El presidente Javier Milei se juega parte de su "a todo o nada" en la ley ómnibus, que comenzará a tratarse este martes en las comisiones conformadas en el Congreso de la Nación, que ya trajeron mucho ruido la semana pasada.
El mandatario presiona hasta en las horas finales para conseguir una batería de leyes que considera vitales para lograr sus objetivos y que le den gobernabilidad. En el medio está la discusión del controvertido DNU que ya ingresó al Congreso y le restan solo 9 días hábiles para ser tratado por una comisión que aun no está conformada.
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Milei se juega gran parte de su capital político, que cae día a día según los informes sobre su imagen positiva, en esta ley con una jugada audaz: sin negociaciones, con una cantidad ínfima de legisladores, sin gobernadores que le respondan ni intendentes.
Este domingo dijo que apenas aceptará "sugerencias" en las leyes. "No negociamos nada, sólo aceptamos sugerencias para mejorar", dijo en Radio Mitre. Una intransigencia pocas veces vista en un mandatario de la democracia.
Mientras, su vicepresidenta Victoria Villarruel hace crecer el internismo y coquetea con Mauricio Macri en el sur del país donde pasa y reposa en sus vacaciones el ex presidente. El ruido en el gobierno no solo se queda ahí.
Se trata de un gobierno que ya tiene más renuncias que semanas de gestión. Una salida que se agitó en los últimos días fue la de su ministro de Interior, Guillermo Francos. Milei tuvo que salir a desmentirla. Y además, lo apoyó. Dijo que Francos "es un gran jugador que tiene una misión difícil: tiene que lidiar con la política cuando hay algunos cuantos que somos bastante talibanes". Por las dudas, el león aclaró: "Es una estupidez alentar esas internas".
Mientras tanto, en la otra vereda, Unión por la Patria quiere aprovechar su potencia legislativa y oponerse al combo DNU y ley. Pero para ello necesitará de otras fuerzas. La semana pasada la elección de José Luis Espert como titular de una comisión clave como Presupuesto y Hacienda generó algunas buenas coincidencias para UP. Salieron peronistas no K, radicales y hasta Margarita Stolbizer a rechazar al diputado liberal.
Espert fue apoyado y ratificado por Milei, que este lunes lo recibió durante más de una hora en la Casa Rosada. A su salida, el diputado contó que se preparó para los tres días que se vienen. Reconoció que fue "a darle apoyo al Presidente". Esta frase llamó la atención. ¿Está debilitado? Contó que cree que va a salir la norma. Según él, UP se va a oponer en un 100%. Pero confió en que el resto de los bloques, con modificaciones, "va a empujar la ley".
En UP reconocen que "hay diálogo con todos", aunque en el fondo hay resistencia de varios lados. Lo que más se vehiculizó en la última semana fue el vínculo con parte del bloque que preside Miguel Ángel Pichetto. Pero sigue la desconfianza con los radicales.
La UCR en un principio fue muy crítica del DNU y la ley pero luego fue reculando. Sin embargo, Milei este domingo petardeó algún tipo de acuerdo con los radicales. "Se quejan del decreto, lo atacan de inconstitucional cuando está dentro de la Constitución. Y sino hay otros que son los idiotas útiles que hacen foco sobre las formas, cuando es parte de la dinámica", dijo el mandatario.
Ese "idiotas útiles que hacen foco sobre las formas" es un tiro directo a los boina blanca. Los que más salieron con esa postura fueron lo de la UCR. "En algunas cosas coincidimos pero lo que no nos gusta son las formas", coincidieron casi todos los radicales al ver el DNU de Milei apenas salió.
Esa frase del libertario generó ahora enojo en los radicales. Una de las que salió a contratacar fue la diputada nacional Danya Tavela, quien cuestionó varios artículos y le dijo a Milei: “Habla de libertad, pero no hay libertad sin igualdad”.
Tavela además le mandó un mensaje al vocero presidencial: “¿Para debatir estos temas 'no hay tiempo' como dice Manuel Adorni?”. El tiempo se transformó en un tema clave. Milei quiere que los diputados analicen 600 artículos en un período de un mes, algo que no podría hacer ningún ser humano. Lo retomó Adorni en la mañana del lunes y apretó a los legisladores.
"No tenemos tiempo, si nos ponemos a discutir una ley un año no entra un peso más a la Argentina", dijo este domingo el ministro del Interior, Guillermo Francos. En el Congreso creen que es imposible analizar toda la ley ómnibus en este tramo.
El tiempo es el gran rival de Milei. Cada mes que pasa es una bomba a punto de estallar. Con 30% de inflación mensual, una devaluación del 120%, aumentos elevadísimos en cualquier rubro y sector, una conflictividad social mayor y un desbalanceo político que lo exponen a su poco apego a la negociación lo dejan al borde al abismo. Y son cada vez más reales las chances de un plebiscito que dicte el futuro de su mandato. Será entonces a todo o nada en los próximos 30 días. ¿Podrá?
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