La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4 , a cargo de Carlos Stornelli, apeló la "falta de mérito" dictaminada por la jueza María Servini en la causa por las detenciones ilegales durante y después de la represión de las protestas en las inmediaciones del Congreso Nacional, el pasado 12 de junio. La medida, firmada por el número dos del fiscal, pide volver a detener a seis personas ya liberadas: Sofía Ottogali, Sasha Lyardet, Juan Spinetto, Camila Juárez Oliva, Gabriel Famulari y Brian Ortiz. Son estudiantes, militantes y docentes que participaron de la movilización convocada aquel día en contra de la Ley Bases que se debatía en el Senado y que, en la jornada de este jueves, prevén aprobar definitivamente.
Los documentos entregados ante Servini están firmados por el auxiliar fiscal, Ariel Quety y sostienen la línea argumentativa que manifestó desde un comienzo: alerta sobre la “gravedad de los hechos” y, en la justificación, pusieron a disposición el testimonio de efectivos policiales que cuentan la reacción de las y los jóvenes al ser detenidos.
En caso de que las libertades sean confirmadas, Quety solicitó: "Dada la gravedad de los hechos investigados, la magnitud de los daños personales y materiales que dejaran como saldo, y la necesidad de asegurar debidamente la sujeción al proceso y evitar eventuales entorpecimientos en atención al estado incipiente de la investigación (…) correspondería fijar una adecuada caución real, independientemente del resto de las medidas de aseguramiento dispuestas en el auto recurrido".
En la causa inicial, a las 33 personas detenidas entonces, Stornelli les adjudicó algunos de los siguientes delitos:
• Instar la violencia colectiva en contra de las instituciones infundiendo temor público
• Alzarse en contra del orden constitucional con el propósito de perturbar y/o impedir el libre ejercicio de las facultades constitucionales de los representantes de la cámara alta del congreso
• Daños, incendios y estragos dolosos
• En algunos casos, la tenencia de material explosivo y/o incendiario
• Alteración del orden público
Los argumentos de la apelación
Desde la Fiscalía comprendieron que "aún reste obtener y analizar archivos fílmicos correspondientes" al momento en el que se produjeron los hechos, así como recibir declaraciones testimoniales, entre otras cuestiones. Por ello, decidieron sumar los testimonios de los efectivos policiales que llevaron a cabo las detenciones de cada una de las personas. Cabe recordar que varias de las personas que fueron detenidas en ese momento contaron públicamente que ni siquiera se les informó a dónde eran trasladadas, por qué eran detenidas
Para el caso de Ottogali, Lyardet, Spinetto, Juárez Oliva y Mayorga, el que habló fue el oficial mayor Agustín Ademar Boni. Según su testimonio "de modo contundente indicó haber observado a todos ellos con sus rostros cubiertos, arroja(n)do botellas hacia el personal policial en cercanías de la intersección de las calles Lima y México", punto de intersección a diez cuadras del Congreso de la Nación. Por ello, dijo Boni, procedió a detenerlos.
Sofía es estudiante, niñera y madre de dos hijos, estuvo presa desde el miércoles a la tarde hasta el viernes a la madrugada junto al resto de los mencionados. Las condiciones de su detención fueron “terribles” e “inhumanas”, según sus propias palabras. Y los maltratos por parte de la policía, constantes. Saya es militante feminista, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, del MST y estudiante de la Universidad Nacional de San Martín, junto con Nicolás y Camila.
Tras salir en libertad, Camila habló con El Destape: "Caí al piso, mi amigo me quiso levantar y no pudo. Nos apuntaron con un arma en la cabeza diciendo: 'Quedate ahí'. Me detuvieron en Lima y México. Ya nos estábamos yendo", relató sobre ese momento.
Juan es profesor de educación cívica, abogado y militante del gremio de docentes Ademys y de UTE.
"Las primeras 48 horas estuve a disposición de la Policía de la Ciudad en una alcaidia de Barracas. Las otras detenidas pensaron que me iban a matar por como sangraba", contó en diálogo con El Destape. Para justificar su nueva detención también sumó su testimonio el principal Nicolás Marcos Díaz Castellanos: "Estaba particularmente violento al resistirse a su orden de alto y agredirlo físicamente".
Sobre Famulari, cuyo nombre es Gabriel y es estudiante de la carrera de kinesiología en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, el ayudante José Matías Inverardi, declaró: "Cuando se encontraba en la intersección de Callao y Av. Rivadavia de esta ciudad/ observó a un grupo de personas ocupando carriles de circulación y lanzando elementos contundentes al personal policial y que al avanzar hacia ellos con el fin de que cesaran con aquellas acciones, una de esas personas -quien luego sería identificado como FAMULARI- le propinó golpes de puño, patadas y lo escupió; razón por la cual lo detuvo".
MÁS INFO
Sobre Brian Ortíz, quien aportó información para detenerlo fue el cabo Diego Nahuel Fernández: "Le fuera ordenado subir a la vereda / se mostró agresivo con el personal policial". No especificaron en dónde fue su detención.
Brian es estudiante del profesorado de Historia del Instituto “Abuelas de Plaza de Mayo” de Avellaneda. "Soy futuro docente, puedo ser el educador de tus hijos” afirman los testigos de la detención que gritó Brian cuando estaba siendo esposado por la Policía Federal, reportó la Izquierda Diario. Había ido a la movilización con una amiga.
"En un momento estaban cansados, dijeron que se iban a ir a comprar un pancho, se acercaron al puesto de panchos a comprárselo, cuando lo terminaron y se acercaron en la esquina empezaron a escuchar que los policías estaban reprimiendo y que se estaban llevando gente. A Anahí, la amiga de Brian, la corrieron del lugar y a Brian lo agarraron de atrás y se lo llevaron entre 5", contó a Diario Conurbano Valentina Farias, vicepresidenta del centro de estudiantes del Instituto de Historia de Avellaneda.