Desde el gobierno nacional diseñaron un esquema de herramientas económicas para reforzar y focalizar la asistencia social en el tramo final de uno de los años más duros de la historia mundial. Son 13 medidas destinadas al auxilio de los sectores más vulnerables, trabajadores registrados y no registrados, y la sostenibilidad de las empresas.
En la Casa Rosada indicaron que focalizarán “mejor las políticas de asistencia” en una economía que, salvo excepciones, destacaron que “funciona con normalidad”. Tras años de recesión y exclusión durante la gestión macrista, la crisis profundizada por los efectos de la pandemia generó un aumento de la pobreza, la indigencia y la desigualdad. Incluso a pesar de que el Estado lleva invertidos casi 6 puntos del PBI desde marzo para amortiguar el impacto.
Durante diciembre el gobierno volcará más de 63 mil millones de pesos, “el triple de la inversión que se hace en un mes común" en diferentes programas de asistencia y revinculación laboral, según destacaron desde el ministro de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo.
La asistencia estará centrada en la Asignación Universal por Hijo (AUH) con el pago del 20% de remanente acumulado anual y la incorporación de hasta 1 millón de nuevos beneficiarios. También se duplicará por única vez el monto de la Tarjeta Alimentar que alcanza a más de 1,5 millones de familias, se distribuirán 1,7 millones de cajas navideñas para alrededor de 7 millones de personas y se distribuirán $15.000 millones para municipios y comedores sociales y escolares para reforzar la compra de alimentos.
En el gobierno destacaron que el 2020 será recordado como “uno de los años más duros de la historia argentina y global” y que el Covid-19 “azotó al mundo y en nuestro país se montó sobre una crisis económica previa”.
El ministro Arroyo destaca tres objetivos que se suman a la asistencia alimentaria: crear 300 mil puestos de trabajo, urbanizar 400 barrios populares por año, y construir 800 jardines.
La semana próxima, el presidente Alberto Fernández anunciará un “ambicioso” plan de viviendas realizadas por el Estado que funcionará por una vía paralela al Procrear. Otra de las desigualdades que quedaron expuestas con la pandemia es la falta de viviendas dignas para millones de familias en todo el país, y especialmente en las grandes ciudades y sus conurbanos.
El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, anticipó que el plan tendrá “algunos cambios conceptuales” con el objetivo de “igualar para arriba, a partir de este tiempo todas las viviendas van a ser iguales”.
“La vivienda es un derecho, y el que invierte en esos derechos es el Estado. A ese derecho hay que darle un programa, continuidad, certezas y una inversión importante que va a anunciar el presidente”, dijo Ferraresi en diálogo con El Destape.
En diciembre, el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza al cierre del tercer trimestre del año, según el último informe del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). También destaca que sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y la asistencia alimentaria en comedores, entre otras medidas, la indigencia se podría haber duplicado y la pobreza alcanzaría al 53% de la población argentina.
El dato social más duro es el de los menores de edad empobrecidos: el 64,1% de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza, y el 16% en la indigencia. La aceleración en el aumento del precio de los alimentos registrada en los últimos meses encendieron las luces de alarma. Ante indicios de una mayor demanda, los productos de la canasta básica sufrieron saltos mientras las ganancias de las empresas se dispararon.
El golpe social de la pandemia no lo sufrió solo la Argentina, y así lo indican múltiples informes de todos los organismos internacionales. Por ejemplo, un reporte del Banco Mundial advierte que 100 millones de personas cayeron en la pobreza extrema este año. Unicef destaca que la pobreza infantil aumentó un 15%, y alcanza a 1200 millones de niños y niñas.