La diputada nacional de Hacemos Coalición Federal por la provincia de Buenos Aires, Mónica Frade, mostró dudas con respecto a diversos puntos de la Ley Ómnibus enviada por el Poder Ejecutivo de Javier Milei, que buscan desregular la actividad económica, laboral, jubilaciones y otorgar 'súperpoderes' al Gobierno durante dos años o más. "Pretenden -en pocos días- revisar todo el derecho argentino, es francamente una locura. Se está hablando de facultades extraordinarias, la coalición nunca ha votado delegaciones como las que se están pidiendo", apuntó.
En diálogo con El Destape Radio, la integrante del bloque que lidera Miguel Ángel Pichetto aseguró que "está todo en discusión" en la actualidad y que plantean seguir adelante con las conversaciones con el oficialismo "para ver hasta dónde ceden respecto a temas que nosotros no vamos a aceptar". Entre ellos destacó las delegaciones y facultades extraordinarias, que nunca acompañaron como espacio. "Sí hemos aceptado que los gobiernos cuando ceden -lo hemos hecho con el anterior-, le hemos dado un año de emergencia económica para que tenga un instrumento durante un año (y no por dos años prorrogable por otros dos, como pide el actual) para salir adelante", aclaró.
Frade se refirió a un semáforo de diversos colores para señalar qué cosas del DNU son inaceptables y cuáles "negociables" o con grandes posibilidades de ser votadas por Haciemos Coalición Federal. "El semáforo rojo está puesto, primero ahí, en las facultades y delegaciones. El Congreso está funcionando, está más activo que nunca, no hay razón para que el Ejecutivo quiera concentrar las facultades que son propias del Legislativo", subrayó. Y señaló que muchos temas "no son de urgencia", como el caso del capítulo electoral y el "revisar todo el derecho nacional argentino" en pocos días. "Es muy difícil entender por qué razón el Gobierno quiere meter mano en cosas que funcionaban", lanzó.
Entre los temas y cosas "que funcionaban", la diputada nacional se refirió a los sectores de la cultura y su autarquía, algo que quiere ser eliminado cuando no se presentaban como un gasto frente al Gobierno. "Vemos ahí una cuestión de concentración que para nosotros es inaceptable", advirtió. Y añadió: "Los temas son tan grandes y abarcan todo que hay semáforos rojos en todos lados. Después hay amarillos, que son aquellas cosas que se va a tratar que el Gobierno cambie y hay otras que no tenemos problemas en votarlas, todo lo que esté en el marco de la Constitución".
Sobre esto último, Frade señaló que es lo que la gente votó y que "hay ciertas desregulaciones del Estado que vemos bien", que fueron impuestas por el Gobierno anterior y eran "innecesarias" bajo la órbita de un "Estado inútil" en el que hay que intervenir. "Creemos que el Gobierno anterior había echado mano en instrumentos económicos de control que estaban trabando el desarrollo de la economía de ciertos sectores. Creemos que las PyMES son un motor de producción y tenemos que levantarle el pie de modo impositivo, algunas cuestiones laborales. No estoy de acuerdo, esto es personal, con la eliminación de las multas por trabajo en negro o mal registrado para las grandes empresas que, de hecho, no tienen demasiado problema con eso. Pero sí a las PyMES, estas multas nacieron en la década del '90 para desalentar el trabajo en negro y el resultado a hoy no ha sido el que se esperaba. Sí creo que es un elemento que se puede llevar puesto a una PyME", dijo la abogada laborista.
"Hay diálogo con el oficialismo, para ver qué cosas y cómo podemos colaborar en el marco de la Constitución. No para aportar a un sectarismo plesbicitario que es lo que parece que quisiera el Presidente de la Nación, que además no pierde ocasión para insultar a uno de los integrantes de uno de los poderes como el Legislativo", sentenció con una advertencia para el máximo mandatario nacional.