparos y medidas cautelares. En horas frenéticas de reuniones dentro y fuera de la Cámara de Diputados - e incluso algunas de ellas secretas y con presunción de haberse cometido varias irregularidades - , el gobernador Axel Kicillof monitorea las posturas políticas con bajo perfil y, sin asomar la cabeza en la esfera mediática, mantiene el teléfono abierto con varios dirigentes.
Según pudo averiguar El Destape, el gobernador mantiene “diálogo permanente con sus pares”, sin importar el partido político. A modo de ejemplo, Kicillof habló por teléfono con su par de Chubut, Ignacio Torres (PRO), durante la jornada del lunes. El tema central no fueron los incendios en el Parque Nacional los Alerces, hecho por el cual el mandatario bonaerense puso a disposición 50 brigadistas, 6 camionetas forestales, 2 helicópteros y demás elementos de combate de incendio forestal; el contacto era para evaluar “qué puntos de la ley ómnibus iban a acompañar y cuáles no”.
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Cada provincia tiene intereses propios - en base a la estructura industrial, productiva y poblacional entre otras - pero además tienen “intereses en común” que se verían seriamente afectados por diferentes artículos de la norma en debate. Respecto de las posturas y acuerdos en común que podrían darse, desde el entorno del mandatario señalaron que “dependerá de lo que cada uno negocie”, de lo que “tomen en consideración, y lo que pueden acompañar y lo que no”.
En ese sentido, en Casa de Gobierno en La Plata, creen que a la aún denominada ley ómnibus, “le van a sacar todo lo que puedan y después le van a votar el proyecto”. Pero lo importante, no será el articulado en general, sino “el tratamiento en particular”. Ahí radica el corazón de la normativa. El Gobierno lo sabe y, a horas de la sesión, no tiene asegurados los votos para los artículos que realmente le interesa.
"Inexpertos al poder"
Mientras el diálogo entre Provincia y el gobierno nacional es “nulo”, en el día a día el gabinete del mandatario bonaerense recorre los distritos y está en un estado de “alerta” ante los posibles conflictos que puedan desatarse. En esa lógica Axel Kicillof sentó postura respecto de cómo será su gestión - Estado presente y obra pública - y nuevamente se contrapone a Javier Milei.
Para el mandatario provincial, las medidas tomadas por el gobierno nacional forman parte de “un ajuste típico y tradicional”, y “no hay nada nuevo”, en cuanto a las medidas económicas tomadas y a las que buscarán aplicar. Sin embargo, y a diferencia de gobiernos anteriores, desde el entorno del Gobernador afirman que el ajuste “es aplicado por un gobierno inexperto”, lo que genera un sinfín de traspiés políticos cotidianos.
Respecto de una posible reunión entre el Gobernador con su Jefa política, Cristina Fernández, quien se encuentra en el sur y hace semanas no da señales políticas públicas, desde el entorno de Kicillof sólo confirmaron que “tiene diálogo permanente”, aunque no brindaron detalles al respecto. El hermetismo es una condición sine qua non en lo que respecta a la relación entre Kicillof y Cristina. Tal es así que el Gobernador rara vez iba acompañado con su equipo en los encuentros que mantenía cuando era vicepresidenta.
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