La Asociación Empresaria Argentina (AEA) es uno de los grupos de presión más importantes del país. Reúne a empresarios que comandan grandes corporaciones bajo el liderazgo de Héctor Magnetto de Clarín y Paolo Rocca de Techint. Critican la política económica, los controles de precios, el aporte de las grandes fortunas y piden aumentos de tarifas en los negocios de sus socios mientras sus balances indican que aún en pandemia tuvieron ganancias millonarias y aceptaron gustosos la ayuda del Estado para el pago de sueldos. Solo sumando las ganancias de lo que hacen públicos sus balances superan los 135.000 millones de pesos en lo que va de 2020. La mayoría no pone sus estados contables a disposición, por lo que la cifra es mucho mayor.
Con los dirigentes a la cabeza
Magnetto y Rocca, los dirigentes políticos del gran empresariado, presionan por aumentos en sus respectivos sectores pese a que tienen ganancias y las reparten entre sus accionistas. Al inicio de la pandemia no tuvieron reparos en aprovecharse del Estado y pedirle fondos para el pago de sueldos a través del programa ATP. A partir de que El Destape reveló esta situación el Gobierno cambió los requisitos; Techint devolvió el dinero, cerca de 500 millones de pesos, luego de despedir a 1.450 trabajadores. Clarín no, usó dinero del Estado para pagar parte de los sueldos en el diario y en Radio Mitre, salarios que pagó en cuotas al menos durante 5 meses.
El Grupo Clarín, como publicó en absoluta soledad El Destape, repartió ganancias por 430 millones de dólares a mediados de noviembre. Según informó Telecom a la Comisión Nacional de Valores (CNV), “los dividendos en especie que se acreditarán corresponden a resultados generados a partir del 1° de enero de 2018”. Lo curioso es que Telecom informó que tuvo pérdidas por 10.582 millones de pesos en 2018, por 22.151 millones en 2019 y por 1.249 millones en lo que va de 2020. ¿Como acumularon dividendos si tenían pérdidas? ¿Le mintieron a la AFIP? ¿A la CNV?
En este contexto, Clarín lanzó una operación mediática para instalar que sus servicios de telecomunicaciones (cable, internet y celulares) aumentarán un 20% en enero. En agosto, el presidente Alberto Fernández decretó que pasaban a ser servicios públicos en competencia y, por ende, requieren de una autorización del Estado para los aumentos. Ante esa operación, el presidente dijo en El Destape Radio que “hay muchos aumentos declarados en los diarios pero no concretados, como los del cable y celulares". Según indicaron desde el ENACOM el aumentó rondará el 5% y se garantizará una tarifa social. La pregunta, en base a los balances del Grupo Clarín y a como reparten ganancias entre sus accionistas, es si más que aumentar no deberían bajar.
En el caso de Techint, sus empresas reportaron ganancias por 36.166 millones de pesos en lo que va de 2020. De esos 16.494 millones corresponden a Ternium, 8.080 millones a Tenaris y 11.592 millones a Tecpetrol. En una reunión de directorio de Ternium el Estado, que tiene participación accionaria en la empresa, propuso que las ganancias se reinviertan. Perdió la votación: las guardaron para repartirlas.
Ahora será uno de los grupos empresarios que participe del Plan Gas y, como tal, tendrá influencia en las discusiones acerca de las futuras tarifas. Junto a Rocca los empresarios que participaron del lanzamiento del Plan Gas fueron Marcelo Mindlin, de Pampa Energía, y Alejandro Bugheroni, de Pan American Energy. Los 3 figuran entre los argentinos más ricos; sus 3 holdings reportaron ganancias multimillonarias en 2020. La pregunta se repite: ¿se precisan aumentos de tarifas para empresas superavitarias y empresarios super ricos?
No, no y no
El diálogo del ministro Martín Guzmán con el periodista Alfredo Zaiat hace unos días es revelador sobre el rol de AEA, más por las preguntas del periodista que por las respuestas del ministro.
“¿Por qué piensa que el mundo de grandes empresas manifiesta tanta resistencia al gobierno?”, consultó Zaiat. “Mucho de lo que piden que haga el Gobierno es lo que hacía el anterior, y eso fracasó”, contestó Guzmán. El periodista repreguntó: “¿Cuál es su objetivo con AEA? Es una entidad del poder económico que no muestra voluntad de cooperar; más bien se opone a cualquiera cosa que ustedes proponen. ¿Por qué piensa que ese acercamiento dará resultado?”. En su respuesta el ministro Guzmán dijo 5 veces la palabra diálogo. “Usted propone un escenario de paz, pero del otro lado la conducción política del poder económico (Techint y Clarín) se opone a todo. No expresa ninguna reflexión sobre lo que pasó y se dedica a tirar misiles”, analizó, certero, Zaiat. “Trabajamos con responsabilidad para generar esa paz”, dijo el ministro, sin más definiciones frente a un hecho concreto: AEA no dialoga, impone.
En lo que va del gobierno de Alberto Fernández estas fueron las intervenciones públicas de AEA:
- Rechazó la intervención de Vicentín. El argumento fue repetido: se afecta la seguridad jurídica y pone en riesgo las inversiones. “La estatización de una empresa que opera en un sector definidamente exportador es un grave error que debe subsanarse. En efecto, es al sector privado al que le corresponde asumir la responsabilidad de controlar, dirigir, y administrar a las empresas en la Argentina”, dijo su comunicado
- Se reunión con la cúpula de la CGT. Firmaron un documento donde el único pedido concreto era “la necesidad de reducir gradualmente la presión tributaria sobre el sector formal de la economía”.
- Felicitó al gobierno por la renegociación de la deuda con acreedores privados, algunos de los cuales son ellos mismos.
- Criticó “los controles de precios, así como el congelamiento de tarifas que tensionan la ecuación económica de las empresas”.
- Se puso en línea con los intereses de Magnetto y sus socios para criticar el decreto por el cual el Estado podrá regular las tarifas de los servicios de telecomunicaciones.
- Expresó “su total desacuerdo” con el proyecto de aporte solidario de las grandes fortunas, con falsedades como que “genera un profundo desaliento en la comunidad empresaria por cuanto representa una medida que descapitaliza a las empresas y restringe fuertemente su capacidad para producir, invertir y sostener empleos formales” cuando se trata de las cuentas personales de los empresarios.
Grandes fortunas
La mayoría de los balances de los socios de AEA no son públicos. A los que se puede acceder es a través de la CNV, y son de libre acceso. Que los medios y periodistas no los lean y menos publiquen ya es una decisión.
En el rubro alimentos, tal como informó El Destape, se destaca Arcor, que ganó 4.401 millones en los primeros 9 meses del 2020. Su presidente, Luis Pagani, es el tercero en la línea de poder de AEA. Ledesma, representada en AEA por Carlos Blaquier, ganó 126 millones.
Desde la comercialización, La Anónima tuvo ganancias por 1.246 millones hasta el 30 de junio y repartió 130 millones en dividendos. Otros socios de AEA como Alfredo Coto no hacen públicos sus balances. Coto, según reveló Horacio Verbitsky, fue el principal beneficiario de la amnistía fiscal de Mauricio Macri.
Los banqueros de AEA también ganaron. El banco Santander Río, que comanda Enrique Cristofani, reportó 4.897 millones de ganancias. El CITI de Julio Figueroa aún más: 10.803 millones. La financiera de Eduardo Constantini, Consultatio, tuvo ganancias por 777 millones de pesos.
La eléctrica ENEL, cuyo hombre en AEA es Nicola Melchiotti, ganó 2.006 millones.
IRSA, la empresa de Eduardo Elztain que se dedica a la construcción y los shoppings, ganó 8.407 millones de pesos en 2020.
Mercado Libre, bajo el comando de Marcos Galperín, informó ganancias por 3.989 millones de pesos.
De los que están accesibles, solo tres reportaron pérdidas. Uno es Grimoldi, representada en AEA por Alberto Grimoldi. Es del sector textil, uno de los más golpeados este año por la pandemia, e informó que perdió 279 milllones de pesos. Otro es Adecoagro, la multinaicional agrícola que en AEA representa Mariano Bosch, pero todo indica que es una típica maniobra de contabilidad creativa. La tercera es Petroquímica Comodoro Rivadavia, de Martín Brandi.